Lunes, 05 de octubre, 2020
Jurado, Arantxa

Actualmente en el mundo, específicamente en América Latina, persisten las violaciones a los Derechos Humanos de mujeres y niñas a pesar de los distintos mecanismos propuestos por Organizaciones Internacionales que buscan disminuir la incidencia de la situación. En Venezuela, donde se encuentra demarcada una cultura machista, nos enfrentamos a una crisis, donde muchas mujeres y niñas son víctimas de la falta de acceso a la educación y servicios médicos, acoso sexual, maltrato físico y/o verbal e incluso femicidios y, lamentablemente no son tomadas acciones por parte del Estado para controlar la problemática


A través de los años ha podido evidenciarse la inclusión, dentro de las metas establecidas por las Organizaciones Internacionales y Estados, de los objetivos relacionados con el hecho de asegurar los derechos de los jóvenes, niños, niñas y adolescentes. Claro ejemplo de esto es el 11 de octubre, cuando se conmemora el “Día Internacional de la Niña” , declarado tal por la Asamblea General de las Naciones Unidas en el año 2011, con el fin de reconocer y promover sus derechos.

Muchos desafíos se han presentado para diferentes etnias, grupos religiosos y comunidades a lo largo de nuestro desarrollo como sociedad y seguimos siendo testigos de estas constantes luchas por el reconocimiento y el respeto frente a los retos actuales. Tomando solo los elementos históricos que han caracterizado la lucha de las mujeres y niñas, es obvia la clara opresión de la que las generaciones modernas han podido librarse gracias a la lucha de nuestras antecesoras, pero, ¿esto ha sido suficiente para el cese de discriminación hacia las mujeres y niñas?, ¿son reconocidos a nivel mundial nuestros derechos?, ¿están cumpliendo los objetivos propuestos en la materia en todo el mundo?

Dentro de los objetivos fijados por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), hay que destacar el Objetivo 5 de Desarrollo Sostenible: “Lograr la igualdad entre los géneros y empoderar a todas las mujeres y las niñas” . Si bien el involucramiento de la ONU y demás órganos asociados a la misma ha ayudado en el avance del empoderamiento de las niñas, siguen existiendo barreras que impiden su total respeto en, por ejemplo, el ámbito estudiantil e incluso familiar, ya que existen predisposiciones sociales que impiden el cumplimiento de este objetivo y sus sub-puntos.

A nivel latinoamericano, estas predisposiciones sociales representan el círculo problemático, donde se visualiza a las mujeres y niñas desde lo que dicta el rol de género que se viene arrastrando desde hace siglos: ser ama de casa, no estar involucrada en actividades laborales, servir al hombre, la objetificación, entre otros. En muchos casos, en vista de la falta de enseñanza de cultura feminista en estos países, las niñas son criadas de tal forma que aceptan este “rol” en la sociedad machista en la que nacieron, de manera que no llegan a conocer ni defender sus derechos.

En Venezuela, sumado a los elementos ya expuestos, enfrentamos una grave crisis de derechos humanos, donde muchas mujeres y niñas son víctimas de la falta de acceso a educación y servicios médicos, acoso sexual, maltrato físico y verbal e, incluso, femicidios. Cesar Heredia Terán (19 de junio, 2020) en su artículo "Mujeres asesinadas en Venezuela durante el año 2020", publicado en la plataforma digital de COTEJO-Lupa, indica que con el monitoreo realizado semanalmente a los medios de comunicación regionales y nacionales que efectúa la misma organización, van 172 mujeres asesinadas en Venezuela al 31 de agosto. Además, según estadísticas del Banco Mundial (2018), las mujeres entre 15 y 44 años de edad corren mayor riesgo de ser violadas o maltratadas en casa que de sufrir cáncer o accidentes de tránsito.

Como es obvio, el maltrato, acoso y asesinato son unas de las violaciones a los derechos de las mujeres y niñas más alarmantes en primera instancia, pero siguen existiendo otros agravantes a la situación, tales como escasez de alimentos y medicamentos necesarios para sobrevivir una crisis de salud que amenace al cuerpo femenino. Sin lugar a dudas, podría decirse que la mujer venezolana se encuentra expuesta a una cantidad de riesgos, donde ninguna organización del Estado puede garantizar completamente su seguridad.

