Jueves, 15 de junio, 2017

Las autoridades rusas ha utilizado la detención masiva como táctica para sofocar las protestas pacíficas. Pero las represalias no se han quedado ahí. En Moscú y en San Petersburgo, centenares de manifestantes pacíficos han sido encerrados durante toda la noche en comisarías de policía, en condiciones claramente degradantes, hacinados en las celdas sin apenas comida, camas ni fácil acceso a instalaciones higiénicas”, ha señalado Denis Krivosheev, director adjunto de Amnistía Internacional para Europa y Asia Central.


Centenares de personas que se manifestaron pacíficamente en contra de la corrupción en las dos principales ciudades de Rusia han sido sometidas a tratos crueles y degradantes bajo custodia policial en la últimas 48 horas, mientras las autoridades continúan con su campaña de represión de los participantes en las concentraciones multitudinarias que tuvieron lugar en todo el país el 12 de junio, así lo ha comunicado Amnistía Internacional hoy.

“Las autoridades rusas ha utilizado la detención masiva como táctica para sofocar las protestas pacíficas. Pero las represalias no se han quedado ahí. En Moscú y en San Petersburgo, centenares de manifestantes pacíficos han sido encerrados durante toda la noche en comisarías de policía, en condiciones claramente degradantes, hacinados en las celdas sin apenas comida, camas ni fácil acceso a instalaciones higiénicas”, ha señalado Denis Krivosheev, director adjunto de Amnistía Internacional para Europa y Asia Central.

“Hemos recibido gran cantidad de información sobre personas amontonadas unas sobre otras en las comisarías de policía, donde a los agentes encargados de registrar los casos se les acumulaba tanto el trabajo, que las han obligado a pasar la noche en el suelo o incluso en la calle durante el tiempo que han estado bajo custodia policial. Es indignante que se detenga a una persona y se la someta a esas condiciones, y no digamos ya si ha sido detenida sin más motivo que expresar pacíficamente sus opiniones.”

Según el grupo de vigilancia de la situación OVD-Info, la policía rusa detuvo al menos a 1.721 manifestantes pacíficos el 12 de junio, superando con ello el ya atroz récord que había alcanzado al detener a más de mil personas en una serie anterior de manifestaciones pacíficas celebradas en marzo.

En esta última oleada de detenciones se ha encerrado a alrededor de 800 manifestantes pacíficos sólo en Moscú, a un número similar en San Petersburgo y a decenas más en otras localidades de toda Rusia. Aunque la mayoría de las personas detenidas fueron puestas en libertad una vez hubo tramitado la policía sus informes individuales de detención administrativa, la acumulación de casos ha obligado a cientos de ellas a pasar la noche en comisaría a la espera de su informe y, en muchos casos, su juicio.

Tal fue el caso, por ejemplo, de 10 manifestantes pacíficos que estuvieron hacinados en una sala con sólo tres sillas y ninguna cama en una comisaría de policía del distrito de Kalininsky de San Petersburgo. Pasaron dos noches en esas condiciones, en espera de su juicio ante tribunales abrumados por la acumulación de casos.

Seis personas detenidas en otra comisaría de policía del mismo distrito han denunciado terribles condiciones de reclusión. La policía las trasladó al tribunal apretujadas en un pequeño vehículo donde, según dijeron, apenas podían respirar. Las personas detenidas afirman que llevan dos días sin dormir y que las ha obligado a cumplir su “detención administrativa” por periodos de hasta cinco días en una celda sin camas, mientras que las demás celdas estaban atestadas.

Al menos tres personas fueron obligadas a pasar la noche a la intemperie, a la puerta de la comisaría de policía de Alekseevsky de Moscú, por falta de celdas libres.

Parece que las autoridades rusas han querido transmitir un nuevo mensaje al hacer que estas detenciones hayan sido lentas, humillantes y dolorosas. Las autoridades rusas deben dejar de detener a manifestantes pacíficos, cuyo único “delito” ha sido molestar a quienes están en el poder. Si hay algún caso en que hayan sido detenidos por algún delito reconocible internacionalmente, los manifestantes deben recibir un trato humano”, ha explicado Denis Krivosheev.

Amnistía Internacional reitera su llamamiento a las autoridades rusas para que dejen en libertad de inmediato y sin condiciones a todos los manifestantes pacíficos detenidos únicamente por el ejercicio de su derecho a la libertad de expresión y de reunión pacífica durante las concentraciones contra la corrupción.