Jueves, 15 de marzo, 2018

“Ahmed H, que simplemente trataba de ayudar a su familia a huir de Siria, ha sido injustamente demonizado tanto dentro como fuera de la sala del tribunal. Ninguna de las pruebas presentadas contra él constituye un ‘acto de terror’, y su declaración de culpabilidad es un flagrante uso indebido de las disposiciones relativas al terrorismo", declaró Eda Seyhan, responsable de campañas sobre política antiterrorista en Europa de Amnistía Internacional


En respuesta a la declaración de culpabilidad de Ahmed H, un sirio procesado por cometer un presunto “acto de terror” durante unos enfrentamientos con la policía húngara en la frontera entre Serbia y Hungría en septiembre de 2016, Eda Seyhan, responsable de campañas sobre política antiterrorista en Europa de Amnistía Internacional, ha manifestado:

“La sentencia de hoy refleja la peligrosa confluencia de las draconianas leyes antiterroristas de Hungría y su implacable represión de las personas refugiadas y migrantes. La declaración de culpabilidad de Ahmed por estos cargos debe anularse en apelación, y Ahmed debe ser puesto en libertad sin demora”.

“Ahmed H, que simplemente trataba de ayudar a su familia a huir de Siria, ha sido injustamente demonizado tanto dentro como fuera de la sala del tribunal. Ninguna de las pruebas presentadas contra él constituye un ‘acto de terror’, y su declaración de culpabilidad es un flagrante uso indebido de las disposiciones relativas al terrorismo.”

“Después de más de dos años y medio entre rejas, esta absurda decisión constituye un golpe devastador para Ahmed, su esposa y sus dos hijas de corta edad.”

Ahmed H fue declarado culpable de “complicidad en un acto de terror” y de “entrada ilegal como parte de un disturbio masivo”, y fue condenado a siete años de prisión y a la expulsión de Hungría durante 10 años.

Información complementaria

En agosto de 2015, Ahmed dejó a su familia en Chipre para ir a ayudar a sus ancianos padres y a otros seis familiares a huir de Siria y buscar seguridad en Europa. Un mes después se encontraron atrapados junto con cientos de personas refugiadas más en la frontera húngara, al haber vallado la policía el paso fronterizo con Serbia.

Al intentar algunas personas refugiadas cruzarlo, estallaron enfrentamientos. La policía húngara respondió con gas lacrimógeno y un cañón de agua, y causó lesiones a decenas de personas. Algunas personas arrojaron piedras, entre ellas Ahmed. No obstante, las imágenes aparecidas en las noticias muestran también claramente que Ahmed utilizó un megáfono para pedir a ambos bandos que mantuvieran la calma.

Por este incidente, un tribunal húngaro lo declaró culpable de un “acto de terror”, en aplicación de la extremadamente amplia e imprecisa legislación húngara contra el terrorismo, y en noviembre de 2016 lo condenó a 10 años de prisión. En junio de 2017, un tribunal de apelación ordenó que el caso se juzgara de nuevo.