Miércoles, 30 de junio, 2021
Gómez, Glendys

Han transcurrido 4 años desde que les fue arrebatada la vida a estas dos mujeres y no se ha llevado a nadie ante la justicia.


Las mujeres por décadas han sufrido de desigualdad en sus derechos, en 1791 la francesa Olympe de Gouges escribió la Declaración de los Derechos de la Mujer y de la Ciudadana al considerar que la Declaración de Derechos del Hombre y del Ciudadano proclamada por la Revolución Francesa no amparaba a la mitad de la humanidad, es decir, a las mujeres.

El primero de los artículos que componen su declaración dice que “La mujer nace libre y permanece igual al hombre en derechos”. Han transcurrido varios siglos y la cifra de feminicidios va en aumento en todo el mundo, una muestra de ello es el caso de Popi Qwabe y Bongeka Phungala en Sudáfrica quienes fueron asesinadas en mayo del 2017.

Popi Qwabe tenía 24 años contaba con un don artístico, estudiaba artes dramáticas disfrutaba actuar, bailar y cantar conoció a Bongeka Phungula en la universidad, eran compañeras de habitación lo que les permitió hacer lazos de amistad.

Bongeka tenía 28 años sus padres fallecieron cuando ella era muy joven, quedando a cargo de su abuela, le generaba gran pasión la actuación y se caracterizaba por ser muy honesta.

El viernes 12 de mayo del 2017 a pesar de ser una noche fría y lluviosa Popi Qwabe y Bongeka Phungala decidieron salir, Bongeka invitó a su prima Mdu a unirse. Mdu estaba ocupada en ese momento, por lo que no pudo unirse y aviso a través de un mensaje de Whatsapp alrededor de las 7 pm sin recibir respuesta.

El sábado 13 de mayo Mdu le escribe por whatsapp a su prima Bongeka al notar que no contesta, la llama a su teléfono pero estaba apagado.

El domingo 14 de mayo la madre de Popi, Nomsa quedó extrañada de no recibir la llamada de su hija mayor y se preguntó por qué no le había llamado para decir “Feliz día de las madres”, Popi jamás habría olvidado llamarla en una fecha como esa.

Los teléfonos de ambas se encontraban apagados los hermanos de Popi salieron a buscarla, al entrar en el lugar donde vivían se dieron cuenta de que habían cocinado pero que no consumieron los alimentos, guardaban la esperanza de que en la noche regresarían a casa.

El lunes 15 de mayo a través de la radio local se escuchó una alarmante noticia en donde indicaban que se encontraron los cuerpos sin vida de cuatro mujeres durante el fin de semana.

Los familiares de Popi Qwabe y Bongeka Phungala iniciaron la desesperada búsqueda en hospitales, al no encontrarlas se dirigieron a la comisaria en donde verificaron que el número de identidad de Bongeka correspondía a uno de los cadáveres encontrados el fin de semana, no tenían información sobre Popi. Era tarde y debían ir a la morgue a identificar el cuerpo de Bongeka, al llegar el oficial de la morgue les preguntó si las chicas que buscaban tenían tatuajes, mostrándoles la foto de un cuerpo que aún no había sido identificado, era Popi.

Según los informes el cuerpo de Bongeka fue encontrado con heridas de bala y tirada a un lado de la carretera. El cuerpo sin vida de Popi fue encontrado en un lugar separado e identificado en un depósito de cadáveres. Las familias creen que las mujeres fueron violadas y arrojadas a lugares separados.

Desde la confirmación del brutal asesinato, los familiares esperaban la investigación por parte de los oficiales, no contaban con recursos para un abogado, sin avances en la investigación y por la incompetencia de no seguir los protocolos para tomar las evidencias no se logró ningún proceso, a pesar de que el taxi que las jóvenes tomaron tenia sangre de las chicas en su interior el departamento forense nunca dio los resultados, los familiares indican que los oficiales no comprobaron huellas digitales ni rastrearon sus teléfonos.

Dos operadores de taxi fueron detenidos en relación con sus muertes, poseían algunas de las pertenencias de las mujeres, incluido un teléfono celular y lápiz labial, que dijeron haber encontrado en el taxi. Debido a las demoras en la investigaciones sobre el caso se sospecha de corrupción entre el investigador de la policía, el cual se había comprometido a ayudar a las familias. Ambos hombres quedaron en libertad por falta de pruebas. Han transcurrido 4 años desde que les fue arrebatada la vida a estas dos mujeres y no se ha llevado a nadie ante la justicia.

No hay nadie que garantice que los culpables serán llevados ante la justicia, ni en este ni en ningún otro. Este caso demuetra el problema contra el cual han luchado las mujeres durante siglos.