Miércoles, 17 de mayo, 2023

Las autoridades de Arabia Saudí deben reconocer el papel crucial de la sociedad civil en la toma de decisiones pública y en la promoción y la protección de los derechos humanos


Solidaridad con “Visión de reforma”

Las organizaciones de la sociedad civil, los y las activistas y disidentes saudíes deberían poder hablar libremente, sin miedo a sufrir represalias, de su visión y su agenda para un futuro en el que se respeten los derechos humanos en el país, han declarado hoy Human Rights Watch y Amnistía Internacional. Ambas organizaciones se solidarizan con el pueblo saudí que exige un futuro para su país en el que se dé prioridad al respeto de los derechos humanos.

El 11 de mayo de 2023, los defensores y defensoras de los derechos humanos y activistas que publicaron la hoja de ruta “Visión popular de reforma en Arabia Saudí” celebraron un acto público en el que pidieron que se respeten los derechos humanos y el Estado de derecho en Arabia Saudí. Con frecuencia, las autoridades de Arabia Saudí toman represalias contra las personas críticas con el gobierno y los defensores y defensoras de los derechos humanos exiliados que alzan la voz contra las violaciones de estos derechos en el país y que abogan por ellos.

“Asumiendo un gran riesgo personal, valientes ciudadanos y ciudadanas saudíes han planteado una visión de reforma que da prioridad al respeto de los derechos humanos”, ha dicho Joey Shea, investigadora sobre Arabia Saudí de Human Rights Watch. “El gobierno saudí debería escuchar estas peticiones.”

En noviembre de 2020, destacados defensores y defensoras de los derechos humanos, activistas e intelectuales publicaron por primera vez la “Visión popular de reforma en Arabia Saudí”, un documento que articula una “visión popular de reforma en Arabia Saudí que sitúa los derechos humanos y la justicia social como puntos de referencia más importantes para la reforma.” Dicha visión establece 13 principios fundamentales para una Arabia Saudí que respete los derechos, y que incluyen, entre otros, la liberación de todas las personas presas por motivos políticos, el respeto del derecho a la libertad de expresión y de asociación, la protección de los derechos de las mujeres, y el fin de la discriminación religiosa.

Las autoridades de Arabia Saudí deben reconocer el papel crucial de la sociedad civil en la toma de decisiones pública y en la promoción y la protección de los derechos humanos.

Heba Morayef, Amnistía Internacional

El príncipe heredero y primer ministro saudí Mohammed bin Salman ha estado al frente de una de las mayores campañas de represión de los derechos humanos de la historia del país. Human Rights Watch y Amnistía Internacional han documentado una serie de terribles abusos contra los derechos humanos en Arabia Saudí, tales como la represión generalizada de la sociedad civil independiente; detenciones arbitrarias de disidentes pacíficos, intelectuales, defensores y defensoras de los derechos humanos, y activistas, y condenas de personas corrientes a decenas de años de prisión por hacer publicaciones en las redes sociales.

También hay otros motivos de preocupación entre los que figuran las prácticas abusivas en los centros de detención, tales como la tortura y otros malos tratos; las ejecuciones masivas de personas presas tras juicios injustos, y los ataques aéreos ilegales que han causado la muerte o heridas a miles de civiles en Yemen.

“Amnistía Internacional expresa su solidaridad con los y las activistas saudíes que defienden los derechos humanos en su país y en el extranjero”, ha afirmado Heba Morayef, directora de Amnistía Internacional para Oriente Medio y el Norte de África. “Las autoridades de Arabia Saudí deben reconocer el papel crucial de la sociedad civil en la toma de decisiones pública y en la promoción y la protección de los derechos humanos. Deben permitir la participación activa de los defensores y defensoras de los derechos humanos, activistas, disidentes y ONG en las decisiones sobre las reformas relativas a los derechos humanos en el país.”