Viernes, 04 de agosto, 2017
Mata Carnevali, María Gabriela

Cuando Lubna tenía 14 años, era la primera de su clase y sus padres esperaban que ella creciera para llegar a ser doctora. En cambio, fue violada por su primo, y luego obligada a casarse con él por una ley diseñada para "proteger el honor de su familia."


En una sociedad tradicional como la jordana, las mujeres representan el honor de la familia y el valor de una niña o de una joven está en su virginidad. Su pérdida es vista como una desgracia tanto o más grave que la violación en sí, por lo que, a veces, los parientes son los primeros en "tapar" la vergüenza de una violación mediante un matrimonio entre víctima y verdugo.

Es como si la violación no fuera un acto de violencia contra una niña o una mujer, sino algo que afecta a su valía. En una cultura en la que casarse y tener hijos se presenta como la meta principal de la vida de la mujer, esta podría ser considerada una mercancía de la familia. El supuesto sobre el que se basa la ley es que, para casarse, la mujer debe ser virgen. Si la violan, es una mercancía estropeada. Por eso a ellas se las tacha de indecentes y a ellos se los convida a reparar el daño,  pero ya no más.

El 1 de agosto de este año, el Parlamento de la Cámara Baja votó a favor de la derogación del artículo 308 del Código Penal, en vigencia desde 1960, según el cual si se firmaba un contrato de matrimonio entre el agresor y la víctima, se detendría cualquier proceso judicial en contra del perpetrador. En el caso de que ya se hubiera dictado sentencia, la ejecución de la pena quedaría en suspenso.

La misma fue aprobada con un estrecho margen, siguiendo la recomendación de un comité de jueces formado para la reforma del Código Penal, que recibió en abril el apoyo del Ejecutivo. La decisión pasará ahora a ser discutida en el Senado, que previsiblemente se inclinará en la misma dirección, y deberá por último contar con el beneplácito del Rey Abdullah II.

Ya en 2014, en Marruecos, cuando Amina Filali se suicidó después de ser obligada a casarse con su violador, una campaña mundial masiva junto con una manifestación dirigida por mujeres logró que una  ley semejante fuera derogada. (El Mundo,  2014)

Palabras como "escándalo" y "vergüenza" fueron repetidas entonces por varias de las ponentes, quienes coincidieron en que todavía quedaba  mucho por hacer para combatir la violencia contra la mujer en general.

Pero este no es un problema exclusivo del mundo musulmán o de influencia musulmana. Por más increíble que parezca, algunos países europeos y latinoamericanos mantienen o mantuvieron hasta hace muy poco provisiones similares en sus marcos legales.

La violación es una de las formas de violencia más extremas contra las mujeres y las niñas. Miles son violadas cada año alrededor del mundo. Mientras los hombres piensen que pueden salirse con la suya, esos números nunca bajarán. Ellos deben pagar por su crimen y ellas necesitan recibir apoyo en lugar de ser estigmatizadas.

Celebremos este triunfo de las mujeres jordanas, pero continuemos la lucha en donde haga falta.

 

Foto de Kanta Kulat / Shutterstock.com

Referencias:

El MUNDO (2014). Las víctimas de violaciones ya no tendrán que casarse con sus agresores en Marruecos. Disponible: http://www.elmundo.es/internacional/2014/01/22/52e0293522601dd62e8b4577.html

PUBLICO (2017) Jordania se acerca al fin de la ley que obliga a las mujeres violadas a casarse con su violador. Disponible:http://www.publico.es/internacional/jordania-acerca-ley-obliga-mujeres-violadas-casarse-violador.html