Jueves, 17 de agosto, 2017

El defensor de los derechos humanos Arash Sadeghi, de 30 años, padece complicaciones digestivas y problemas respiratorios cada vez más graves desde que estuvo 71 días en huelga de hambre, como consecuencia de la persistente negativa de las autoridades a permitir su hospitalización fuera de la prisión de Evin de Teherán


El preso de conciencia y defensor de los derechos humanos iraní Arash Sadeghi está gravemente enfermo y necesita ser hospitalizado de inmediato fuera de la prisión. Sin embargo, las autoridades se niegan a permitir su traslado, aparentemente por orden de la Guardia Revolucionaria. La negación de acceso a atención médica en estas circunstancias constituye tortura.

El defensor de los derechos humanos Arash Sadeghi, de 30 años, padece complicaciones digestivas y problemas respiratorios cada vez más graves desde que estuvo 71 días en huelga de hambre, como consecuencia de la persistente negativa de las autoridades a permitir su hospitalización fuera de la prisión de Evin de Teherán. Unos funcionarios judiciales le han comunicado que se le niega el permiso por orden de la Guardia Revolucionaria, y los funcionarios de la prisión le han dicho que el traslado al hospital “no está en sus manos”. El 6 de agosto lo llevaron a un hospital fuera de la prisión donde le hicieron una colonoscopia, una endoscopia y un lavado del estómago, para devolverlo luego a la prisión al cabo de 48 horas. Es la cuarta vez desde febrero de 2017 que llevan a Arash Sadeghi a un hospital y lo devuelven a la prisión prematuramente, antes de haber recibido la atención médica necesaria. Los médicos aconsejaron su hospitalización por tiempo prolongado para que pudiera recibir el tratamiento especializado que necesita por su numerosos problemas de salud, causados por su larga huelga de hambre y agravados por la falta constante de atención médica adecuada.

Arash Sadeghi padece nauseas crónicas, arritmia cardíaca, asma y una úlcera de estómago que le impide tomar alimentos sólidos, y la dieta líquida que recibe no es lo suficientemente nutritiva. Tiene que tomar anticoagulantes y otros medicamentos. Los funcionarios de la prisión le han dicho que estos medicamentos son caros y debe empezar a pagárselos él. Amnistía Internacional tiene entendido que la huelga de hambre afectó al funcionamiento de sus riñones y que no le han hecho ninguna prueba desde que puso fin a ella en enero de 2017. Arash Sadeghi se declaró en huelga de hambre en octubre de 2016 para protestar por el encarcelamiento de su esposa, la también defensora de los derechos humanos Golrokh Ebrahimi Iraee, por escribir un relato ficticio en contra de la pena de lapidación. La huelga de hambre dio lugar a tanta indignación pública, que las autoridades se vieron obligadas a dejar a Golrokh Ebrahimi Iraee salir de la prisión con un permiso carcelario temporal el 2 de enero. Sin embargo, el 22 de enero volvieron a detenerla para que siguiera cumpliendo condena.

Escriban inmediatamente en persa, en inglés, en español, en francés o en su propio idioma, instando a las autoridades iraníes a:

- poner a Arash Sadeghi y Golrokh Ebrahimi Iraee en libertad de inmediato y sin condiciones, pues son presos de conciencia, encarcelados exclusivamente por el ejercicio pacífico de su derecho a la libertad de expresión, reunión y asociación por medio de su trabajo de derechos humanos;

- dejar de utilizar la negación de atención médica como medida punitiva adicional contra Arash Sadeghi y garantizar que tiene de inmediato acceso a atención médica especializada fuera de la prisión;

- investigar a los responsables de la negación de atención médica, que constituye tortura dadas sus necesidades médicas, y llevarlos ante la justicia para que sean juzgados de acuerdo con las normas internacionales sobre juicios justos.

 

ENVÍEN LLAMAMIENTOS ANTES DEL 27 DE SEPTIEMBRE DE 2017 A:

Presidente de la Magistratura
Head of the Judiciary

Ayatollah Sadeghi Larijani    

Number 4, Deadend of 1 Azizi

Above Pasteur Intersection

Vali Asr Street, Tehran, Irán

Tratamiento: Excelencia / Your Excellency

 

Fiscal general de Teherán
Prosecutor General of Tehran

Abbas Ja’fari Dolat Abadi     

Office of the Prosecutor

Corner (Nabsh-e) of 15 Khordad Square

Tehran, Irán          

Tratamiento: Excelencia / Your Excellency

 

Y copias a:

Representante permanente ante la ONU en Ginebra
Permanent Representative to the UN in Geneva

Mohsen Naziri Asl 

The Chemin du Petit-Saconnex 28

1209 Geneva, Suiza

Envíen también copia a la representación diplomática de Irán acreditada en su país.

