Viernes, 30 de septiembre, 2016
Damiano, Daniela

En Venezuela existen muchos desafíos para que podamos vivir de una manera sustentable. La crisis económica quizás nos está acercando más a la naturaleza a través de plantaciones para el autoconsumo y el reciclaje en menor escala, pero no es suficiente. 


Este año los pueblos del mundo se unen para conmemorar el día de la paz bajo las premisas de los Objetivos de Desarrollo del Milenio con el fin de que, a través de la conservación del planeta, la disminución de la pobreza y la erradicación de todo tipo de desigualdades sociales, podamos alcanzar un mundo más armónico.

En Venezuela existen muchos desafíos para que realmente podamos vivir de una manera sustentable. La crisis económica quizás nos está acercando más a la naturaleza a través de plantaciones para el autoconsumo y el reciclaje en menor escala, pero no es suficiente. Aún existe una cultura del despilfarro de los recursos naturales –que no está siendo atendida a través de campañas de concienciación pública efectivas –y una mala administración de los mismos por parte de las autoridades. Muestra de ello es la crisis energética que se recrudeció un par de meses atrás porque el Gurí, embalse que represa el agua necesaria para el funcionamiento de la Central Hidroeléctrica Simón Bolívar que surte de energía a más del 60% del país, alcanzó mínimos históricos.

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Altos funcionarios vinculados al gobierno acuñaban este problema al fenómeno natural El Niño, mientras que la otra realidad que se dejaba entrever a través de expertos independientes apuntaba a que la falta de mantenimiento en el aparataje que compone la mencionada hidroeléctrica era el causante de que se realizaran cortes eléctricos de entre 4 a 8 horas diarias afectado a millones de familias venezolanas, así como la deforestación de los ecosistemas circundantes que está teniendo un efecto de desertificación.

Esta afectación también pudo haberse evitado a través de la generación de energía de los parques eólicos prometidos por el gobierno nacional hace varios años. Sin embargo, como plantea Déborah Bigio, Directora Ejecutiva de la Fundación para la Defensa de la Naturaleza (FUDENA)[1], el que se ubica en Paraguaná, estado Falcón, y en la Guajira, estado Zulia, aún están en etapa de experimentación.

Si estos generadores de electricidad eólica estuvieran al servicio de la población a su máxima potencia podrían surtir de electricidad en las mismas proporciones cómo lo hace el Gurí, así lo refiere uno de los medios oficiales del gobierno nacional: “La activación de ambos parques pudiera generar alrededor de 2000 megavatios en tierra firme y hasta 8000 megavatios mar adentro, que en adición sería la misma energía generada por el Guri.[2]

Otra de las decisiones que le ha traído serios dolores de cabeza a ambientalistas nacionales y extranjeros, es la pretensión por parte del gobierno venezolano de paliar la situación económica a través de la extracción y explotación a gran escala de recursos naturales del suelo, proyecto conocido como “Zona de Desarrollo Estratégico Nacional Arco Minero del Orinoco (AMO)” el cual fue decretado en Gaceta Oficial el pasado 24 de febrero.

Se trata de la incursión de vasta zona que representa el 12,2% del territorio nacional, rica en metales altamente condicionados como el oro, que incluye los estados Amazonas, Bolívar y Delta Amacuro. La directora de investigación y desarrollo de Provita, Tina Oliveira, asegura que este proyecto más allá de representar una forma de obtención de dinero fácil, será la destrucción de la biodiversidad que existe en la zona pues la aplicación del proyecto lleva consigo “cambios en la cobertura vegetal, es decir, deforestación y eliminación de otros ecosistemas no boscosos, cambios en el curso de los ríos, así como en su calidad del agua, aumento de las emisiones de contaminantes para la atmósfera, el agua, el suelo y el subsuelo, contaminación de las especies y su extinción”. [3] El impacto negativo en la vida de las personas es también previsible: Pérdida de tierras de cultivo, desarrollo turístico, pesca y un largo etcétera.

