Martes, 06 de marzo, 2018

Grecia tiene que trasladar a las personas refugiadas a un lugar seguro, en el territorio continental. Pide al primer ministro griego Alexis Tsipras que traslade a las personas solicitantes de asilo al continente, donde puedan ser mejor atendidas y acceder a mejores alojamientos y servicios


Ahora mismo hay 12.000 personas atrapadas en condiciones terribles en las islas griegas que necesitan ser trasladadas a un lugar seguro.
 
Estas personas, entre las que hay familias con niños y niñas de corta edad, han huido de países destruidos por la guerra, dejando todo atrás. Algunas han perdido a sus seres queridos. Lo único que querían era un nuevo hogar y un futuro seguro. Pero ahora mismo están atrapadas en las islas griegas en condiciones de inseguridad. Lo que es peor, muchas tienen que dormir en tiendas de campaña de verano, por lo que ahora mismo están expuestas al frío y la lluvia y no están a salvo.
 
Tenemos que actuar ya, antes de que la situación empeore.
 
Grecia tiene que trasladar a las personas refugiadas a un lugar seguro, en el territorio continental.
 
Pídele al primer ministro griego Alexis Tsipras que traslade a las personas solicitantes de asilo al continente, donde puedan ser mejor atendidas y acceder a mejores alojamientos y servicios.
 
Tu tuit puede ser decisivo. Cuando alzamos la voz juntos y juntas, quienes están en el poder escuchan.
 
Las familias refugiadas en Grecia necesitan protección
 
Salem* (44 años) y su esposa Leyla* (42) vienen de Damasco (Siria), donde Salem era zapatero y dirigía una pequeña fábrica propia. Huyeron de Siria en 2012 con sus tres hijos, después de que las bombas destruyeran su barrio. En diciembre del año pasado llegaron a Quíos en medio del mal tiempo, en una barca que hacía agua, con otras 70 personas. Los niños pasaron mucho miedo durante el peligroso trayecto.
 
Cuando los conocimos a finales de enero, vivían en una tienda y usaban mantas para tener cierta sensación de privacidad. Leyla teme tener cáncer de mama y Salem está muy preocupado por ella. Se alegran de estar lejos de los horrores de la guerra en Siria, pero tienen miedo por su futuro. Sólo quieren estar sanos y a salvo, y confían en que sus hijos puedan ir pronto a la escuela.
 
Ahmed* (20 años) sólo quiere continuar su vida
 
Ahmed estudio ingeniería mecánica antes de tener que huir de un Yemen destrozado por la guerra. Llegó a Quíos en junio del año pasado junto con otras 40 personas, tras sobrevivir al viaje por mar en un maltrecho bote. Perdió a su hermano, que viajaba solo mientras trataba de huir de la guerra.
 
Cuando lo conocimos, a finales de enero, Ahmed vivía en una tienda con otras seis personas. Lo único que quiere es vivir en un lugar donde pueda volver a soñar.
 
De Afganistán a Turquía y a Irán... y ahora en Grecia
 
Cuando conocimos a Malik* (30 años) y a su esposa Diba* (20), llevaban casi un mes viviendo en el campo de refugiados de Vial, en Quíos. Habían huido de Afganistán en 2015 y tienen dos hijos de dos y tres años. Cuando atravesaron Turquía e Irán se sintieron muy inseguros, y continúan teniendo esa sensación en el campo.
 
Diba dice que no se siente a salvo cuando visita las duchas sola. Quieren viajar a Alemania para reunirse con su familia, pero sobre todo, lo que quieren es vivir a salvo en un país donde sus hijos puedan ir a la escuela.
 
*Nombre ficticio