Miércoles, 27 de junio, 2018
Ramirez, Sandra

Rahamata Ahmat Mahamat es una mujer chadiana cuya característica principal es su compromiso con la defensa de sus propios derechos y los de otras personas. 


Rahamata Ahmat Mahamat es una mujer chadiana cuya característica principal es su compromiso con la defensa de sus propios derechos y los de otras personas. Rahamata ha trabajado con varias asociaciones para estos fines, en 2010, se unió a la asociación juvenil que trabaja por los derechos humanos Colectivo de Asociaciones y Movimientos Juveniles de Chad (Collectif des associations et mouvements de la jeunesse du Tchad, CAMOJET) para promover los derechos humanos, denunciar violaciones y ver su sueño sobre una Chad más justa convertirse en realidad.

 

El hecho que impulsó a Rahamata a tomar este camino de vida, sucedió cuando ella apenas tenía 2 años cuando vió por última vez a su padre el 28 de mayo de 1987. Unos hombres enviados por el presidente chadiano, Hissène Habré, fueron a arrestarlo, a él y sus dos hermanos mayores. Esto la convirtió al mismo tiempo en testigo y víctima de violaciones de derechos humanos, por lo que al crecer decidió convertirse en activista.

 

Su padre era Ahmat Dadji, antiguo director de la compañía chadiana de azúcar industrial (SONASUT) y era el líder de los hayerai (Grupo étnico de Chad). Luego de la detención, la policía política chadiana, específicamente el Departamento de Documentación y Seguridad, confiscó su casa y saqueó todos sus bienes, pero todo esto no hizo más que motivarla en su empeño por aclarar la desaparición forzada de su padre.

 

Rahamata creció con el deseo de ver un día a los responsables de la desaparición de su padre ante la justicia y mantiene vivo el sueño de que estas violaciones no se repitan de nuevo contra otras personas.

 

Sin embargo, este camino de la defensa de los derechos humanos no está exento de consecuencias. Ha estado sometida a la presión constante de las autoridades, quienes no escatiman esfuerzos para silenciar a las voces disidentes, y de la sociedad que ve con malos ojos que las mujeres participen de forma pública en protestas y denuncien violaciones de derechos humanos.

 

Me han acosado, intimidado y amenazado, pero me mantengo firme.

                                        - Rahamata

 

Rahamata incluso llegó a ser detenida por la policía judicial junto a otras 16 personas, acusados de “alteración del orden público y manifestación ilegal”. De estos manifestantes ella era la única mujer del grupo. Fue liberada más tarde “con la condición de que no hablara con los medios de comunicación”.

 

Adicionalmente, ha tenido que enfrentar discriminación de género:

 

Las dificultades a las que me enfrento cada día también se deben al hecho de que soy una mujer. En nuestra sociedad, las mujeres están relegadas a un segundo plano. Quiero demostrar lo contrario.”

                                        - Rahamata

 

A raíz de esto, algunos de sus contactos más cercanos le han insistido en que no debería desperdiciar su vida y oportunidades luchando por los derechos humanos, ya que es una persona joven con mucho futuro por delante. Sin embargo, todas estas adversidades no hacen más que brindarle a su lucha un nuevo enfoque.

 

Rahamata es una joven valiente y luchadora, que no se rinde ante las adversidades y no descansa hasta ver sus objetivos por el respeto a los derechos humanos como una realidad.

 

 

Red de Jóvenes

 

 

 

 

 

Referencias:

https://www.amnesty.org/es/latest/campaigns/2017/05/dadji-rahamata-ahmat-mahamat/