Viernes, 28 de septiembre, 2018

Es urgente que el gobierno y la empresa multinacional petrolera Shell garanticen un suministro regular de agua no contaminada a las personas que habitan la región petrolífera del delta del Níger. El derecho al agua de estas personas se sigue violando, pues se ven obligadas a beber agua peligrosamente contaminada o a comprarla a precios inasequibles


La empresa multinacional petrolera Shell y el gobierno del estado de Rivers, en el sur de NIgeria, no han proporcionado a las personas que residen en Ogale, zona situada a las afueras de la capital estatal, Port Harcourt, un suministro regular de agua potable. La mayoría deben comprar agua o beber de aguas subterráneas que, según un estudio de las Naciones Unidas publicado en 2011, están peligrosamente contaminadas.

Este estudio del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) halló que las personas residentes en Ogale bebían agua procedente de pozos contaminados con benceno, una sustancia reconocida como cancerígena, a niveles 900 veces superiores a los indicados en las directrices internacionales, y que esto “sin duda tendrá consecuencias a largo plazo sobre su salud”. El PNUMA recomendó que el gobierno de Nigeria tomara de inmediato medidas para que la población no bebiera agua de pozos contaminados en Ogale y le proporcionara una fuente alternativa de agua no contaminada, algo que, a pesar de este urgente llamamiento, sigue sin suceder.

Amnistía Internacional visitó Ogale el 1 de septiembre de 2018 y se entrevistó con residentes en la zona. La mayoría de las personas entrevistadas compran agua para uso personal y doméstico (beber, cocinar y bañarse), aunque no puedan permitírselo económicamente. El dinero que deben gastar en agua equivale en algunos casos a un tercio de sus ingresos semanales, y afirman que a veces comen dos veces al día en vez de tres. Quienes no pueden permitirse comprar agua, beben y usan el agua subterránea local, a pesar de los carteles que advierten que es peligrosa para su salud. Hay gente que bebe agua de pozos y perforaciones de la zona, aunque haya una capa oleosa visible. Algunas personas pagan por el agua de perforaciones. Otras utilizan agua de lluvia con partículas negras. Quienes residen en la zona no tienen otra opción, ya que no pueden permitirse comprar agua de suministradores privados y el gobierno lleva más de un año sin proporcionar agua potable. Coincidiendo con la visita de Amnistía Internacional a Ogale, algunos de los grifos instalados por el gobierno habían vuelto a funcionar,  pero los residentes afirmaron que sólo era durante una hora al día por la mañana o por la tarde y en cantidad insuficiente para cubrir sus necesidades básicas de agua. Amnistía Internacional tiene motivos para creer que el agua no cumple las directrices de la Organización Mundial de la Salud sobre la calidad del agua potable.

Escriban inmediatamente en inglés o en su propio idioma:

- instando al gobierno del estado de Rivers y al Ministerio Federal de Recursos Hídricos a tomar las medidas necesarias para agilizar la reparación del Proyecto Regional de Suministro de Agua de Eleme. Hasta entonces, deben proporcionar agua segura y suficiente a las comunidades afectadas que carecen actualmente de ella, si es necesario llevándola en camiones cisterna;

- pidiéndoles que lleven a cabo urgentemente una evaluación de la salud de la comunidad Ogale y de otras que se han visto obligadas a seguir bebiendo agua contaminada;

- pidiendo a Shell que revele las medidas que está tomando para garantizar que las comunidades, que siguen afectadas por la contaminación de petróleo de sus oleoductos, tienen acceso a agua no contaminada para uso personal y doméstico.

