El análisis de imágenes de satélite y la verificación de material fílmico realizados por Amnistía Internacional revelan que las fuerzas israelíes arrasaron por completo lo que quedaba de la localidad de Khuza’a, en el sur de la Franja de Gaza ocupada, durante dos semanas en mayo de 2025.
El análisis subraya la necesidad urgente de investigar al ejército israelí por los crímenes de guerra de destrucción arbitraria y castigo colectivo. También aporta nuevas pruebas del genocidio contra la población palestina que Israel lleva a cabo en la Franja de Gaza ocupada.
Las conclusiones de esta investigación indican que Israel lleva a cabo una constante de destrucción deliberada de infraestructuras vitales, incluidas algunas de las tierras agrícolas más fértiles de Gaza, como parte de un plan calculado para imponer a la población palestina de Gaza condiciones de vida destinadas a provocar su destrucción física, total o parcial. Una investigación previade Amnistía Internacional reveló una constante de destrucción de zonas civiles entre diciembre de 2023 y mayo de 2024 sin necesidad militar imperiosa en una campaña de Israel para ampliar una “zona de amortiguación” a lo largo del perímetro oriental de Gaza.
Las últimas imágenes de mayo de 2025 muestran cómo Khuza’a, una localidad de la gobernación de Jan Yunis que en su día albergaba a unas 11.000 personas palestinas, ha quedado completamente reducida a escombros en menos de dos semanas, después de que una parte importante de la localidad ya hubiera sido destruida en 2024. Estas pruebas sugieren claramente que Israel continúa con su patrón de destrucción de zonas civiles sin que exista una necesidad militar imperiosa, dado que la destrucción metódica fue mucho más allá de enfrentamientos tácticos. Si bien parte de la destrucción puede atribuirse a bombardeos, ataques aéreos o combates, gran parte de ella parece haber sido llevada a cabo de manera metódica y deliberada al margen del combate activo.
La aniquilación de Khuza’a es una prueba escalofriante de la campaña de destrucción sistemática que Israel está llevando a cabo en Gaza, transformando localidades enteras en paisajes desolados de polvo y escombros.
Erika Guevara Rosas, directora general de Investigación, Incidencia, Política y Campañas de Amnistía Internacional
“La aniquilación de Khuza’a es una prueba escalofriante de la campaña de destrucción sistemática que Israel está llevando a cabo en Gaza, transformando localidades enteras en paisajes desolados de polvo y escombros”, ha afirmado Erika Guevara Rosas, directora general de Investigación, Incidencia, Política y Campañas de Amnistía Internacional.
“La magnitud de esta destrucción supera con creces cualquier necesidad militar concebible y apunta a una campaña deliberada de las fuerzas israelíes para convertir la zona en inhabitable.”
La destrucción de algunas de las tierras agrícolas más fértiles de Gaza, algunas de ellas esenciales para la producción de alimentos, debe considerarse en el contexto del uso del hambre como método de guerra por parte de Israel. Durante 77 días, a partir del 2 de marzo de 2025, las autoridades israelíes bloquearon completamente la entrada de alimentos y otros suministros esenciales para la supervivencia de la población civil. Aunque recientemente han permitido la entrada de una pequeña cantidad de ayuda humanitaria, la militarización de su distribución ha hecho que el acceso a los alimentos sea extremadamente mortífero y deshumanizador. Junto con el desplazamiento masivo y la destrucción sistemática o la negación del acceso a las fuentes de producción de alimentos, Israel ha provocado una catástrofe humanitaria sin precedentes, lo que forma parte integrante de las condiciones de vida genocidas que ha impuesto en Gaza.
La destrucción en Khuza’a se extendió rápidamente a lo largo del mes de mayo de 2025. Entre el 14 y el 15 de mayo, los medios de comunicación palestinos informaron de ataques aéreos y bombardeos de artillería israelíes en la zona, probablemente como preparación para el despliegue de tropas terrestres.El 17 de mayo, las imágenes de satélite analizadas por el Laboratorio de Pruebas de Amnistía Internacional mostraron nuevas huellas de vehículos pesados que cruzaban desde Israel directamente hacia Khuza’a. Ese mismo día, el ejército israelí anunció el inicio de la operación “Carros de Gedeón“, lo que supuso una ampliación de su ofensiva en la Franja de Gaza ocupada. Aunque en medios de comunicación palestinos se informó de que combatientes de la Yihad Islámica Palestina atacaron un tanque israelí en Khuza’a con un lanzagranadas RPG el 20 de mayo, la magnitud de la destrucción posterior apunta a mucho más que un enfrentamiento táctico.
Rápidamente aparecieron más pruebas visuales de la devastación. El 27 de mayo, imágenes tomadas por dronesdifundidas en las redes sociales y verificadas por Amnistía Internacional proporcionaron pruebas visuales irrefutables y detalladas de que gran parte de Khuza’a había quedado completamente reducida a escombros en los días anteriores. En un vídeo publicado en las redes sociales y verificado por Amnistía Internacional se veían tres excavadoras sin blindaje derribando lo que quedaba de un edifico de Khuza’a, lo que sugiere los soldados que las manejaban no percibían ninguna amenaza importante para su seguridad y que operaban fuera de una zona de combate.
