Viernes, 22 de junio, 2018

Aunque su futuro es incierto, Taibeh Abbasi‏ se graduará junto con sus amigos y amigas noruegos esta semana. Es una pequeña victoria para este grupo de jóvenes activistas que tomaron postura en favor de Taibeh cuando supieron que podría ser deportada a Afganistán. Mona, joven de 19 años que lanzó la campaña #AbbasiStays,muestra aquí por qué el activismo juvenil no ha sido nunca tan importante


Si quieres que las cosas cambien, puedes hacerlo. No tengas miedo de expresar tu opinión, rodéate de personas amigas que te apoyen y no pierdas nunca la esperanza.

Mi amiga Taibeh Abbasi podría ser deportada a Afganistán. Hace seis años se mudó a Noruega con su familia, hizo amistades y se integró en la vida escolar. De repente podían quitarle todo esto. Era algo cruel.

Junto con 12 estudiantes más creamos la campaña #abbasistays. Por medio de protestas, manifestaciones e incluso un concierto, nos hicimos oír y expresamos lo que sentíamos. Nuestro movimiento creció y no tardaron en sumarse estudiantes de otros colegios, a la vez que organizaciones como Amnistía Internacional nos daban su apoyo.

Taibeh y yo nos hemos hecho muy amigas, y lo que más me importa es apoyarla, estar ahí, ayudándola. Lleva años luchando con esta situación, y como equipo y como amigos queríamos asegurarnos de que su caso llegaba al público y de que fuera ella la que lo contara.

Uno de los peores momentos fue cuando Taibeh recibió la carta de deportación. Yo tenía el corazón en un puño; recuerdo el silencio y el sentimiento de miedo. Pensé que se había fijado una fecha, pero no.

Aunque no era el resultado que esperábamos, no alegramos mucho por poder graduarnos juntas. Si no hubiéramos hecho campaña, la situación podría haber sido muy diferente.

Ha sido un año muy intenso para todas, lleno de altibajos. Cuando no estábamos haciendo campaña, estábamos con nuestras tareas de clase o preparando exámenes. Nuestra graduación es una oportunidad para celebrar nuestra amistad, nuestros logros y nuestra campaña.

Hemos madurado mucho este año, sobre todo Taibeh. Era muy tímida, pero ahora habla delante de miles de personas y cuenta su caso en una plataforma global. El caso ha conmovido a mucha gente. Nos hemos dado mutuamente estímulo y es increíble ver cómo hay más estudiantes que han empezado a defender sus convicciones. La verdad es que el caso de Taibeh ha ayudado a conectar a la comunidad de Trondheim.

Es tan importante estar unidos. La unión hace la fuerza. Cuando la gente joven se une, puede lograr muchas cosas. No sé lo que nos depara el futuro, pero confió de verdad en que Taibeh se quede en Noruega, un lugar donde puede vivir feliz y no tener miedo. En cuanto a mí, quiero continuar defendiendo a la gente y haciendo todo lo que pueda para que cambien las cosas. Me niego a tolerar la injusticia.

 

Pide a Noruega que

Ponga fin a la devolución de personas a Afganistán

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