Al vivir en un país que se caracteriza por la constante vinculación a la mujer netamente con su sexualidad, debo decir que me he enfrentado en muchas ocasiones con los comunes comentarios callejeros de índole sexual que, más de una vez, han escalado a más de lo que muchos llaman un "simple comentario", llevándome a sentir miedo constante cuando me encuentro en las calles, lo que me obliga a tomar preventivamente medidas que podrían asegurarme un poco más de seguridad, como no usar prendas de ropa ceñidas al cuerpo ni artículos de gran valor llamativos. Esto, lamentablemente, se ha convertido en un mecanismo adoptado por muchas niñas y mujeres, no solo venezolanas, sino de toda América, que temen sufrir acoso sexual. Tal como afirma Beatriz Borges, directora de la ONG Centro de Justicia y Paz (Cepaz):

En sentido general, todas estas limitantes representan a largo plazo un gran nivel de opresión que no permite a las mujeres y niñas involucrarse de manera activa en cuestiones que les conciernen o necesitan para su desarrollo, así como su supervivencia y la de sus familias. Es creencia popular que, tal vez esa opresión que menciono no tiene ningún efecto negativo en gran escala, sin embargo, el hecho de garantizar el crecimiento de las niñas en condiciones de equidad y respeto representa una inversión a futuro para la sociedad. El bienestar infantil es la clave para el progreso mundial y al no ser garantizado un entorno saludable para las niñas, se pone en riesgo su desarrollo y crecimiento que después, se traducirá en el desconocimiento de sus derechos y desaprovechamiento de sus talentos y potencialidades en las áreas educativas,

Considero que así como todo movimiento a su tiempo ha obtenido sus frutos, el empoderamiento de las niñas, adolescentes y mujeres del mundo llegará a revertir la normalización de la violación de sus derechos, pero es necesario que participemos como aliadas en este objetivo, compartiendo y difundiendo la información que sea necesaria sobre la garantía y protección de nuestros derechos. Como mujeres y niñas, buscamos personas y movimientos aliados para detener las constantes injusticias a las que estamos expuestas, para que, en un futuro impere el respeto hacia toda niña, adolescente y mujer que es necesario para una sociedad identificada por la equidad e igualdad.

Datos y cifras

En Venezuela, problemas como el embarazo adolescente y el matrimonio infantil perpetúan la desigualdad de género y la pobreza y se constituyen como una violación a los derechos a la salud, educación, seguridad e integridad personal de miles de niñas y adolescentes.

La tasa de embarazos adolescentes en Venezuela es la tercera más elevada en América Latina: 95 nacimientos por cada 1000 adolescentes entre 15 y 19 años de edad (UNFPA, 2019).

Según Equivalencias en Acción (2019), 27% de todos los partos en cuatros centros de salud fueron de madres adolescentes menores de 19 años de edad.

Entre 2007 y 2014, uno de cada 10 nacimientos fue de una madre adolescente. Según cifras del Ministerio del Poder Popular para la Salud, las tasas de fecundidad en adolescentes son más altas que las de la población total de mujeres.

El índice de escasez para todos los métodos conceptivos en Venezuela se ubica entre 83,3% y 91,7%. Al no existir un acceso suficiente y adecuado a métodos anticonceptivos, las mujeres y adolescentes venezolanas no tienen la posibilidad de decidir sobre su sexualidad y reproducción (Equivalencias en Acción, 2019).

En Venezuela, 70% de las mujeres de 18 años que ocupan roles como jefas de hogar o como esposas dejan de asistir a centros educativos (Instituto Nacional de Estadísticas).

El 12% de las adolescentes entre 12 y 17 años dejaron de asistir a la escuela debido al embarazo y cuidado del hogar (Encovi, 2017). 

Una madre adolescente en Venezuela se encuentra con un sistema de salud en crisis. Según las últimas cifras oficiales disponibles, la mortalidad materna en Venezuela aumentó 65% entre 2015 y 2016. Las madres venezolanas no reciben atención médica suficiente, especializada y de alta calidad.

En suma, no hay políticas públicas para garantizar la salud sexual y reproductiva de mujeres y adolescentes, dado el colapso del sistema público de salud, la escasez y altos costos de métodos anticonceptivos y la ausencia de programas de educación integral de sexualidad. Estas fallas impactan en el aumento de la mortalidad materna, el embarazo adolescente, las infecciones de transmisión sexual y abortos inseguros (Equivalencias en Acción, 2019).

