Martes, 25 de abril, 2017

“Esta noche, Arkansas continúa su vergonzoso retroceso, en contra de la tendencia dominante a apartarse de la pena de muerte. Las condenas de Jack Jones y Marcel Williams son otro ejemplo atroz de la aplicación de la pena capital a personas con grave discapacidad mental y un historial de abusos. Hay que parar de inmediato esta cinta transportadora de muerte con la conmutación de todas las condenas pendientes y la abolición definitiva de la pena de muerte.”


Arkansas ha ejecutado hoy a Jack Jones, el segundo de los cuatro presos que está previsto ejecutar antes de que las existencias de inyección letal del estado caduquen al final del mes. Jones fue condenado a muerte a pesar de que el jurado no había sido informado de su grave discapacidad mental. La ejecución de Marcel Williams, también programada para esta noche, seguía en proceso de apelación en el momento de la muerte de Jones.

“Esta noche, Arkansas continúa su vergonzoso retroceso, en contra de la tendencia dominante a apartarse de la pena de muerte. Las condenas de Jack Jones y Marcel Williams son otro ejemplo atroz de la aplicación de la pena capital a personas con grave discapacidad mental y un historial de abusos. Hay que parar de inmediato esta cinta transportadora de muerte con la conmutación de todas las condenas pendientes y la abolición definitiva de la pena de muerte.”

Un informe publicado este mismo mes por Amnistía Internacional ha mostrado que, por primera vez desde 2006 y sólo por segunda vez desde 1991, Estados Unidos no se encuentra entre los cinco países que más ejecuciones llevan a cabo en el mundo. El número de ejecuciones (20) de 2016 fue el más bajo registrado anualmente desde 1991. La cifra de ejecuciones ha descendido cada año desde 2009, excepto en 2012, cuando se mantuvo sin cambios.