Viernes, 06 de junio, 2025
Las autoridades nigerinas deben poner en libertad de inmediato al activista de la sociedad civil y defensor de los derechos humanos Moussa Tchangari y dejar de usar cargos de terrorismo para silenciar a la disidencia; así lo han manifestado hoy Amnistía Internacional, Human Rights Watch, la Federación Internacional de los Derechos Humanos (FIDH) y la Organización Mundial contra la Tortura (OMCT), en el marco del Observatorio para la Protección de los Defensores de los Derechos Humanos.
El 3 de diciembre de 2024, unos hombres que decían ser policías arrestaron a Moussa Tchangari en su domicilio de Niamey, capital de Níger. El 3 de enero de 2025, el Tribunal Superior de Niamey lo acusó de varios delitos graves, entre ellos “asociación ilícita con grupo terrorista”, “socavar la defensa nacional” y “conspirar contra la autoridad del Estado a través de la inteligencia con potencias enemigas”. Si es declarado culpable de conspirar con potencias enemigas, podría ser condenado a muerte.
Pedimos a las autoridades que liberen de inmediato a Moussa Tchangari y retiren todos los cargos.
Marceau Sivieude, director regional interino de Amnistía Internacional para África Occidental y Central
Ese mismo día, Tchangari fue sometido a prisión preventiva en la cárcel de Filingué, a 170 kilómetros de Niamey, donde permanece recluido arbitrariamente en detención previa al juicio. Desde entonces no se le ha preguntado sobre el fondo de las acusaciones ante un juez.
“Moussa Tchangari está detenido únicamente por ejercer sus derechos humanos. Pedimos a las autoridades que lo liberen de inmediato y retiren todos los cargos. Nos preocupa profundamente el uso de cargos como éstos para acallar a quienes critican al gobierno”, ha dicho Marceau Sivieude, director regional interino de Amnistía Internacional para África Occidental y Central.
Tres semanas antes de su arresto, el 12 de noviembre de 2024, Tchangari criticó en redes sociales la decisión del ministro del Interior de Níger de revocar los permisos a dos ONG humanitarias. Asimismo criticó el establecimientode una base de datos de terrorismo, medida que socava aún más los derechos humanos de la población de Níger. Moussa Tchangari corre el riesgo de ser despojado de la nacionalidad nigerina por los cargos de terrorismo, debido a una ordenanza de agosto de 2024 que establece una base de datos de personas y grupos vinculados a terrorismo y delitos contra la defensa nacional.
Según el Código Penal de Níger, los cargos de terrorismo pueden suponer hasta cuatro años de reclusión preventiva no renovable. Amnistía Internacional, Human Rights Watch, FIDH y OMCT han examinado los cargos y pueden confirmar que ninguno tiene relación con delitos internacionalmente reconocidos ya que todos se refieren al ejercicio legítimo del derecho a la libertad de expresión.
“El arresto de Tchangari forma parte de una tendencia represiva general por parte de las autoridades nigerinas, que actúan contra las personas que las critican públicamente y las someten a acoso judicial constante con la intención de amordazarlas”, ha afirmado Drissa Traoré, secretario general de la FIDH.
“Su arresto y posterior detención transmite un mensaje disuasorio a toda persona que se atreva a criticar el deslizamiento del régimen nigerino hacia una autocracia”, ha dicho Ilaria Allegrozzi, investigadora principal sobre el Sahel de Human Rights Watch.
“El arresto de Tchangari es un grave error y es contraproducente. Durante décadas ha encabezado el llamamiento a la población nigerina en favor de la democracia, la seguridad, la soberanía sobre los recursos naturales y la independencia. Cualquier gobierno que respete la voluntad del pueblo debería ponerlo en libertad”, ha dicho Isidore Ngueuleu, director de la Oficina Regional para África de la OMCT.
Información complementaria
Moussa Tchangari, de 55 años, es secretario general de la organización de la sociedad civil Alternatives Espaces Citoyens (AEC). Hacia las 7.30 de la tarde del 3 de diciembre de 2024, al menos tres hombres vestidos de civil que iban armados arrestaron a Tchangari en su domicilio de Niamey y requisaron su teléfono, su ordenador portátil y su maletín. Durante dos días no se supo su paradero ni la suerte que había corrido.
El 5 de diciembre de 2024 fue localizado en el Servicio Central de Lucha contra el Terrorismo y la Delincuencia Organizada Transnacional, en Niamey.
En marzo y mayo de 2025, respectivamente, los tribunales nigerinos rechazaron sendos recursos del equipo defensor de Moussa Tchangari, uno para que la causa se declarase nula y sin efecto y otro para que la división judicial especializada en combatir el terrorismo y la delincuencia organizada transfronteriza renunciara a su jurisdicción. La defensa de Tchangari ha recurrido estas sentencias.
Amnistía Internacional, Human Rights Watch, FIDH y OMCT han pedido la libertad inmediata e incondicional de Tchangari. Simpatizantes de Amnistía Internacional han emprendido acciones en su nombre.
En un comunicado de prensa conjunto publicado en julio de 2024, Amnistía Internacional, Human Rights Watch y FIDH expresaban su profunda preocupación y denunciaban la represión de la oposición, los medios de comunicación y la disidencia pacífica por parte de las autoridades militares de Níger desde que se hicieron con el poder mediante un golpe de Estado en julio de 2023.
En un informe publicado en marzo de 2025, Amnistía Internacional documentaba la represión contra ex cargos públicos y voces críticas con posterioridad al golpe.