Sábado, 27 de noviembre, 2021
Rizzo, Aniella

La violencia, la agresión, la humillación de una persona a otra es altamente preocupante, sobre todo, si sucede en un ambiente único e íntimo como lo es la relación entre parejas

 


 

La violencia, la agresión, la humillación de una persona a otra es altamente preocupante, sobre todo, si sucede en un ambiente único e íntimo como lo es la relación entre parejas. La violencia en el noviazgo, venga de parte del hombre o la mujer, es una situación extrema de dominación y de abuso psicológico.

El querer dominar o controlar a la otra persona, es una de las características de lo que se conoce como violencia en el noviazgo.

Una situación difícil de salir

"Su intención, más que dañar, es dominar y someter ejerciendo el poder”, para Morales y Rodríguez (2012) – Ellos la definen como: “el uso o amenaza de la fuerza física, restricción, abuso psicológico y/o el abuso sexual con el propósito de causar daño o dolor a la otra persona. Se considera que hay violencia sí al menos uno de estos componentes está presente en la relación”. Se establece que existen esfuerzos sistemáticos, por parte de la pareja, para controlar, dominar y atemorizar a través de actos de violencia física, abuso emocional, coerción sexual y aislamiento social. Es así que, en las relaciones inmersas en la violencia, por lo regular es difícil salir.

Muchas mujeres u hombres encerrados en este tipo de relaciones, asustados o incluso en negación de la situación extrema en la que se encuentran no admiten que están siendo vulnerados por sus parejas, no creen que sea violencia o creen que el acto de violencia al que fueron sometidos no va a volver a pasar y buscan justificar a su pareja, aunque les haya hecho daño, siguiendo la relación hasta que vuelve a suceder la agresión con una intensidad mayor.

También hay que considerar la cantidad de manipulación que se muestra después de la agresión, el agresor se disculpa, jura no volver hacerlo, promete que fue un arrebato de ira, incluso llega a culpar a la víctima de la situación por algún gesto que está haya hecho, pero lo importante es recalcar que en estas situaciones la víctima nunca tiene la culpa, la culpa es siempre del agresor.

La violencia de pareja no solo se extiende a las parejas casadas o en convivencia, sino a las parejas de novios o de otra índole en donde existe una relación afectiva y sexual, sean o no del mismo sexo. Las personas que son víctimas en sus relaciones a menudo también cometen actos de violencia, pero no todas las relaciones implican violencia mutua. 

Se reconocen tres principales tipos de maltrato en parejas:

Física, psicológica/emocional y sexual. En donde el más común es el psicológico o emocional.

El maltrato psicológico o emocional tiene como características el humillar a la pareja, ofender de forma verbal con palabras altisonantes o que hacen alusión al físico de la persona, también es el hecho de querer manipular a la persona en lo físico o conductual, imponiendo sus gustos sobre lo que debería o no usar. La violencia física puede ir de forma leve como podrían ser los tirones, jalones de cabello o de los brazos, hasta bofetadas, golpes, patadas o ya en casos crónicos golpes brutales en los cuales se requiera atención médica o hasta provocar la muerte. La violencia sexual, es donde se obliga a la pareja a tener relaciones sexuales. Cabe destacar, que cualquier forma de violencia tiene consecuencias emocionales y de la misma forma la violencia sexual conlleva maltrato físico.

El tipo de violencia que se ejerce depende en parte del tipo de violencia al cual ha estado expuesto el individuo tanto directamente, en este caso la familia de origen o por parte de una pareja; como indirectamente a través del conocimiento de los tipos de violencia que ejercen sus conocidos con sus parejas.

Una problemática que debe ser atendida hoy

¿Por qué enfocarnos en la violencia presente en el noviazgo y no en la doméstica?

Porque así podemos atender el problema antes de que llegue a convertirse en violencia doméstica que también pueda afectar a menores de edad. Si se logran identificar estás víctimas dentro de la relación abusiva antes de que se conviertan en familias, así se puede separar a la víctima de su agresor antes de que se establezcan como familia.

El aislamiento forzado

Desde que surgió la pandemia en el 2020 muchas víctimas se han visto forzadas a permanecer en casa con sus agresores y los casos de violencia en el noviazgo se han vuelto más comunes y es por ello que debemos recordarle a estás víctimas que no están solas, que siempre habrá alguien que las escuche y esté dispuesto a ayudar, que sus gritos no serán silenciados. Es importante recalcar la labor de Red Naranja que desde el inicio de la pandemia por Covid-19 y la cuarentena respectiva, desde marzo de 2020, la Alianza Cepaz, CEM-UCV y Fundamujer para Atención Psicolegal en VCM han atendido cada vez más casos, variados y diferentes, de Violencia contra las Mujeres por Razón de Género. Incluso, Red Naranja ha publicado una lista de cotejo con las distintas frases u agresiones que se realizan contra las víctimas, que varían entre reclamar, humillar, ridiculizar, agredir y manipular.

Ayudemos a estas personas a vivir una vida libre de violencia, si conoces a alguien que sea víctima de este tipo de violencia denuncia, ayuda a la víctima a denunciar estás agresiones, no le demos la espalda a aquellos que nos necesitan, ayudemos a acabar esta Violencia en el noviazgo.

 

Foto: Pixabay

Fuente:

Valenzuela-Varelaa A,Vega-López MG. Violencia en el noviazgo en adolescentes. Un problema de salud pública. Sal Jal. 2015;2(3):164-16