CUANDO LA ESCUELA FALLA, LOS NIÑOS QUEDAN SIN REFUGIO: LA CRISIS EDUCATIVA EN VENEZUELA

Miércoles, 19 de noviembre de 2025
Por: Cubillos, Tatiana

Por su parte UNICEF ha alertado reiteradamente que el deterioro educativo en Venezuela tiene efectos directos sobre la protección infantil. En su actualización humanitaria más reciente, el organismo estimó que más de 3,8 millones de niños, niñas y adolescentes necesitan asistencia humanitaria, incluyendo apoyo para acceder a la escuela, materiales básicos, alimentación escolar y programas psicosociales. “La falta de infraestructura, maestros, transporte, servicios básicos y condiciones mínimas de seguridad educativa ha convertido la educación en una barrera difícil de sortear, especialmente para niñas, adolescentes y familias en zonas rurales”.

Desde el terreno, la mirada de CECODAP confirma estas cifras. Como explica Trapani, la infancia venezolana vive en el marco de una “emergencia compleja, prolongada y acumulativa”. Esta definición, acuñada por organizaciones humanitarias, describe situaciones en las que los problemas no solo se profundizan con el tiempo, sino que se superponen, dejando secuelas en todas las dimensiones del desarrollo infantil.

 Entre 2017 y 2025, CECODAP ha brindado atención psicológica a más de 53.000 personas, y en ese acompañamiento han identificado patrones repetidos: ansiedad, dificultades emocionales, violencia intrafamiliar, abandono escolar, migración forzada y barreras para acceder a servicios de apoyo.

Trapani insiste en que cuando un niño o adolescente queda fuera del sistema escolar, queda también fuera del radar de protección, expuesto a múltiples riesgos: violencia armada, explotación, trabajo infantil, reclutamiento, abuso sexual, consumo de sustancias y participación en economías ilícitas. “Estar dentro de la escuela marca una diferencia real entre estar acompañado o estar desprotegido”, explica.

Amnistía Internacional ha documentado que, en Venezuela, el deterioro de los derechos económicos y sociales —incluyendo educación, alimentación, salud mental y agua potable— afecta especialmente a la niñez. En su informe 2024-2025, alerta que las fallas estructurales del Estado, la falta de servicios básicos y la ausencia de estrategias de protección integral crean entornos que vulneran sistemáticamente los derechos de niños y adolescentes.
En un escenario donde las instituciones públicas están debilitadas, la sociedad civil cumple un rol que Trapani describe como “indispensable para sostener derechos y acompañar urgencias”. CECODAP brinda atención psicosocial, asesoría legal, orientación educativa y espacios seguros donde los niños pueden expresar lo que sienten y enfrentar situaciones difíciles.Pero además documentan vulneraciones, registran tendencias y construyen evidencia confiable en un país donde los datos oficiales son escasos o no se publican.

Para Trapani, la labor no termina en atender la emergencia. También exige incidencia, vigilancia democrática y educación ciudadana.
“Las organizaciones debemos señalar omisiones, proponer rutas de acción y recordar que proteger la niñez es una obligación jurídica del Estado. Esa función de vigilancia es crucial en un contexto de alta fragilidad institucional”, afirma.

Otra línea clave de trabajo es la formación. CECODAP capacita a docentes, líderes comunitarios, operadores del sistema de protección, equipos de salud y familias. En una crisis prolongada, fortalecer a quienes están en primera línea permite detectar riesgos, prevenir agresiones y activar redes de apoyo.

Trapani también subraya la importancia de construir memoria y esperanza. “Las organizaciones no solo ofrecemos servicios; también ayudamos a reivindicar derechos y preservar experiencias para que no se repitan las vulneraciones”, explica. “Cuidar a un niño es cuidar su historia y su futuro”.
La participación de los niños, niñas y adolescentes es un elemento central en este enfoque. “Ellos son sujetos de derechos, no receptores pasivos de ayuda. Sus voces deben escucharse. Tienen derecho a opinar, proponer y liderar”.

En el marco del Día Universal del Niño, Amnistía Internacional reafirma que la educación es un derecho fundamental que protege la vida, la dignidad y el desarrollo integral de la infancia. Cuando una escuela cierra, cuando un aula se queda sin docentes, cuando un niño abandona el sistema educativo, no estamos perdiendo solo calidad académica: estamos perdiendo un espacio de protección, un entorno emocional, una oportunidad de futuro.

En un país marcado por la incertidumbre, garantizar que los niños,niñas y adolescentes accedan a una educación segura, inclusiva y de calidad es también garantizar que tengan la posibilidad de vivir sin miedo, crecer con dignidad y construir paz.

Para conocer más sobre CECODAP, sus programas, su trabajo en defensa de la niñez y las formas de apoyar sus iniciativas, te invitamos a seguir sus redes sociales @CECODAP y WWW.CECODAP.ORG para mantenerse al tanto de sus contenidos y campañas. 

 


Tags: EDUCACIÓN, NIÑEZ, VENEZUELA, DDDHH, EDUCACION, UNICEF, CECODAP.

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