Miércoles, 24 de mayo, 2017

Las autoridades allanaron la casa del defensor de derechos humanos Ehisler Vásquez y la fiscalía amenazó con imputarlo cuando él solicitó información sobre el motivo del allanamiento arriesgando sus labores de defensa de derechos humanos ante una posible criminalización. 


El 10 de mayo a las 7:00 am, funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Políticas Penales y Criminalísticas (CICPC o policía científica) se presentaron en el domicilio de Ehisler Vásquez en la ciudad de Barquisimeto, Venezuela y realizaron un allanamiento. Aunque el señor Vásquez afirma que preguntó en reiteradas ocasiones cuál era la razón del procedimiento, no obtuvo respuesta por parte de los funcionarios.

Después del allanamiento, Ehisler Vásquez se dirigió a la sede del CICPC donde también negaron proporcionarle una respuesta sobre los motivos del allanamiento. Posteriormente se dirigió a la Fiscalía Superior del Estado Lara, donde dice que le informaron que existía una denuncia en su contra por daños causados a la sede del Ministerio Público unos días atrás. Ehisler Vásquez afirma que cuando se dirigió a la Fiscalía Municipal Primera del Ministerio Público en el Estado Lara, para verificar los motivos de la denuncia, la Fiscal a cargo aparentemente lo habría confundido con otra persona afirmando “tú eres El Morocho”.

El señor Vásquez negó que fuera tal persona y se identificó con su nombre completo. La Fiscal aseguró que ella habría solicitado la orden de allanamiento, pero no le imputó ningún cargo. No obstante, le advirtió que de existir algún elemento incriminatorio en su contra, actuaría en consecuencia. De acuerdo a la Asociación Civil Fuerza, Unión, Justicia, Solidaridad y Paz (FUNPAZ), de la que es fundador Ehisler Vásquez, tanto el allanamiento como el inicio de una investigación en su contra son parte de una estrategia de criminalización y estigmatización a los defensores de derechos humanos en Venezuela, lo cual lo pone en riesgo inminente de ser privado de libertad y de ser sometido a un juicio injusto. 

 

Ehisler Vásquez es un defensor de derechos humanos, miembro activo y fundador de la Asociación Civil Fuerza, Unión, Justicia, Solidaridad y Paz (FUNPAZ) organización no gubernamental de derechos humanos, que fue conformada por víctimas de la represión de los sucesos del 15 y 16 de abril de 2013. El 16 de abril de 2013, Ehisler Vásquez quien para la fecha tenía 19 años de edad, resultó gravemente herido por presuntos funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) en la ciudad de Barquisimeto, Estado Lara, mientras ejercía el derecho a la manifestación pacífica. Cuando los funcionarios de la GNB comenzaron la represión de la manifestación, Ehisler Vásquez recibió cinco disparos de perdigones que le impactaron directamente en el rostro, espalda y piernas, quedando con lesiones de carácter permanente en su mejilla izquierda. Como consecuencia, ha sido intervenido quirúrgicamente en cuatro oportunidades con el objetivo de lograr una recuperación completa de estas lesiones.

Ehisler Vásquez aún no ha obtenido una recuperación óptima, debido a la falta de acceso a medicamentos en Venezuela, que no le permite seguir con el tratamiento establecido. Esta ausencia de tratamiento adecuado le está afectando seriamente su ojo izquierdo. Es importante resaltar que Ehisler Vásquez, en cuatro años, no ha tenido acceso al expediente en el cual se investigan los hechos en donde resultó herido y los hechos permanecen impunes. En su proceso de recuperación y de denuncia pública, Ehisler Vásquez articuló acciones con otras víctimas de la represión en el estado Lara con la intención de denunciar las graves violaciones de derechos humanos ocurridas en este contexto de manifestaciones del 2013. A partir de esto y gracias a las víctimas reunidas se logró la conformación de FUNPAZ. De acuerdo a la información suministrada por el Comité de Familiares de Víctimas de los Sucesos de Febrero y Marzo de 1989 (COFAVIC) a Amnistía Internacional, tanto FUNPAZ como sus integrantes han recibido varias amenazas por medio de redes sociales, teléfonos celulares y otros medios por el trabajo de defensa de derechos humanos.