Viernes, 26 de enero, 2018

“Las autoridades de Papúa Nueva Guinea y Australia deben abordar las preocupaciones subyacentes planteadas por el solicitante de asilo, y deben trasladarlo a un hospital en Australia donde pueda recibir el tratamiento adecuado que necesita urgentemente", declaró Kate Schuetze, investigadora de Amnistía Internacional sobre Oceanía


En respuesta a la noticia de que un solicitante de asilo que está recibiendo tratamiento en un hospital de Puerto Moresby, en Papúa Nueva Guinea, por una enfermedad grave, ha permanecido inmovilizado durante tres días y está siendo alimentado a la fuerza por personal del hospital después de pasar 20 días en huelga de hambre, Kate Schuetze, investigadora de Amnistía Internacional sobre Oceanía, ha manifestado:

“Imponer a un paciente tratamiento médico y alimentación forzada sin su consentimiento, a menos que sea médicamente necesario, puede violar el derecho a la salud y el derecho a no ser sometido a tortura y otro trato cruel, inhumano o degradante. Este paciente se ha puesto en huelga de hambre para protestar por el deficiente tratamiento médico que ha recibido en Papúa Nueva Guinea y para reclamar su necesidad de tratamiento médico adicional, que no se le puede proporcionar en el país”.

“Las autoridades de Papúa Nueva Guinea y Australia deben abordar las preocupaciones subyacentes planteadas por el solicitante de asilo, y deben trasladarlo a un hospital en Australia donde pueda recibir el tratamiento adecuado que necesita urgentemente.”

Información complementaria

Este solicitante de asilo se encuentra actualmente en el Hospital Internacional del Pacífico de Puerto Moresby, Papúa Nueva Guinea, y ha sido objeto de una orden judicial para facilitar la alimentación forzada y el tratamiento médico que está recibiendo actualmente. Afirma que el personal del hospital le ha abofeteado para intentar alimentarlo a la fuerza.

Previamente había sido enviado a Australia para recibir tratamiento médico, antes de ser devuelto a la isla de Manus. Los profesionales de la medicina le han informado de que su enfermedad no puede ser tratada en Papúa Nueva Guinea, pero las autoridades australianas se han negado a trasladarlo a Australia para recibir tratamiento adicional. Lleva en el Hospital Internacional del Pacífico poco más de un mes.

Unos 800 refugiados y solicitantes de asilo permanecen recluidos en la isla de Manus, en Papúa Nueva Guinea, desde hace casi cuatro años y medio, bajo custodia del gobierno australiano y en condiciones restrictivas, crueles y degradantes.

Algo más de un centenar de refugiados y solicitantes de asilo fueron enviados a Puerto Moresby en 2017 para recibir tratamiento médico; algunos llevan allí casi un año. Amnistía Internacional habló en noviembre de 2017 con más de 30 refugiados en Puerto Moresby, muchos de los cuales dijeron que llevaban meses esperando tratamiento médico o habían sido informados de que sus enfermedades no pueden ser tratadas en Papúa Nueva Guinea a causa de las limitaciones del sistema de atención médica, incluida la falta de equipo o especialistas.

Los solicitantes de asilo que están en Papúa Nueva Guinea son los que inicialmente pidieron asilo en Australia pero no han tenido derecho a una presentación o apelación justas de sus solicitudes, pese a que algunos han recibido una evaluación inicial negativa de las autoridades de inmigración de Papúa Nueva Guinea. Más de 800 refugiados y solicitantes de asilo permanecen atrapados en Papúa Nueva Guinea en virtud de la cruel política australiana de “tramitación extraterritorial de solicitudes de protección internacional”.

 

Fotografía: Shutterstock / Orlok.