Jueves, 21 de febrero, 2019
Buada Blondell , Gabriela

La directora para las Américas de Amnistía Internacional, Erika Guevara-Rosas señaló que en Venezuela la política de represión ha tomado otro matiz: el horror, la tortura y la persecución son elementos presentes en la actualidad


Marcos Gómez, director de Amnistía Internacional Venezuela dio inicio al encuentro con medios de comunicación nacionales e internacionales expresando su preocupación por la crisis de derechos humanos que atraviesa el país.  

“Estamos con todas las organizaciones, defensoras y defensores dedicados a proteger la amplia gama de derechos humanos y nos preocupan”.

Gómez también condenó los recientes ataques a quienes brindan asistencia a personas afectadas por la emergencia económica. 

“Estamos con quienes educan, difunden y defienden los derechos humanos ya que los ataques hacia los defensores afectan los derechos de todos los ciudadanos”.

La rueda de prensa convocada por Amnistía Internacional tuvo como objetivo presentar el balance de los últimos días en materia de derechos humanos y publicar el resultado de una investigación realizada por el equipo de crisis de la organización durante su visita al país, debido a la preocupación de la ong internacional por el incremento del uso excesivo de la fuerza y la letalidad como forma de acallar las voces que exigen el respeto de sus derechos y que cada vez se hacen extensivas en las comunidades populares.

Diferenciación de género en la crisis de derechos

Luisa Kislinger, internacionalista, activista de los derechos de las mujeres y directora de la organización no gubernamental Mujeres en Línea, indicó en su participación que la crisis de derechos económicos, sociales y culturales impacta de manera diferenciada a mujeres, niñas y adolescentes y esto, ha aumentado las brechas de género, dejando en evidencia la ausencia de políticas públicas auténticamente feministas.

“Son estas mujeres, niñas y adolescentes quienes llevan el mayor peso de la emergencia en sus hombros y a través de ellas y sus testimonios, podemos sondear la profundidad de la crisis. Cuando una mujer muere por no contar con insumos médicos, o medicamentos necesarios durante el embarazo o el parto, o por no poder ser trasladada a tiempo, estamos ante una violación de sus derechos” indicó Kisliger.

La activista comentó que si el Estado no puede atender un proceso normal y biológico del ser humano como lo es el embarazo, difícilmente está en capacidad de atender otras condiciones de mayor complejidad. Además, hizo mención al último dato disponible de los boletines epidemiológicos del año 2016 que dan cuenta de un aumento de la mortalidad materna en 65% en tan sólo un año.

“Aunque no tenemos datos oficiales, todo parece indicar que esa cifra es hoy mucho peor” puntualizó.

La conflictividad social era inminente

Venezuela vive hoy una emergencia humanitaria sin precedentes. El quiebre institucional, la consolidación del autoritarismo, el incremento de la represión como respuesta gubernamental, la adopción de políticas económicas unilaterales, la discrecionalidad en los planes sociales, han hecho que los venezolanos sufran las peores violaciones a sus derechos humanos en la historia, así lo manifestó Marco Ponce, director del Observatorio Venezolano de Conflictividad Social, en su participación como panelista en el evento ofrecido a los medios.

“En el período de gobierno 2013-2018, el Observatorio Venezolano de Conflictividad Social (OVCS) registró 48.966 manifestaciones. Esto es una clara demostración del impacto de la crisis económica, política y social en la que ha estado sumergida la familia venezolana y el malestar de una población que se resiste a quedarse paralizada. Por el contrario, el rechazo se ha mantenido en plena efervescencia en todos los estratos sociales”.

De la misma forma, el defensor manifestó que en la actualidad la protesta se extendió desde zonas de clase media hasta los barrios y zonas populares del país, enfatizando que los venezolanos pasaron de exigir derechos sociales a exigir la renuncia de Nicolás Maduro y la entrada de ayuda humanitaria.

Venezolanos huyen de la crisis

La directora de Amnistía Internacional para las Américas, Erika Guevara-Rosas, señaló que en Venezuela la política de represión ha tomado otro matiz: el horror, la tortura y la persecución son elementos presentes en la actualidad, y una muestra de ello, es la impunidad con la que actúan los efectivos policiales y militares y las instituciones que imparten justicia.

Asimismo, Guevara- Rosas presentó un resumen de la investigación efectuada por la misión que constató graves violaciones de derechos humanos en varias zonas del país.

 “El caso venezolano requiere del conocimiento y la actuación de tribunales internacionales. Se deben establecer responsabilidades contra funcionarios de las Fuerzas de Acciones Especiales (FAES) que actúan como grupos dedicados a ejecuciones extrajudiciales en zonas populares”.

También, Guevara-Rosas señaló que hasta el 25 de enero de este año, 41 personas fueron asesinadas en protestas y se contabilizaron más de 900 detenciones, incluidos menores de edad que fueron recluidos en cárceles comunes.

En cuanto a la crisis de salud, destacó que el impacto ocasionado por el deterioro del sistema sanitario es responsabilidad del Estado y las consecuencias serias las padece la población venezolana.

“Negar la crisis humanitaria es una violación a los derechos humanos y Venezuela está sumida en una grave crisis de derechos humanos, económicos y sociales que afecta a aproximadamente 85% de la población al no tener acceso a alimentos ni servicios básicos”.

Finalmente, la defensora señaló que la mayor parte de estas violaciones de derechos humanos resultan de las fallas institucionales que agravan la situación día tras día.

 

Comunicado de Amnistía Internacional