 

Información complementaria

Arash Sadeghi se halla encarcelado en la prisión de Evin de Teherán desde junio de 2016, cumpliendo dos condenas distintas que ascienden a un total de 19 años. Está siendo castigado por sus actividades pacíficas de derechos humanos, entre ellas el hecho de comunicarse con Amnistía Internacional y proporcionarle información sobre la situación de los derechos humanos en Irán.

Otras actividades pacíficas de derechos humanos citadas en su sentencia como “prueba” de su participación en “acciones contra la seguridad”  nacional son: participar en concentraciones pacíficas de protesta por la detención de la defensora de los derechos humanos Narges Mohammadi y la ejecución en 2014 del preso político Gholamreza Khosravi Savadjani; denunciar agresiones físicas a presos políticos durante un asalto a la Sección 350 de la prisión de Evin en abril de 2014; expresar solidaridad con presos de conciencia en Facebook; visitar a las familias de personas que fueron víctimas de homicidio en la década de 1980 y durante la represión ejercida tras las elecciones presidenciales de 2009; enviar información sobre violaciones de derechos humanos al relator especial sobre la situación de los derechos humanos en Irán y a varios miembros del Parlamento Europeo; conceder entrevistas a los medios de comunicación, publicar en Facebook críticas relativas a la ejecución masiva de presos políticos durante la década de 1980, y sumarse a la campaña contra la pena de muerte Paso a Paso para Abolir la Pena de muerte, conocida por el acrónimo en persa Legam. Para más información sobre la situación de los derechos humanos en Irán, véase el informe de Amnistía Internacional: Caught in a web of state repression: Iran’s human rights defenders under attack, 2 de agosto de 2017: https://www.amnesty.org/es/documents/mde13/6446/2017/en/

Arash Sadeghi y Golrokh Ebrahimi Iraee fueron detenidos a la vez el 6 de septiembre de 2014. Tras su detención, Arash Sadeghi fue llevado a la Sección 2A de la prisión de Evin, que administra la Guardia Revolucionaria, y estuvo recluido durante seis meses, la mayor parte del tiempo en régimen de aislamiento, hasta quedar en libertad con fianza. Ha dicho que durante ese tiempo sufrió tortura y otros malos tratos: “Uno de los interrogadores me golpeó con su cinturón [...] a veces me apretaba el cuello hasta casi ahogarme. Una vez me golpeó en la cabeza tan fuerte, que estuve mareado durante un par de horas”. Ha explicado que los interrogadores recurrieron también a la humillación sexual, obligándolo a quitarse la ropa y a ponerse en cuclillas en la sala de interrogatorio, y que, cuando oía a su esposa gritar en la celda de al lado, se burlaban y de él y lo amenazaban con ejecutarla. Durante su juicio, dijo al juez que había sido torturado bajo custodia. El juez se rió y respondió: “Todo el mundo dice eso”.

Arash Sadeghi fue condenado a 15 años de prisión en agosto de 2015, tras declararlo la Sala 15 del Tribunal Revolucionario de Teherán culpable de cargos falsos, como “difusión de propaganda contra el sistema”, “reunión y colusión para cometer delitos contra la seguridad nacional”, “insultos al fundador de la República Islámica” e “infundios”. El tribunal activó además una condena condicional de cuatro años de prisión que le había sido impuesta en 2011 también por su activismo pacífico. El juicio, que se celebró junto con el de su esposa, fue manifiestamente injusto. Consistió en dos breves sesiones, celebradas en mayo y junio de 2015 y que duraron menos de 15 minutos. No tuvo asistencia letrada durante el juicio; su primer abogado fue presionado por funcionarios de los servicios de inteligencia para que se retirara de la causa, y al segundo le prohibieron leer el sumario y, a la larga, defenderlo. Arash Sadeghi ha afirmado que, cuando se quejó de ello, el tribunal le dijo que no podía tener un abogado de su elección, sino sólo uno de oficio, a lo que él se negó. En marzo de 2017 redujeron a Golrokh Ebrahimi Iraee 30 días de su condena de seis años de prisión en el marco de un indulto concedido con motivo del Nowrooz, el Año Nuevo iraní. En julio de 2017 negaron a Arash Sadeghi y Golrokh Ebrahimi Iraee la solicitud de revisión judicial que habían formulado.

La negativa de las autoridades a proporcionar a las personas presas atención médica constituye tortura si tal privación es intencional y causa dolor o sufrimiento graves, infligidos con objeto de castigar, coaccionar o intimidar, conseguir una “confesión” o con cualquier otro motivo basado en discriminación de alguna clase. Véase el informe de Amnistía Internacional: Health care taken hostage: Cruel denial of medical care in Iran’s prisons, 18 de julio de 2016: (https://www.amnesty.org/es/documents/mde13/4196/2016/en/).

 

Nombres: Arash Sadeghi (h); Golrokh Ebraimi Iraee (m)

Sexo: Hombre y mujer

Foto: ShutterStock