Lunes, 18 de agosto, 2025
Juan Navarrete
La asistencia humanitaria (también llamada ayuda humanitaria) es el conjunto de acciones y recursos destinados a salvar vidas, aliviar el sufrimiento y preservar la dignidad humana de personas afectadas por crisis de naturaleza humanitaria, ya sean resultado de desastres naturales, conflictos armados, desplazamientos forzados u otras situaciones de emergencia
El 19 de agosto de 2003, un atentado bomba en el hotel Canal de Bagdad se cobró la vida de 22 trabajadores humanitarios, entre ellos el Representante Especial del Secretario General de la ONU para Iraq, Sergio Vieira de Mello. Cinco años más tarde, la Asamblea General adoptó una resolución que designaba el 19 de agosto como Día Mundial de la Asistencia Humanitaria.
Uno de los propósitos fundamentales de las Naciones Unidas, como se afirma en su Carta, es "realizar la cooperación internacional en la solución de problemas internacionales de carácter económico, social, cultural o humanitario". La primera vez que la ONU participó en una reconstrucción tras un conflicto fue en Europa tras la devastación de la Segunda Guerra Mundial en 1945.
Se estima que más de 300 millones de personas necesitarán asistencia y protección humanitaria en 2024 a causa de los conflictos armados internos e internacionales, el cambio climático, crisis de migrantes, refugiados y otros factores.
La asistencia humanitaria (también llamada ayuda humanitaria) es el conjunto de acciones y recursos destinados a salvar vidas, aliviar el sufrimiento y preservar la dignidad humana de personas afectadas por crisis de naturaleza humanitaria, ya sean resultado de desastres naturales, conflictos armados, desplazamientos forzados u otras situaciones de emergencia. Este tipo de asistencia se caracteriza por estar guiada por los principios de humanidad, imparcialidad, neutralidad e independencia operacional.
Los principales actores son los Estados, organizaciones internacionales (como la ONU, OEA y ONG internacionales), ONG humanitarias, de derechos humanos, de derecho internacional humanitario y las organizaciones de la sociedad civil. La coordinación entre estos actores es clave para lograr la respuesta adecuada y oportuna.
Es importante que la asistencia humanitaria tenga Enfoque diferencial, en donde se tenga en consideración las necesidades específicas de diferentes grupos poblacionales (niñez, personas mayores, personas en condición de discapacidad, comunidades LGBTIQ+, migrantes y refugiados, entre otras) e incorporaren un enfoque de género e interseccional para maximizar el impacto y la equidad.
La OCHA, Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios, tiene un papel clave en la coordinación, movilización y gestión de la respuesta humanitaria ante emergencias y crisis. Su función es asegurar que las intervenciones humanitarias sean eficaces, oportunas, complementarias y respeten los principios de humanidad, neutralidad, imparcialidad e independencia.
En América Latina, actualmente uno de los pisases que vive una Emergencia Humanitaria Compleja es Venezuela. De acuerdo a Transparencia Venezuela, es una crisis prolongada y multidimensional que afecta todos los ámbitos de la vida en la población. Este tipo de emergencia implica el colapso significativo de las estructuras estatales, la incapacidad de respuesta institucional y la convergencia de factores políticos, económicos y de derechos humanos que ponen en riesgo la vida, la integridad personal y la dignidad de las personas que viven en Venezuela.
Esto ha traído como consecuencia el colapso institucional y político, escases generalizada de alimentos, medicinas, acceso insuficiente a agua potable y electricidad, colapso y falta de acceso a la salud y educación. Igualmente, la pobreza, desigualdad, represión sistemática y generalizada. Así como, graves violaciones a los derechos humanos en general.
El desplazamiento forzado masivo, refugiados y la migración es una consecuencia directa de la emergencia humanitaria compleja que padece Venezuela. Se estima que aproximadamente 9 millones de personas al 2025 han abandonado el país, principalmente buscando alternativas de vida en países de América Latina, Europa y Estados Unidos. En la actualidad el flujo migratorio sigue activo, gran parte quienes permanecen lo hacen en condiciones de vulnerabilidad extrema.
Es importante que la asistencia humanitaria pueda tener todas las garantías para que desarrolle su labor sin interferencias, represalias y sin poner obstáculos para que las personas y organizaciones puedan proteger a las víctimas de las crisis humanitarias.