Viernes, 13 de abril, 2018

Mi hermana en la lucha Marielle Franco murió por disparos hace un mes, cuando estaba yo fuera del país, trabajando con otras mujeres valientes que hacen campaña contra los homicidios policiales de jóvenes de raza negra en Brasil, Jamaica y Estados Unidos


Por Jurema Werneck, directora ejecutiva de Amnistía Internacional Brasil

La última vez que escribí algo sobre los muchos peligros que acechan a mi amado país expliqué lo difícil que era ser mujer en Brasil, especialmente para una activista negra y lesbiana, nacida en una favela.

Quería decir al mundo que no cerrara los ojos ante una serie de propuestas de ley que vulneraban los derechos de las minorías y de los miembros más marginados de la sociedad. Advertí de que iban a hacer aún más dura la vida de la gente.

Mi hermana en la lucha Marielle Franco murió por disparos hace un mes, cuando estaba yo fuera del país, trabajando con otras mujeres valientes que hacen campaña contra los homicidios policiales de jóvenes de raza negra en Brasil, Jamaica y Estados Unidos. Habíamos unido nuestras fuerzas y estábamos planificando cómo hacer oír nuestras voces a fin de detener el flujo constante de homicidios cometidos por parte de quienes se supone que deben protegernos.

 

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