Martes, 20 de marzo, 2018

“El hostigamiento, la intimidación y las agresiones no pueden convertirse en el pan de cada día para los defensores y defensoras de los derechos humanos en Manipur. Estos casos suscitan la preocupación de que se esté reanudando el intento de bloquear el trabajo de derechos humanos en el Estado”, ha dicho Arijit Sen, director de programas de Amnistía Internacional India.


Los defensores y defensoras de los derechos humanos que hacen campaña en favor de que se haga justicia sobre las ejecuciones extrajudiciales cometidas en Manipur están sufriendo ataques, hostigamiento e intimidación; así lo ha manifestado hoy Amnistía Internacional India, y ha instado a las autoridades estatales a investigar con prontitud e imparcialidad todas las denuncias.

“Al menos cuatro activistas relacionados con la Asociación de Familias de Víctimas de Ejecución Extrajudicial (EEVFAM) de Manipur afirman haber sufrido hostigamiento o ataques en los últimos meses a manos de personal de las fuerzas de seguridad u otros”, ha manifestado Arijit Sen, director de programas de Amnistía Internacional India.

“N. Biren Singh, ministro principal de Manipur, debe garantizar que las autoridades estatales protegen los derechos constitucionales de estos hombres y mujeres valientes que luchan por la verdad y la justicia.”

En julio de 2017, el Tribunal Supremo ordenó a la Oficina Central de Investigaciones que investigara más de 90 presuntas ejecuciones extrajudiciales cometidas en Manipur entre 1979 y 2012 a raíz de una petición presentada por la Asociación de Familias de Víctimas de Ejecución Extrajudicial (EEVFAM) y la ONG Human Rights Alert. La investigación sigue abierta.

La noche del 26 de febrero de 2018, miembros de la policía y el ejército irrumpieron en la vivienda de Ranjeeta Sadokpam, quien trabaja con Human Rights Alert, asegurando que buscaban a alguien llamado “Somendro”. Sadokpam contó que el personal iba acompañado de un hombre enmascarado y que, a pesar de que la familia les dijo repetidamente que se confundían de domicilio, interrogaron a sus hermanos Dhiren y Ronen y les ordenaron que demostraran su identidad. A continuación obligaron a todos los miembros de la familia a firmar un documento cuyo contenido no revelaron.

Ranjeeta Sadokpam afirmó: “No era normal que aparecieran en nuestra casa en mitad de la noche buscando a la persona equivocada, cuando tenían toda la información pertinente sobre el barrio. Eso hizo que me diera cuenta de que aquello tenía que ver con mi trabajo”.

Human Rights Alert ha presentado una denuncia ante el Director General de la Policía de Manipur. Babloo Loitongbam, director ejecutivo de la organización, dijo: “Los ataques contra personas que trabajan con EEVFAM siguen un patrón, y están dirigidos a desquiciar a los defensores y defensoras de los derechos humanos en Manipur”.

El 8 de febrero de 2018, la policía detuvo y recluyó durante 15 horas sin orden judicial a Manoj Thockchom, que trabaja con EEVFAM, y lo interrogó acerca de su presunta relación con grupos armados. El 8 de enero de 2018, personal de la policía fue al domicilio de Sagolsem Menjor Singh, defensor de los derechos humanos y miembro de EEVFAM cuyo hijo había muerto en una presunta ejecución extrajudicial en 2009. Menjor no estaba en casa. Según su esposa, la policía aseguró que iba a detener a Menjor pero se negó a entregarle una copia de la orden de detención. Más tarde, un funcionario público confirmó que no se había cursado orden de detención contra Menjor en ningún momento.

El 14 de octubre de 2017, alguien disparó contra Okram Nutankumar, otro defensor de los derechos humanos y participante entusiasta de las actividades de EEVFAM, desde el exterior de su casa. Al día siguiente presentó una denuncia, pero más adelante descubrió que la policía no había emitido un parte inicial de denuncia.

El 2 de enero de 2018, el Centro para el Desarrollo Social, organización que ha apoyado abiertamente a EEVFAM, vio suspendida su licencia para recibir fondos extranjeros por trabajar supuestamente contra el “interés público”.

“El hostigamiento, la intimidación y las agresiones no pueden convertirse en el pan de cada día para los defensores y defensoras de los derechos humanos en Manipur. Estos casos suscitan la preocupación de que se esté reanudando el intento de bloquear el trabajo de derechos humanos en el Estado”, ha dicho Arijit Sen.