Viernes, 06 de septiembre, 2019
Romero, Victoria

Greta Thunberg es una joven adolescente sueca creadora del movimiento Viernes para el Futuro. En agosto de 2018 Greta decidió faltar a clase todos los viernes para ir a protestar ante la sede del Parlamento sueco hasta que se adopten medidas más enérgicas para combatir el cambio climático


La iniciativa de esta defensora del ambiente se extendió en más de 100 países y más de un millón de jóvenes de todo el mundo participaron en el mes de mayo en las huelgas escolares por el clima del movimiento Viernes para el Futuro, por esta razón Greta Thunberg y el movimiento estudiantil de activistas contra el cambio climático han sido merecedores del premio Embajador/a de Conciencia de Amnistía Internacional de 2019, próximo a entregarse el 16 de septiembre.

“El premio Embajador/a de Conciencia es la máxima distinción que concede Amnistía Internacional, y rinde homenaje a personas que han demostrado una valentía y un liderazgo extraordinarios en la defensa de los derechos humanos. No se me ocurre nadie que pueda merecerlo más este año que Greta Thunberg y el movimiento de huelgas por el clima viernes para el Futuro”, ha manifestado KumiNaidoo, Secretario General de Amnistía Internacional.

Los y las activistas de Viernes para el Futuro tratan de incentivar a la población adulta a que se sume a su causa, por ello el viernes 20 de septiembre, con antelación a la Cumbre sobre la Acción Climática de las Naciones Unidas en Nueva York, se dará inicio a una semana de acción climática con una huelga mundial en defensa del clima y Amnistía Internacional apoyará este llamamiento.

“Cada joven participante en los Viernes para el Futuro representa lo que significa actuar con conciencia. Nos recuerdan que tenemos mucho más poder del que imaginamos, y que cada persona puede ser parte activa en la protección de los derechos humanos frente a la catástrofe climática”, Manifestó Kumi Naidoo, Secretario General de Amnistía Internacional.

En la actualidad se tiende a relacionar la crisis climática con su impacto en nuestro entorno natural, pero poco se toma en cuenta los terribles efectos en las personas, pudiendo incluso ser un problema de derechos humanos. El cambio climático intensifica las desigualdades, y sus consecuencias continuarán agravándose con el tiempo, ocasionando la ruina de generaciones actuales y futuras.

“La situación de los derechos humanos y la crisis climática van de la mano. No se puede resolver una sin resolver la otra”, manifestó Greta Thunberg.

Amnistía Internacional pide a los Estados que aumenten su acción contra el cambio climático, y que lo hagan en favor de los derechos humanos. Por ello, recomienda que se involucren a las personas más afectadas por el cambio climático: niños, niñas y jóvenes en las iniciativas para abordar y mitigar el cambio climático, además busca impulsar la promoción, la información y educación necesaria para tener una participación significativa en los debates que luego deberían ser incluidas en los procesos de decisión que las afecten directamente.

“Es un gran honor recibir el premio Embajadora de Conciencia de Amnistía Internacional en nombre del movimiento ‘Viernes para el Futuro’. Este premio no es mío, es un premio de todas y todos. Es genial todo el reconocimiento que estamos consiguiendo y saber que estamos luchando por algo que tiene tanta repercusión”, dijo Greta Thunberg.