Miércoles, 18 de abril, 2018
Romero, Victoria

Xulhaz Mannan fue un activista de En Bangladesh de derechos de las personas LGBTIQ y Fundador de Roopban, la primera y única revista LGBTIQ de la ciudad. Pero en el año 2016 unos extremistas lo asesinaron junto con un compañero suyo.


En los últimos años se ha producido en Bangladesh un aumento del número de ataques contra personas, simplemente por sus opiniones. Xulhaz Mannan estaba en su apartamento con un compañero cuando varios hombres, haciéndose pasar por mensajeros, irrumpieron armados y mataron a ambos a machetazos en presencia de la madre de Xulhaz, de 75 años.

El primer ataque de estas características tuvo lugar en 2013, y en 2015 cinco blogueros laicos de Bangladesh murieron a machetazos y aún nadie ha rendido cuentas por la ola de asesinatos que hubo.

Xulhaz fue fundador de la única revista de Bangladesh dedicada a temas de lesbianas, gays, bisexuales y personas transgénero, intersexuales y queer (LGBTIQ), un atrevido proyecto empresarial en un país donde las relaciones sexuales entre personas del mismo sexo son ilegales. Se cree que sus agresores pertenecen a Ansar al Islam, el mismo grupo extremista responsable de infinidad de ataques semejantes contra personas que promueven el ateísmo, el feminismo, la ciencia y otros asuntos seculares en sus blogs. Más de un año después del ataque, cometido en abril de 2016, y a pesar de los indicios, entre los que figuran declaraciones de testigos presenciales e imágenes de cámaras de videovigilancia, ninguna persona ha sido acusada de cometer los asesinatos. Si se permite que haya impunidad, el país se convertirá en un lugar cada vez más violento en el que vivir.

“La policía bangladeshí debe garantizar la protección de la comunidad LGBTI en el país, no debe hostigar a las personas que la integran ni amenazarlas con detenerlas, como han venido haciendo” ha declarado Champa Patel.

Las autoridades de Bangladesh siguen criminalizando a la comunidad LGBTI del país y, lejos de ofrecer protección, han instado a las personas que la integran a ser “menos provocativas”. Muchos activistas LGBTI bangladeshíes se han visto forzados a exiliarse debido a las amenazas.

Además de la lentitud de la respuesta policial, el gobierno ha atribuido la culpa a las víctimas. Poco después del asesinato de Xulhaz, un ministro del gobierno declaró que los movimientos que promueven el “sexo contra natural” no están permitidos en la sociedad bangladeshí. La reticencia o falta de voluntad para buscar y acusar a los asesinos de Xulhaz transmite un mensaje demoledor a los activistas LGBTIQ y a otras personas que con su trabajo cuestionan el orden establecido.

El gobierno debe investigar como es debido el asesinato de Xulhaz y hacer rendir cuentas a sus asesinos ante la justicia para que pueda demostrar a quienes quieren hacer daño a los defensores y defensoras de los derechos humanos en Bangladesh y que no pueden salirse con la suya.

Aunque las relaciones entre personas del mismo sexo son ilegales en Bangladesh, Los activistas de LGBTIQ estaban empezando a cambiar las actitudes. Los asesinatos han retrasado este progreso.

"La falta de acción policial demuestra que “el gobierno no está nada preocupado [...] y cree que ‘este asunto’, las relaciones sexuales entre personas del mismo sexo ha muerto con Xulhaz", declaró el hermano de Xulhaz.

 

Debemos apoyar a los defensores y defensoras de derechos y asegurarnos de que el gobierno condene estos ataques. Firma la petición y exige al gobierno de Bangladesh que:

  • Investigue el asesinato de Xulhaz y haga comparecer a sus asesinos ante la justicia.

 

¡Los asesinos de Xulhaz se están saliendo con la suya!

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