Lunes, 09 de agosto, 2021

Instamos a los legisladores y las legisladoras a que aprueben una ley general que cumpla la obligación internacional de Corea del Sur en materia de derechos humanos de proteger a todas las personas de la discriminación, permitiendo que el país sea un faro de igualdad en la región


Ante la introducción de otro proyecto de ley más que trata de prohibir la discriminación en la sociedad de Corea del Sur, incluso por motivos de orientación sexual e identidad de género, Suki Chung, encargada de campañas sobre Asia Oriental de Amnistía Internacional, ha declarado:

“La introducción de este proyecto de ley contra la discriminación, combinada con los proyectos legislativos existentes al respecto, representa una oportunidad histórica para que Corea del Sur le diga por fin al mundo que no se van a seguir tolerando las violaciones del derecho a la igualdad en ninguna parte de la sociedad”.

“Aprobando esta ley, Corea del Sur puede prohibir la discriminación en todas sus formas, incluso contra las personas lesbianas, gays, bisexuales, transgénero e intersexuales, que sufren una discriminación histórica y sistémica en el país”.

“Durante el servicio militar, las personas LGBTI sufren estigmatización, hostigamiento, violencia y criminalización, al mismo tiempo que se sigue negando a las parejas homosexuales de todo el país el matrimonio y otras formas de vínculo legalmente reconocidas”.

“En los últimos años, Corea del Sur ha hecho grandes avances en la protección de los derechos humanos, pero continúa fallando a sus comunidades LGBTI y otros grupos desfavorecidos. La Asamblea Nacional debe aprovechar por fin la oportunidad de aprobar esta ley histórica y hacer las cosas bien”.

“Instamos a los legisladores y las legisladoras a que aprueben una ley general que cumpla la obligación internacional de Corea del Sur en materia de derechos humanos de proteger a todas las personas de la discriminación, permitiendo que el país sea un faro de igualdad en la región”.

Información complementaria

El legislador Park Joo-min, del Partido Democrático de Corea (partido gobernante), ha introducido hoy en la Asamblea Nacional un proyecto de ley contra la discriminación, lo que significa que actualmente se debaten en el Parlamento varios proyectos legislativos sobre este asunto. De ser aceptados, las propuestas legislativas se fusionarán en un solo proyecto de ley que sería aprobado como ley general contra la discriminación y abarcará todas las áreas de la sociedad surcoreana, incluidas las personas LGBTI.

Amnistía Internacional acoge con satisfacción la introducción de este proyecto y pide a los miembros de la Asamblea Nacional que garanticen que es una ley realmente general, significativa y aplicable. Toda discriminación basada en la raza, la etnia, la nacionalidad, la lengua, la clase, la religión, las creencias, el sexo, el género, la orientación sexual, la identidad de género, las características sexuales, estado civil o familiar, edad, salud o discapacidad o cualquier otra condición debe ser prohibida. Además, las autoridades deben establecer un mecanismo para la presentación de quejas y un sistema de resarcimiento efectivo para las víctimas de discriminación.

La Asamblea Nacional ha rechazado numerosos proyectos de ley propuestos en los últimos 14 años, incluidas recomendaciones del gobierno y de la Comisión Nacional de Derechos Humanos de Corea. Esta es la décima vez, desde 2007, que se presenta ante la Asamblea Nacional de Corea del Sur una propuesta legislativa contra la discriminación.

Hace alrededor de un año, el 29 de junio de 2020, el Partido de la Justicia colaboró con otros miembros de la Asamblea para proponer un proyecto de ley contra la discriminación, pero no obtuvo el apoyo de la mayoría parlamentaria. En las ocasiones anteriores, la inclusión de disposiciones que prohibían la discriminación de las personas LGBTI resultó especialmente polémica.

La Constitución de Corea del Sur prohíbe la discriminación, al igual que los tratados internacionales de derechos humanos que Corea del Sur ha ratificado. Pero la discriminación, sobre todo la que afecta a las personas LGBTI en Corea del Sur, sigue existiendo en diversas formas, algunas de ellas institucionalizadas.

Las relaciones sexuales consentidas entre personas adultas del mismo sexo continúan estando penalizadas en las fuerzas armadas, a pesar de que no están prohibidas para la población general. Casi todos los hombres hacen el servicio militar y pasan al menos 18 meses en un entorno en el que la estigmatización o incluso la violencia contra las personas LGBTI están institucionalizadas. El artículo 92-6 del Código Penal Militar del país califica las relaciones sexuales entre personas del mismo sexo de “acoso sexual”. Cualquier persona que viole esta ley podría ser condenada a hasta dos años de cárcel.

La pandemia de COVID-19 también ha dado más relieve a los prejuicios dominantes contra las personas LGBTI en Corea del Sur. En los casos en los que se supo que personas LGBTI habían dado positivo para el virus, los medios de comunicación y la población vincularon de forma discriminatoria e infundada la propagación de la COVID-19 a la orientación sexual o la identidad de género.

En virtud de las leyes y normas internacionales de derechos humanos, los gobiernos tienen la responsabilidad de respetar y proteger a las personas LGBTI, lo que incluye la adopción de políticas y leyes para prevenir su discriminación.

La presentación de un proyecto de ley antidiscriminación en Corea del Sur aprovecha el impulso logrado por este tipo de leyes en otros países asiáticos. Se está estudiando un proyecto de ley integral contra la discriminación en Filipinas, y un proyecto legislativo específicamente sobre la discriminación de las personas LGBTI se está debatiendo en Japón. Mientras tanto, Taiwán legalizó el matrimonio homosexual en 2019 y Tailandia aprobó la Ley de Igualdad de Género en 2015.