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Además, la experta también aseguró que el AMO viola los acuerdos internacionales relaciones a la autonomía de los pueblos indígenas, pues su creación no estuvo precedida por la consulta de las comunidades originarias que habitan en la zona ni un estudio del impacto ambiental, de conocimiento público, que esto generaría. Esto pondría en riesgo la sobrevivencia de estas comunidades que durante milenios han poblado la zona, haciendo un uso sustentable de sus recursos naturales y preservándola hasta nuestros días.

Ante estas decisiones que pudieran empeorar las condiciones del medio ambiente y por consiguiente la calidad de vida de los venezolanos y venezolanas, es preciso que las personas en cargos públicos presten especial atención y creen políticas que apunten al cumplimiento de los 17 Objetivos de Desarrollo Sustentable acortados en Naciones Unidas y contemplados en una agenda para el 2030.

Ya es tiempo de cuidar al planeta

La tierra, nuestro hogar, está siendo afectada por años y años de inconsciente deterioro por parte de los seres humanos. Es tal el daño, que se ha vuelto un problema que todas y todos tenemos que combatir si queremos llevar una vida próspera y saludable a futuro.

En septiembre de 2015 se materializó el tan necesitado acuerdo de sustentabilidad. Líderes y gobiernos de 189 países se encontraron en la sede de las Naciones Unidas en Nueva York para establecer una agenda que plantea los 17 objetivos arriba mencionados, con 169 metas de carácter integrado e indivisible que abarcan las esferas económica, social y ambiental.

Amnistía Internacional felicitó este acuerdo y exhortó a los gobiernos del mundo a que se comprometan a cumplir esta agenda, que más allá de la sustentabilidad, representa otra oportunidad para la vida y la estabilidad de los pueblos.

“Los Objetivos de Desarrollo Sostenible ofrecen una brújula para trabajos dignos, para la justicia, para la humanidad. Como sociedad civil, apoyaremos a los pobres y marginados cueste lo que cueste. Y exigiremos a gobiernos y empresas que rindan cuentas”[4], manifestó Salil Shetty, secretario general de Amnistía Internacional durante la Cumbre de la ONU para la adopción de la Agenda de Desarrollo Post-2015.

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El cumplimiento de estos objetivos depende en gran medida de la contraloría social. Para Savio Carvalho, asesor principal de Campañas sobre Desarrollo y Derechos Humanos de Amnistía Internacional es fundamental que la ciudadanía pueda intervenir, abogar y verificar que los gobiernos están haciendo todo su esfuerzo por cumplir la meta. Al mismo tiempo, los gobiernos tienen el deber de rendir cuentas, anualmente, para informar acerca de lo que están haciendo, lo que se ha logrado y lo que no, con el fin de buscar la manera de resolverlo.

“Los ciudadanos, unidos en organizaciones de la sociedad civil, juegan un papel fundamental en cuanto al control, comprobación y presión hacia los gobiernos, elevando a las autoridades preguntas como: ¿el gobierno está trabajando en realidad por estos objetivos?, ¿lo hace diariamente?, ¿cómo están utilizando los recursos para lograrlo?, ¿cómo están involucrando a la gente?”.

El experto resaltó que en el escenario de que el gobierno no quiera rendir cuentas sobre su trabajo de forma oportuna y detallada, la ciudadanía cuenta con varias técnicas para exigir su derecho a estar informada; como la protesta pacífica, la intervención de organismos que luchen a favor de los derechos humanos o de las instituciones de justicia nacional e internacional.

Actualmente, los problemas más críticos que están destruyendo la biodiversidad en el planeta son la desforestación y la extracción masiva de recursos naturales, sumado a la contaminación tan grave que ha producido la indiscriminada emisión de CO2 al ambiente, señaló Carvalho. Esto, unido a acentuadas brechas sociales, podría traducirse en la imposibilidad de la vida en el planeta tal cual la conocemos.

Políticas verdes

La aplicación de políticas verdes pudiera contrarrestar el grave deterioro en el que se encuentra el medio ambiente. “Creo que si comenzamos a invertir en ese enfoque veríamos diferencias positivas a largo plazo, tanto en el suelo como en la propia comunidad, también nos beneficiaria en la creación de más trabajos responsables con el ambiente, que a su vez aumentaría nuestra calidad de vida”, explicó Carvalho.

