Lamentablemente el discurso oficial persiste en la negación de los problemas cotidianos que afectan a los niños y sus familias. Es inconsistente no asumir una postura firme y decidida para reconocer sin complejos la crisis y adoptar medidas inmediatas para proteger a quien más sufren, los niños.

Llega el tercer domingo de julio y en Venezuela todos se preparan para celebrar el día del niño. Yo me pregunto: ¿hay motivos para celebrar? Yo como abogado, defensor y padre no puedo celebrar el día del niño cuando es la niñez y la adolescencia los que más están sufriendo las consecuencia de una profunda crisis social, económica, política e institucional. Ser niño o adolescentes en la Venezuela de hoy es muy difícil.

Resuenan en mi mente los nombres de Samuel, Raziel, Dilfred, Daniel y otros niños quienes no solo sufrieron el dolor de una enfermedad, sino también la indolencia de un Estado que los condenó a muerte. Para un defensor cada caso de un niño sin respuesta y protección es un dolor que ahoga y deja sin aliento

El 5 de julio de 2017 Cecodap y otras organizaciones que integran la Red por los Derechos Humanos de Niños, Niñas y Adolescentes (REDHNNA) participamos en una audiencia temática ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos[1] (CIDH) para presentar la situación de los derechos de los niños, niñas y adolescentes en Venezuela especialmente en área críticas como la salud, alimentación, violencia e institucionalidad. En la audiencia expresamos nuestra profunda preocupación sobre la situación actual de los derechos de la niñez y adolescencia en Venezuela, así como el impacto de una profunda crisis económica, violencia, desabastecimiento y debilidades institucionales para asegurar la protección y el cumplimiento efectivo de los derechos para los niños y adolescentes.

En la audiencia, la Delegación del Estado estaba encabezada por Larry Davoe, Secretario Ejecutivo del Consejo de Derechos Humanos  y William Castillo, viceministro de Comunicación Internacional. Las autoridades presentes en la audiencia además de negar la existencia de una crisis humanitaria, expresaron que los datos presentados por la sociedad civil son “inconsistentes y matrices mediáticas”

Para estas autoridades son inconsistentes:

1. El Boletín Epidemiológico correspondiente al año 2016 publicado por el Ministerio del Poder Popular para la Salud donde se admitió que murieron 11.466 niños, lo que representa 30,12% más que los registrados en 2015, cuando se notificaron 8.812 fallecimientos. Con respecto a las muertes de niños con menos de 28 días de nacidos, aseguran que las causas frecuentes son sepsis, enfermedad de membrana hialina, neumonía y prematuridad, siendo todas estas afecciones de salud totalmente prevenibles y tratables. También se certifica que 756 mujeres murieron al momento del parto. La mortalidad materna dio un salto de 65,79% con respecto a 2015 cuando murieron 456 mujeres.
2. El Informe Anual publicado por el Ministerio Público[2] para el año 2016 donde se registraron 21.752 víctimas de homicidios intencionales o dolosos, ubicando una tasa de homicidios de 70,1 por cada 100 mil habitantes. Hay que destacar que 86,6 % de esos hechos fueron cometidos con armas de fuego y 55,48% de las víctimas (12.069 personas) tenían entre 15 y 30 años, siendo el segmento de la población más vulnerable.
3. El Plan de Acción del Programa País (2015-2019) suscrito por UNICEF con la República de Venezuela donde se indica que la tasa de homicidios en adolescentes es una de las más altas de la región (2010: 57,3 por cada 100.000) y afecta principalmente a los adolescentes hombres. El 86% de los homicidios se concentran en 79 de 335 municipios (grandes centros poblados altamente urbanizados). Las niñas y adolescentes mujeres son las principales víctimas de la violencia sexual (el 84% de los casos registrados) El 39% son víctimas menores de 10 años y el 34,8% tienen entre 10 y 13 años; y el 26,2%, entre 14 y 17 años. El 48% de los casos de maltrato infantil corresponden a niños y niñas menores de 10 años.
4. El  Boletín Epidemiológico publicado por el Ministerio del Poder Popular para la Salud entre el año 1997 al 2009 se reportó un incremento de homicidios por armas de fuego de 15,9 (1997) a 42,2 (2009) en adolescentes de 15 a 17 años de edad. La cifra se triplicó en un período de 12 años. Los datos oficiales plasmados en estos boletines reflejan que en el año 2009 el 9,46% del total de muertes violentas del país fue en niños y adolescentes y de éstos 7,05% se corresponde a muertes de adolescentes entre 15 y 17 años.
5. Las denuncias realizadas por madres y familias del Servicio de Nefrología del Hospital JM de los Ríos donde dan cuenta de la contaminación por klebsiella, estafilococo y pseudomonas en la Unidad de Hemodiálisis, así como, las carencias de antibióticos, inmunosupresores, catéteres, entre otros.
6. Las denuncias de Caritas de Venezuela y de otras organizaciones que alertan una acelerada crisis nutricional en niños. Hasta junio del 2016, los datos indicaban 12% de niños/as con déficit nutricional en cascos urbanos, 19% en zonas periurbanas y 27% en barrios pobres.

Lamentablemente el discurso oficial persiste en la negación de los problemas cotidianos que afectan a los niños y sus familias. Es inconsistente no asumir una postura firme y decidida para reconocer sin complejos la crisis y adoptar medidas inmediatas para proteger a quien más sufren, los niños.

A pesar de este panorama tan difícil hay mucho por hacer. Hoy más que nunca todos somos indispensables para trabajar a favor de los niños y construirles un presente mucho mejor. El mejor regalo que pueden dar las autoridades a los niños en su día es priorizar su protección; fortalecer la institucionalidad pública garantice sus derechos y adoptar medidas inmediatas para superar los problemas en el acceso a medicamentos y alimentos.

Celebraremos el día del niño cuando la protección y sus derechos llegue #HastaElÚtimoNiñoYNiña.

Carlos Trapani

Coordinador General Cecodap

@carlosmtrapani @cecodap