Las madres adolescentes están en riesgo de:

  • Muerte perinatal
  • Infecciones de transmisión sexual
  • Abandono de la escuela
  • Relegación al cuidado del hogar
  • Desincorporación del trabajo productivo a futuro
  • Pobreza y acentuación de la desigualdad de género

En América Latina y el Caribe, una de cada cuatro mujeres se han casado antes de los 18 años. En su mayoría provienen de pueblos indígenas, viven en áreas rurales y pertenecen a las comunidades más deprimidas (UNICEF). En Venezuela, tan sólo entre 2013 y 2014, más de 10.000 niñas habían contraído matrimonio o asentado uniones estables de hecho (Consejo Nacional Electoral).

Las niñas y adolescentes casadas están a mayor riesgo de:

  • Violencia doméstica
  • Violencia sexual
  • Infecciones de transmisión sexual
  • Embarazo adolescente
  • Muerte perinatal
  • Abortos inseguros
  • Deserción escolar
  • Privación de oportunidades laborales
  • Dependencia económica
  • Pobreza

Las niñas son más vulnerables al matrimonio infantil durante crisis humanitarias. 8 de cada 10 países con las tasas más elevadas de matrimonio infantil son de Estados frágiles. Condiciones estructurales como la desigualdad de género, la pobreza, la inseguridad y la deserción escolar coloca a las niñas en mayor riesgo. Inclusive, las propias familias afectadas por las crisis humanitarias pueden considerar el matrimonio de sus hijas como una salida de la pobreza y una forma de protección de la violencia (Girls Not Brides).

La Emergencia Humanitaria Compleja en Venezuela también arriesga a las niñas y adolescentes de las comunidades más pobres a la trata de personas. Según varias organizaciones, mujeres y niñas son trasladadas a zonas urbanas o centros turísticos en el Caribe para ser forzadas a la prostitución y explotación sexual. No hay cifras oficiales sobre el problema (Mujeres al Límite, 2017).

Para garantizar y proteger el derechos a la salud, educación y seguridad de las niñas y adolescentes, el Estado venezolano debe:

  • Proporcionar programas de educación integral de sexualidad;
  • Garantizar el acceso adecuado y suficiente de métodos anticonceptivos;
  • Atender el colapso del sistema de salud y ofrecer atención médica de calidad a las madres;
  • Estudiar e incorporar el matrimonio infantil dentro de la agenda de políticas públicas;
  • Fortalecer los programas educativos dirigidos a las niñas y adolescentes;
  • Proporcionar espacios seguros y proteger a las niñas y adolescentes en riesgo de ser víctimas de trata y explotación sexual;
  • Complementar y cooperar con los esfuerzos de las agencias humanitarias en la protección de las niñas y adolescentes en riesgo.

 

 

Referencias

Damiano, D. (2020). DERECHOS DE LAS MUJERES EN VENEZUELA: NECESIDAD DE JUSTICIA, VERDAD Y REPARACIÓN. 30 de septiembre de 2020, de Amnistía Internacional Sitio web: https://www.amnistia.org/ve/blog/2020/09/16579/derechos-de-las-mujeres-en-venezuelaanish/why/why_rights.html

Grupo del Banco Mundial (2018). Mujer, empresa y derecho, base de datos. 30 de septiembre de 2020, de Banco Mundial Sitio web: https://wbl.worldbank.org/

Heredia, C. (2020). Mujeres asesinadas en Venezuela durante el año 2020. 30 de septiembre, 2020, de COTEJO Sitio web: https://cotejo.info/2020/06/mujeres-asesinadas-en-venezuela/

Red Naranja de Venezuela (2020). Efecto Cocuyo: La Violencia Contra La Mujer Vive Camuflada En La Cultura Venezolana. 30 de septiembre de 2020, de Red Naranja de Venezuela Sitio web: https://rednaranja.com.ve/efecto-cocuyo-la-violencia-contra-la-mujer-vive-camuflada-en-la-cultura-venezolana/

Organización de las Naciones Unidas (2020). Día Internacional De La Niña | Naciones Unidas 30 de septiembre de 2020, de Naciones Unidas Sitio web: https://www.un.org/es/observances/girl-child-day#:~:text=El%2019%20de%20diciembre%20de, empoderamiento% 20y% 20el% 20cumplimiento% 20de