Viernes, 26 de octubre, 2018
Buada Blondell , Gabriela

En mayo 2017, la denominada “marcha de las mujeres” combinó disposición, talento e ideas creativas para movilizar de manera pacífica las voces de las exigencias por el respeto de los derechos humanos en Venezuela


“Nacimos de forma espontánea en la ciudad de Caracas, en la llamada marcha de las mujeres. El 6 de mayo de 2017 fue cuando por primera vez unimos fuerzas, ideas y talentos para pronunciarnos con cantos de trabajo de la tradición venezolana para así expresar el dolor por los asesinatos de jóvenes durante esas manifestaciones”, comenta Claudia Rodríguez Gil, activista de Las Piloneras.

Hace más de un año se les ve y se escuchan sus cantos en las manifestaciones, y ya son consideradas por muchos venezolanos un ícono de la protesta creativa, esa manera pacífica de decir “ya basta a tanta indiferencia”.  Las Piloneras, un grupo de mujeres que a través de ritmos criollos y música reconocida como parte de nuestro patrimonio cultural, exigen el respeto de los derechos civiles y políticos en el país.

Para este grupo de mujeres, quienes se encuentran en todas las manifestaciones y protestas de la ciudad de Caracas desde hace más de un año, resulta de gran importancia despertar conciencia ciudadana y no callar las injusticias y la indignación por los tiempos que se viven en el país.

“Nos dimos cuenta que con nuestra acción brindamos aliento y fuerza a todo aquel que se incorporaba al canto de protesta. Algunas amigas sentimos, desde entonces, que como mujeres tenemos un mensaje que expresar para darle contenido y perspectiva de derechos humanos a la gente que manifiesta públicamente. Encontramos en los cantos tradicionales de trabajo, la manera de conectar con la identidad venezolana, la afectividad y la dignidad que como ciudadanos sentimos se nos vulnera”, dijo Rodríguez.

Pasos agigantados al ritmo del pilón

Las Piloneras comentan que, durante su inicio, nunca imaginaron que sus cantos se prolongarían y crecerían como un movimiento ciudadano; la verdad es que dan pasos agigantados y se hace cotidiano verlas y escucharlas en todas las protestas organizadas.

“Hemos transitado gracias al compromiso con nuestro futuro como nación y somos respaldadas por la gente que camina a nuestro lado y nos pide que sigamos adelante”.

Las Piloneras conocen el compromiso que tienen con la ciudadanía y con las personas que día a día sienten la necesidad de exigir el respeto por sus derechos. Por todo eso, pretenden ser un modelo más de las múltiples maneras de protestar pacíficamente.

A los pocos días de su primera aparición en las calles de Caracas, se comenzó a constituir el Laboratorio Ciudadano de Protesta No violenta, un espacio de reflexión y compartir de iniciativas e ideas de protesta creativa. Un lugar que ellas reconocen como necesario y que le brinda al movimiento contexto, perspectiva y fortaleza.

Las Piloneras están constituidas como movimiento ciudadano desde el mes de junio de 2017, época en la que sostenían asambleas semanales para organizar de manera democrática las acciones y establecer acuerdos. El 28 de agosto 2017, durante una reunión, le dieron la bienvenida a una forma de estructura y organización más sólida y formal, que les permitiría contar con mayor sostenibilidad al grupo.

Asumiendo el protagonismo

El movimiento conoce y reconoce la crisis de derechos humanos que vive el país y que se intensifica a medida que pasa el tiempo. Los altos costos de los alimentos, la escasez y el cada vez más limitado acceso a la salud son algunas de las causas de muchas protestas ciudadanas, pero estas mujeres están convencidas de que llegó el momento de formar parte de la exigencia del respeto por los derechos humanos y la exigencia de una vida digna.

“La llamada situación país nos tomó por sorpresa en un ejercicio de ciudadanía activa y responsable, sobre todo, consciente de su lugar en el orden social y político. Como mujeres, amas de casa, madres de familia y profesionales, salimos del espacio privado e íntimo a la esfera pública para visibilizar lo que pasa en los hogares, en los corazones de la familia venezolana. Hoy en día sabemos que, aún cuando no nos lo habíamos propuesto, es grande la responsabilidad que como ciudadanos y ciudadanas tenemos para tomar la escena pública, expresarnos y permitir que otros lo hagan libre y pacíficamente a favor del país que queremos, por el rescate de las instituciones, el Estado de Derecho y la dignidad humana”, afirmó la activista.

Para Las Piloneras, el papel protagónico es fundamental en estos tiempos. El poder moral y ético que tiene la sociedad civil ante la polarización en el país y la crisis de derechos humanos es clave para generar espacios de articulación y diálogo en torno a imágenes pro activas, que ofrezcan alternativas ante un modelo político y un orden social opresivo, impuesto y arbitrario.

Fomentar la paz siempre será el objetivo

“Nacimos en una coyuntura de protesta con el objeto de cantar el país que queremos. Ahora somos un movimiento ciudadano de protesta que practica la No Violencia activa y tenemos la flexibilidad de adaptarnos a los cambios en las condiciones políticas y sociales, porque estamos comprometidas a fortalecer el poder ciudadano, el derecho a la protesta y la contraloría social de la gestión pública. En función de ese país que queremos, con plena garantía de los derechos humanos”, afirmó Rodríguez.

Desde esa flexibilidad, aseguran poder dar continuidad al movimiento de las Piloneras en la reconstrucción del estado de Derecho, incluso asumiendo tareas de promoción, participación y propuestas para la construcción de un modelo sostenible de alimentación que incluya alternativas para ofrecer recetas nutritivas a los niños que el futuro del país. A Las Piloneras les preocupa las secuelas en desnutrición que ya son visibles e incluso irreversibles en la población infantil. Por ello, afirman que el horizonte de la justicia es un camino de largo aliento que las compromete a seguir promoviendo la justicia social, justicia alimentaria, jurídica e integral.

“Después de estos años de aprendizaje doloroso, la ciudadanía venezolana requiere rescatar su identidad, sus valores y gentilicio. En ese sentido, tenemos mucho que aportar a la venezolanidad. Una vez pilado el maíz, lo que viene es la arepa nutritiva y suficiente”, finalizó.

 

Para contactar a Las Piloneras envía un correo electrónico a las.piloneras@gmail.com o sigue sus propuestas y acciones a través de sus redes sociales @piloneras  en Twitter, Piloneras en Facebook y en Instagram @Piloneras