Manifestó que es vital girar el viejo sistema hacia modos de producción y consumo sostenibles, ya que, si no lo hacemos con rapidez, estamos condenados a la inminente extinción del planeta.

Resaltó que los países desarrollados deben cambiar sus políticas de economía y desarrollo hacia unas más sostenibles. “Muchos de ellos producen y consumen destruyendo el medio ambiente, sin importar que existen más persona en el mundo”. Dijo que se debe dar más apoyo a los países en vías de desarrollo para que su población no salga afectada de las decisiones que toman las superpotencias mundiales.

Pueblos indígenas en peligro

También denunció que uno de los sectores de la población más afectados en la actualidad es el indígena, pues cada vez tienen menos espacio para vivir, menos para sembrar y comer, y sus culturas están siendo desplazada a la fuerza hacia sectores marginales que nada tienen que ver con su estilo de vida. El representante de AI llamó a los gobiernos a la conciencia y a la protección de estas comunidades, pues de ellas es preciso rescatar y aprender el tipo de vida sustentable que han mantenido por cientos de años.

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Al violar los derechos humanos de los pueblos indígenas se transgrede el objetivo 11 de la agenda sostenible, el cual establece que se debe “lograr que las ciudades y los asentamientos humanos sean inclusivos, seguros, resilientes y sostenibles”.

“Las comunidades indígenas y afrodescendientes tienen el derecho de levantar su voz sobre decisiones que afectarán sus vidas y necesitan estar totalmente informados para hacerlo de manera correcta, en beneficio de los derechos y la continuidad de su pueblo”.

Paz y medio ambiente

La conservación del planeta y el mantenimiento de una vida sustentable no está lejos de ser la mejor forma o quizás la única manera en que podamos convivir en paz. No es casualidad que el objetivo 16 de la agenda 2030 apunte a “promover sociedades pacíficas e inclusivas para el desarrollo sostenible, facilitar acceso a la justicia para todos y crear instituciones eficaces, responsables e inclusivas a todos los niveles”.

Para el representante de AI el medio ambiente y su cuidado es un “habilitador para el disfrute de todos los derechos humanos” ya que en la medida en que los recursos naturales no sean de fácil acceso para el ser humano, este verá muchos de sus derechos fundamentales seriamente comprometidos.

“Por ejemplo, si alguien está viviendo en un lugar donde existe sequía aguda, esto afecta directamente su derecho a la alimentación o su derecho al agua”.

Explicó que la afectación o alteración de un solo elemento del medio ambiente se puede convertir en un multiplicador de derechos transgredidos, pues esa misma persona que no tiene acceso al agua, no tendrá comida y por ende no podrá ir a la escuela, entonces su derecho a la educación también se verá afectado.

Por lo tanto, el medio ambiente brinda una base sólida para que las personas puedan disfrutar de sus derechos, en este sentido, trabajar por la preservación del mismo y el cumplimiento de las metas del milenio se traduce en la garantía de gozar de todos nuestros derechos humanos.

POR DANIELA DAMIANO @AMNISTIA

 

[1] Daniela Damiano. Sin luz por gusto: Venezuela desperdicia poder del sol y el viento. Disponible en: https://www.oximity.com/article/Sin-luz-por-gusto-Venezuela-desperdici-1

[2] Venezuela tiene una de las mayores capacidades de producción de energía alternativa en el mundo. Disponible en: http://www.correodelorinoco.gob.ve/nacionales/venezuela-tiene-una-mayores-capacidades-produccion-energia-alternativa-mundo/

[3] Yaridbell Licón. Decreto del Arco Minero del Orinoco viola derechos y es una amenaza para la economía del país. Disponible en: https://www.oximity.com/article/Decreto-del-Arco-Minero-del-Orinoco-vi-1#.V416Z05PhLI.twitter

[4] Amnistía Internacional. Discurso de Salil Shetty a la Sesión plenaria inaugural de la Cumbre de la ONU para la adopción de la Agenda de Desarrollo Post-2015. Disponible en: https://www.amnesty.org/es/latest/news/2015/09/salil-shetty-address-to-sustainable-development-summit-2015/