Viernes, 28 de julio, 2017

El compromiso de Francia con el reasentamiento de refugiados de Siria ha sido limitado en los últimos años. Esta enérgica declaración del presidente francés debe ir acompañada sin demora de decisiones sobre el número y la nacionalidad de las personas que se beneficiarán de ese compromiso. 


A raíz de las declaraciones sobre la política de asilo de Francia realizadas por el presidente Emmanuel Macron el jueves 27 de julio de 2017 en Orleans, el responsable del Programa de protección de la población de Amnistía Internacional Francia, Jean-François Dubost, ha manifestado: 
  
“La decisión del presidente de desplegar misiones de la Agencia Francesa para la Protección de los Refugiados y Apátridas (Office français de protection des réfugiés et apatrides, OFPRA) en terceros países seguros, más cerca de los países de origen de los conflictos, es una noticia importante. Esto contribuiría a que las personas refugiadas no tengan que poner en peligro sus vidas para encontrar refugio. 
  
El compromiso de Francia con el reasentamiento de refugiados de Siria ha sido limitado en los últimos años. Esta enérgica declaración del presidente francés debe ir acompañada sin demora de decisiones sobre el número y la nacionalidad de las personas que se beneficiarán de ese compromiso. 
  
Por contra, resultan mucho más preocupantes las noticias de las que se ha hecho eco la prensa sobre el establecimiento de centros de examen de solicitudes de asilo en terceros países, en particular en Libia. En ese país, las personas migrantes y refugiadas están expuestas a terribles situaciones de violencia, como torturas, trabajos forzosos y detención arbitraria, abusos que —con total impunidad— perpetran tanto las autoridades que gestionan los centros de detención gubernamentales como grupos de carácter privado. 
  
En este contexto, el establecimiento de centros de examen de solicitudes de asilo en Libia es una idea extremadamente peligrosa que debe descartarse. De seguir adelante con esa idea, las personas que buscan refugio quedarían atrapadas en un país que carece de un sistema de asilo y donde no se les puede ofrecer protección, y se daría lugar inevitablemente a violaciones de los derechos humanos.
  
Francia debe centrarse en fortalecer la capacidad de rescate en el Mediterráneo central, para evitar que la tasa de mortalidad siga aumentando dramáticamente.”