Miércoles, 14 de junio, 2017

Las mujeres indígenas de Guatemala que hablan en contra de empresas muy poderosas, se enfrentan a enormes riesgos en el curso de su trabajo y los retos significativos en la búsqueda de justicia cuando se violan sus derechos. Lolita y otros líderes en la vanguardia de la resistencia pacífica a los proyectos de extracción de recursos no deseados, son a menudo perseguidos  y etiquetados como “eco-terroristas” y “anti-desarrollo” por las fuerzas que desean silenciarlos. Las autoridades guatemaltecas no deben permanecer de brazos cruzados cuando esto sucede, sino que deben adoptar una posición firme para proteger a los defensores de derechos humanos como Lolita Chávez de cualquier daño.


La defensora de los derechos humanos Lolita Chávez es conocida por los canadienses por su postura decidida y de principios sobre el derecho de los pueblos indígenas de Guatemala. Lolita les ha hablado a los líderes de Canadá, inversores y al público en general acerca de las formas en que el gobierno de Guatemala ha fallado en proteger a los pueblos indígenas y cómo esto los deja expuestos a abusos por parte de los agentes empresariales, tales como los interesados en la minería, hidroeléctrica y otros. La mayoría de las personas en la región dependen de la agricultura, de subsistencia como medio de vida y están preocupados de que estas actividades industriales destruirían fuentes de agua necesaria para el uso y consumo humano y de animales y el riego. Lolita organizó una consulta comunitaria en el desarrollo de recursos en Santa Cruz Del Quiché, sus habitantes y los residentes votaron abrumadoramente 'NO' a cualquier forma de desarrollo industrial en sus tierras.

Por su trabajo para defender su territorio de la extracción de recursos no deseada y no reglamentada, Lolita ha sufrido numerosas amenazas, ataques y atentados contra su vida. A ella se le otorgaron medidas cautelares para proteger su vida por parte de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y de las vida con un guardia armado a su lado, sin embargo, aunque esto garantiza un cierto grado de protección, no ha sido suficiente.

Las mujeres indígenas de Guatemala que hablan en contra de empresas muy poderosas, se enfrentan a enormes riesgos en el curso de su trabajo y los retos significativos en la búsqueda de justicia cuando se violan sus derechos. Lolita y otros líderes en la vanguardia de la resistencia pacífica a los proyectos de extracción de recursos no deseados, son a menudo perseguidos  y etiquetados como “eco-terroristas” y “anti-desarrollo” por las fuerzas que desean silenciarlos. Las autoridades guatemaltecas no deben permanecer de brazos cruzados cuando esto sucede, sino que deben adoptar una posición firme para proteger a los defensores de derechos humanos como Lolita Chávez de cualquier daño.