La desinformación y el negacionismo climático ganan cada vez más terreno. La colaboración y el aprendizaje continuo son esenciales para surfear esta "ola" y seguir avanzando en la comunicación climática
En un panorama mediático cada vez más complejo, donde la desinformación y el negacionismo se propagan a velocidades sin precedentes, comunicar sobre el cambio climático se ha convertido en uno de los desafíos más apremiantes para el periodismo y la sociedad en general. La periodista especializada en cambio climático y defensora de los derechos humanos, Tais Gadea Lara, abordó esta problemática en el reciente webinar "Cómo comunicar sobre cambio climático en tiempos de desinformación y negacionismo", organizado por Huella Cero en alianza con la Asociación de Periodistas Venezolanos en el Extranjero. Durante el encuentro, Gadea Lara desglosó los factores que han propiciado este escenario y ofreció estrategias fundamentales para que los comunicadores enfrenten esta "ola mayor de desinformación" con inteligencia y rigor.
Según Gadea Lara, el periodismo actual enfrenta un doble desafío en materia climática: por un lado, la tarea inherente de comunicar un tema que, a menudo, no es prioritario en las agendas mediáticas y políticas, y por otro, la creciente necesidad de hacerlo frente a un contexto de desinformación y negacionismo rampante. Hace 15 años, cuando la periodista comenzó a abordar el tema, la intensidad del negacionismo no era tan marcada como lo es hoy. Este recrudecimiento se debe a varios factores clave:
Estos factores han creado un entorno donde la desinformación se propaga de manera constante, al punto de generar dudas incluso en el círculo cercano de las personas. La clave de estas tácticas es la "búsqueda por instalar la duda". Muchas veces, el objetivo no es que la audiencia crea una "verdad" basada en datos falsos, sino simplemente que duden de la información científica existente. Esta duda es funcional a los intereses de los actores que promueven la desinformación, ya que una audiencia que duda tiende a no actuar o a no exigir compromisos a los actores públicos y privados.
Gadea Lara enfatizó que la propagación de desinformación con fines de confundir a las audiencias no es un fenómeno nuevo. Estas tácticas tienen sus raíces en estrategias históricas implementadas por diversas industrias para proteger sus intereses económicos. El primer gran precursor fue la industria del tabaco, que buscó instalar la duda sobre el impacto negativo de sus productos en la salud, a pesar de conocer perfectamente los riesgos. Este modelo se replicó posteriormente en otras industrias, como la de los combustibles fósiles. Se han revelado documentos, como los de Shell en 1988, que demuestran que las petroleras eran conscientes de las emisiones contaminantes de sus actividades pero ocultaron la información para evitar demandas y paralización de sus actividades.
Lo preocupante, señala Gadea Lara, es que en los últimos años, estas tácticas han evolucionado. Ya no buscan evitar la acción por completo, sino retrasarla (el "delay"). Las empresas presentan reportes de sostenibilidad o se declaran "carbono neutral", mientras que, en segundo plano, se busca instalar desinformación para eludir cambios estructurales significativos. Es fundamental para los periodistas discernir entre un compromiso genuino y un "marketing disfrazado".
Para comprender a fondo el desafío, Gadea Lara estableció una diferenciación clave entre los conceptos de "negacionismo" y "desinformación" en el contexto climático. El negacionismo se refiere a la postura de quien no acepta la ciencia del cambio climático, por ejemplo, que es producto de actividades humanas. La periodista subrayó que no se trata de "creer o no creer" en el cambio climático, sino de aceptar o no la evidencia científica. En este sentido, recordó un incidente en el que una representante del gobierno argentino de Javier Milei afirmó que el presidente se adhería a una "corriente científica" que negaba la responsabilidad humana en el cambio climático, cuando, en realidad, el 99.9% de los científicos consensuan que el cambio climático es antropogénico. Marcar esta diferencia es vital para los comunicadores, ya que equiparar una creencia personal con una corriente científica falsa le otorga una legitimidad indebida.
Ante este panorama desafiante, Tais Gadea Lara propuso cinco elementos clave para que los periodistas y comunicadores aborden la desinformación climática de manera más efectiva, fruto de su experiencia y de investigaciones realizadas en el Constructive Institute de Dinamarca:
Tais Gadea Lara dejó claro que comunicar sobre el cambio climático en la era de la desinformación es un desafío persistente, pero no insuperable. Las tácticas para sembrar la duda no son nuevas, y, del mismo modo, las estrategias para contrarrestarlas han evolucionado. La clave reside en un periodismo riguroso, basado en la ciencia, que sepa sortear las trampas de la desinformación y enfoque sus esfuerzos en informar y empoderar a las audiencias receptivas a la verdad. La colaboración y el aprendizaje continuo son esenciales para surfear esta "ola" y seguir avanzando en la comunicación climática.
Imagen de Pixabay
Tags: Cambio climático, desinformación, derechos ambientales.
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