Martes, 22 de marzo, 2022
Damiano, Daniela

Es importante crear conciencia en su utilización la cual debe ser de forma sostenible, cuidarlas de la sobreexplotación para que sobrevivan a la contaminación, al cambio climático y puedan satisfacer las necesidades de una población


Cada 22 de Marzo se celebra el Día Mundial del Agua, el mismo fue decretado en la Asamblea General de las Naciones Unidas el 28 de julio de 2010, a través de la Resolución 64/292, donde se reconoció el derecho humano al agua y al saneamiento, reafirmando que un agua potable limpia y el saneamiento son esenciales para la realización de todos los derechos humanos. Fecha que se aprovecha para sensibilizar a la población sobre el problema que existe en cuanto a la escasez del vital líquido, agravándose cada año a consecuencia de la contaminación y los efectos del Cambio Climático.   

Este año el enfoque y lema es hacia las “Aguas subterráneas, hacer visible lo invisible”, están en todas partes, son importantes para el funcionamiento de los ecosistemas, como los humedales y los ríos. Su principal fuente de recarga es la lluvia y la nieve que se infiltran en el suelo y pueden extraerse a la superficie por medio de bombas y pozos.

Según datos de la Organización de Naciones Unidas (ONU), el 98% del agua dulce líquida se encuentra bajo nuestros pies y superficie terrestre, se almacena en los acuíferos que son formaciones geológicas de rocas o sedimentos compuestos de material permeable capaces de albergar y conservar agua en su interior.

Es importante crear conciencia en su utilización la cual debe ser de forma sostenible, cuidarlas de la sobreexplotación para que sobrevivan a la contaminación, al cambio climático y puedan satisfacer las necesidades de una población, de lo contrario podríamos llegar al agotamiento de este recurso, encarecimiento de su tratamiento, regeneración y hasta la paralización de su uso.

El acceso al agua es un derecho humano indispensable para la vida, y la garantía de acceso al agua en condiciones de igualdad exige tener en cuenta que las mujeres y las niñas son las encargadas de recolectar el 80% de agua en los hogares sin acceso a este recurso; agua que es necesaria para la limpieza, higiene y alimentación familiar, tareas que todavía, mayoritariamente, están en manos de mujeres. Esto trae una serie de consecuencias, directas o indirectas, especialmente para las mujeres como: problemas de seguridad, problemas de salud, menor acceso a la educación y reducción de las oportunidades para obtener ingresos, entre otros.

El agua subterránea en Venezuela

Según estudio de “Ríos subterráneos y acuíferos kársticos de Venezuela: Inventario, situación y conservación 2015”, Venezuela cuenta con fuentes de aguas subterráneas buenas, con aguas de alta calidad y de poca alteración. Sin embargo esto no es producto de una toma de conciencia o de una gestión humana inteligente, sino porque se trata de situados en zonas remotas, poco pobladas o de difícil acceso.

Pero en la medida que la antropización del territorio avanza, se aproximan los problemas y se acrecientan los riesgos. Para conservarlos se deben proteger a través del sistema de Parques nacionales y áreas naturales protegidas, señalando que deben evitarse los problemas directos o indirectos de contaminación y pérdida de cobertura forestal, la minería en general de carbón, oro, diamantes y minerales “raros” o de valor estratégico, los planes inadecuados de turismo de masas y las intromisiones extranjeras disfrazadas como exploraciones o proyectos de investigación.

Especialmente importante sería evitar la geo y biopiratería, y la realización de “estudios” sin permiso previo adecuado, sin controles y sin contrapartes nacionales que garanticen que los resultados obtenidos queden y contribuyan al acervo nacional.

Caso Lago de Valencia o Tacariguas

El Informe 2019 – 2021 del Grupo Interdisciplinario para abordar la Emergencia Humanitaria Compleja en los derechos humanos al agua y saneamiento (GIEHC-Agua y Saneamiento), señalan que durante los últimos años la Emergencia Humanitaria Compleja en Venezuela se profundizo en el sector que debe garantizar este derecho. Se detectó en el plano nacional la destrucción y contaminación de cuencas de agua dulce y la afectación del Mar Caribe (constantes derrames petroleros impactando costas y ecosistemas) lo cual representa un deterioro con consecuencias para toda la región sin haber ningún tipo de intento por parte de las autoridades en detener esta situación. 

Al momento de escribir este reporte, el Lago de Valencia o Tacariguas continuaba en su ascenso y se encontraba en la cota máxima de seguridad 414 m.s.n.m. En la actualidad no hay información veraz de su nivel, pero si es evidente los niveles de colapso de los sistemas de redes de cloacas y de insalubridad en las que viven los ciudadanos de las diferentes comunidades afectadas por su crecimiento, trayendo consecuencias graves problemas de salud como enfermedades de tipo respiratorias, de ojos, piel (escabiosis), otros…, en medio de la Pandemia de Covid¬-19.  

Las áreas protegidas, que son patrimonio nacional de la nación, están siendo aprovechadas comercialmente para el turismo, la minería, la extracción de madera y los deportes extremos, entre otros usos, utilizando medidas aparentemente legales que irrespetan tanto las figuras de protección, como los bienes públicos de la nación. Todo esto tiene incidencia en las reducciones de los caudales de las aguas, en el aumento de los sedimentos, contaminación mercurial, riesgo de los pueblos ancestrales, contaminación de fuentes de aguas y alimentos, esclavitud de niñas, niños, adolescentes y mujeres, tanto indígenas como criollas, en incendios forestales, en deforestación, otros.

 

Datos y cifras OMS

En 2015, el 71% de la población mundial (5200 millones de personas) utilizaba un servicio de suministro de agua potable gestionado de forma segura —es decir, ubicado en el lugar de uso, disponible cuando se necesita y no contaminado.

En todo el mundo, al menos 2000 millones de personas se abastecen de una fuente de agua potable que está contaminada por heces.

El agua contaminada puede transmitir enfermedades como la diarrea, el cólera, la disentería, la fiebre tifoidea y la poliomielitis. Se calcula que la contaminación del agua potable provoca más de 502 000 muertes por diarrea al año.

844 millones de personas carecen incluso de un servicio básico de suministro de agua potable, cifra que incluye a 159 millones de personas que dependen de aguas superficiales.

De aquí a 2025, la mitad de la población mundial vivirá en zonas con escasez de agua.

El 89% de la población mundial (6500 millones de personas) utilizaba al menos un servicio básico —es decir, una fuente mejorada de suministro de agua potable para acceder a la cual no es necesario un trayecto de ida y vuelta superior a 30 minutos.

En los países menos adelantados, el 22% de los centros sanitarios carecen de fuentes de agua, el 21% de servicios de saneamiento, y el 22% de servicios de gestión de desechos.

 

Fuentes:

 

Naciones Unidas

https://www.un.org/es/observances/water-day

OMS

https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/sanitation

Ríos subterráneos y acuíferos kársticos de Venezuela:

Inventario, situación y conservación.

http://www.aranzadi.eus/wp-content/files_mf/1442327598Total.RSV.webSCA.pdf