Lunes, 26 de marzo, 2018

“Ya habíamos documentado cómo el uso de armas incendiarias está quemando vivos a civiles que literalmente no pueden esconderse en ningún lugar. Este ataque parece ser el último terrible ejemplo de esa constante", declaró Rawya Rageh, asesora general de Amnistía Internacional


En respuesta a los informes según los cuales un presunto ataque aéreo ruso con armas incendiarias quemó vivos a 37 civiles, la mayoría mujeres, niños y niñas, que se ocultaban en un refugio antiaéreo de la ciudad siria de Arbin el viernes, Rawya Rageh, asesora general de Amnistía Internacional sobre respuesta a las crisis, ha dicho:

“Ya habíamos documentado cómo el uso de armas incendiarias está quemando vivos a civiles que literalmente no pueden esconderse en ningún lugar. Este ataque parece ser el último terrible ejemplo de esa constante".

La población civil nos dijo que lo que les atemorizaba especialmente durante la última etapa del asedio, antes de tener que salir, era el uso de armas incendiarias.

Rawya Rageh, asesora general sobre respuesta a las crisis

“En zonas sitiadas por el gobierno sirio, como Daraya y otras, la población civil nos dijo que lo que les atemorizaba especialmente durante la última etapa del asedio, antes de tener que salir, era el uso de armas incendiarias.

“Muchas personas nos dijeron que habían dejado de ir a los refugios por temor a morir quemadas vivas. Estos temores resultan hoy especialmente patéticos a la luz de las estas últimas y horrendas muertes.”

Según los medios de comunicación estatales rusos, el Ministerio de Defensa de Rusia niega toda responsabilidad en el ataque.