En una declaración del 25 de mayo, el teniente coronel israelí Dor Yoetz manifestó en una carta a las tropas que se habían propuesto “eliminar el nido terrorista conocido como Khirbat Ikhza’a [el nombre utilizado en hebreo para referirse a Khuza’a]”. Dijo que en pocos días derrotaron al enemigo y que «Khirbat Ikhza’a ya no exist[ía]».
El propio municipio de Khuza’a confirmó la terrible realidad el 31 de mayo en una declaración publicada en su página de Facebook en la que afirmaba que “el alcance de la destrucción en la localidad supera[ba] todas las estimaciones y debaja[ba] la ciudad completamente fuera de servicio”. La devastación reciente se suma a informes del municipio de febrero de 2025 en los que se afirmaba que gran parte de la ciudad ya había sido destruida. Una orden de desplazamiento israelí emitida a mediados de marzo obligó a la población residente a abandonar lo poco que quedaba. Esta orden de desplazamiento fue especialmente devastadora para los residentes que habían intentado reconstruir sus vidas en Khuza’a y rehabilitar sus hogares y tierras tras la destrucción generalizada que se produjo a finales de 2023 y principios de 2024.
Mohammed Hamdan Qudaih, agricultor de 66 años y vecino de Khuza’a que ha sido desplazado en múltiples ocasiones, explicó a Amnistía Internacional que las tierras de cultivo de su familia, que constituían su único medio de subsistencia, y su casa de tres pisos habían sido destruidas. Dijo que sus cuatro hijos trabajan con él en la tierra, donde plantan tomates, pimientos y molokhiya. Los desplazaron por primera vez en diciembre de 2023.
“Cuando regresamos a Khuza’a en junio de 2024, la mayor parte de nuestros cultivos habían sido destruidos y la mayor parte de la tierra estaba arrasada, así que empezamos a rehabilitarla y a reparar los invernaderos”, dijo, pero él y su familia se vieron obligados a huir de nuevo el 18 de marzo de 2025.
“El desplazamiento es peor que la muerte, créeme”, añadió. “He oído que [las fuerzas israelíes] arrasaron la tierra, pero me niego a creer que mis invernaderos hayan desaparecido… lo único que quiero es volver para ver qué ha pasado con mi tierra; queremos regresar.”
Las imágenes de satélite analizadas por Amnistía Internacional muestran que la zona que rodea la casa y los invernaderos de Mohammed Hamdan Qudaih fue destruida en el transcurso de una semana, entre el 18 y el 23 de mayo de 2025.
La destrucción reciente de lo que quedaba de Khuza’a no es un incidente aislado, sino más bien la continuación de un patrón sistemático e ilegal de destrucción por parte del ejército israelí en Gaza.
En la investigación previa de Amnistía Internacional se analizaron imágenes y vídeos de redes sociales de entre octubre de 2023 y mayo de 2024 y se detectó el reciente arrasado de terrenos de entre 1 km y 1,8 km de ancho, aproximadamente, a lo largo del perímetro oriental de Gaza. Más del 90% de los edificios de esta zona —más de 3.500 estructuras— parecían haber sido destruidos o gravemente dañados, y más 20 km² de tierras agrícolasmostraban un deterioro de la salud y la densidad de los cultivos, según los datos recabaos por UNOSAT.
En muchos casos documentados, incluidas las primeras oleadas de destrucción en la propia Khuza’a a finales de 2023, la destrucción se produjo después de que las fuerzas israelíes hubieran tomado el control operativo de las zonas, lo que significa que no fue consecuencia directa de los combates en curso. La presencia de excavadoras sin blindaje en mayo de 2025 sugiere que esto también fue lo que ocurrió con el reciente arrasamiento de Khuza’a.
Aunque Israel afirma que dicha destrucción se lleva a cabo por motivos de seguridad, el país debe respetar el derecho internacional humanitario. La excepción de “necesidad militar imperiosa” para la destrucción de bienes está estrictamente definida y no es aplicable a la demolición total de zonas civiles, especialmente cuando existen medidas alternativas y cuando la destrucción es desproporcionada en relación con cualquier objetivo militar legítimo.
“La comunidad internacional no debe quedarse de brazos cruzados mientras Israel desmantela sistemáticamente infraestructuras civiles esenciales, arrasa tierras agrícolas y castiga colectivamente a la población palestina de Gaza”, ha manifestado Erika Guevara Rosas.
Se trata de un genocidio y debe acabar ya.
Erika Guevara Rosas
“El borrado efectivo de Khuza’a en mayo de 2025 exige una investigación independiente e imparcial. Este acto flagrante de destrucción arbitraria, junto con el patrón de arrasar zonas civiles en toda Gaza, no solo representa el desprecio descarado de Israel por el derecho internacional y los derechos fundamentales de la población palestina, sino también su plan calculado para convertir Gaza en un páramo, destruir su tejido social y seguir infligiendo a los palestinos y palestinas condiciones conducentes a su destrucción física. Se trata de un genocidio y debe acabar ya.”
Tags: Israel, CRÍMENES DE GUERRA Y CRÍMENES CONTRA LA HUMANIDAD.
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