Jueves, 10 de octubre, 2019
Romero, Victoria

El 30 de septiembre de 2019, la periodista marroquí Hajar Raissouni y su novio, Amin Rifaat, fueron condenados a un año de prisión tras ser declarados culpables de delitos relacionados con el aborto y de mantener relaciones sexuales extramatrimoniales


El médico que presuntamente practicó el aborto fue declarado también culpable y condenado a dos años de prisión, además de dos miembros de su personal les impusieron condenas condicionales de prisión, de un año y ocho meses, respectivamente.

Hajar ha relatado que le interrogaron sobre los articulos que hace que tienen un carácter político, también le preguntaron sobre su familia que está vinculada a movimientos islámicos en Marruecos. Pareciera que acusarla de aborto en Marruecos, un país donde está penalizado en casi todas las circunstancias es solo simple excusa para castigarla por sus artículos críticos con las autoridades. Nos tememos que su detención tenga una motivación política y esté relacionada con su trabajo como periodista. 

 “La sentencia de hoy es un golpe demoledor para los derechos de las mujeres en Marruecos. Hajar Raissouni, su novio y el personal médico implicado en el caso ni siquiera tendrían que haber sido detenidos. En lugar de detenerlos, difamar públicamente a Hajar Raissouni, invadir su intimidad y declararla culpable de cargos injustos, las autoridades marroquíes deberían anular el fallo condenatorio y ordenar su liberación inmediata e incondicional y la de todas las demás personas implicadas en el caso".

“El derecho internacional establece que las mujeres tienen derecho a tomar sus propias decisiones sobre su vida sexual y reproductiva. Penalizar el aborto es una forma de discriminación contra las mujeres. Las autoridades marroquíes deben derogar con carácter urgente todas las leyes que vulneran los derechos de las mujeres, incluidas las que penalizan las relaciones sexuales fuera del matrimonio y el aborto”.

No podemos permitir que esto suceda porque en materia de derecho internacional, las mujeres tienen derecho a tomar sus propias decisiones en materia sexual y reproductiva. Tipificar como delito servicios de salud, incluido el aborto es discriminación de género.

Con tu ayuda y con la de todos los activistas de Amnistía internacional podemos revertir esta situación. Haz click aquí y firma la petición en apoyo de Hajar Raissouni