 

Envíen llamamientos antes del 8 de noviembre a:


Gobernador
Governor Nyesom Wike

Office of the Governor

Governor’s House, Rivers State

Port Harcourt, Nigeria

Tratamiento: Señor Gobernador / Your Excellency

 

Shell Petroleum Development Company of Nigeria

P. O Box 263, Shell Industrial Area

Rumuobiakani

Port Harcourt, Nigeria

Tratamiento: A quien corresponda / To whom it may concern

 

Y copias a:

Ministro Federal de Medio Ambiente
Federal Minister of Environment

Mallam Ibrahim Usman Jubril

The Honourable Minister of Environment

The Federal Minister of Environment

Block C

Mabushi, Abuja

Correo-e: info@environment.gov.ng

 

Información complementaria

Cada año hay cientos de vertidos de petróleo en el delta del Níger, la región productora de petróleo más preciada de África. Estos vertidos causan un impacto devastador en los campos, los bosques y los caladeros de los que dependen los alimentos y los medios de vida de la mayoría de la población de la región. Ni los poderosos agentes de la industria petrolera ni el gobierno de Nigeria han sido capaces aún de poner en práctica soluciones duraderas que impidan los vertidos y de limpiarlos después eficazmente.

El impactante informe realizado por el PNUMA en 2011 fue  el estudio más exhaustivo hasta la fecha del impacto que ha tenido la contaminación por petróleo en las comunidades que viven en el delta del Níger. Centrado en una sola región, Ogoniland, el estudio del PNUMA puso al descubierto un terrible nivel de contaminación, que afectaba a terrenos agrícolas y caladeros de pesca y al agua potable, y exponía a cientos de miles de personas a graves peligros para su salud. El PNUMA documentó la grave contaminación e indicó que la empresa multinacional petrolera Shell no había limpiado adecuadamente los vertidos de petróleo en más de 60 lugares. Shell ha declarado que desde 2011 viene ocupándose del problema de contaminación documentado por el PNUMA, pero las investigaciones de Amnistía Internacional y de la organización local Centro para el Medio Ambiente, los Derechos Humanos y el Desarrollo (CEHRD) contradicen esa afirmación.

En su auditoría medioambiental, el PNUMA tomó muestras de aguas subterráneas  y encontró contaminación por hidrocarburos en 28 pozos de 10 comunidades. En siete de ellos, las muestras contenían una concentración de hidrocarburos al menos 1000 veces superior a la regulada por la normativa nigeriana sobre el agua potable. El nivel de contaminación en Nisisioken Ogale fue el peor. El lugar se encuentra junto a un oleoducto abandonado de la Nigerian National Petroleum Company (NNPC) del que se filtra petróleo refinado. Aunque en el momento de la auditoría medioambiental se informó de que el vertido se había producido hacía más de seis años y que después el oleoducto había quedado abandonado, el PNUMA halló 8 cm de petróleo en la superficie del agua en el lugar del escape,

y afirmó: “Cualquier persona que consuma agua de estos pozos estará expuesta a niveles inaceptables del agente contaminante”. El PNUMA reconoció también que los pozos de los que se habían sacado las muestras  “probablemente no eran los únicos de la comunidad con elevados niveles de contaminación, lo cual quiere decir que existe un elevado riesgo de que la comunidad sufra intoxicación por benceno del agua de los pozos que se utiliza para beber”. Había contaminación tanto en muestras de pozos como de perforaciones, pues ambas procedían de una única fuente de agua subterránea.

En cuanto se publicó el informe del PNUMA, el gobierno del estado de Rivers y Shell, la principal empresa petrolera de la región, comenzaron a llevar a Ogale agua en camiones e iniciaron la construcción de una tubería para llevar agua a la comunidad, que se terminó en 2013. Sin embargo, el suministro siempre ha sido esporádico y en cantidad insuficiente. En 2017, el suministro gubernamental de agua  había quedado interrumpido totalmente.

En 2013, Amnistía Internacional documentó que la contaminación continuaba en la zona de Okuluebu, en Ogale, donde las tuberías de Shell y de la Nigerian National Petroleum Company (NNPC) discurren paralelas.

El derecho humano al agua es el derecho de toda persona a disponer de agua suficiente, salubre, aceptable, accesible y asequible para el uso personal y doméstico.

Índice: AFR 44/9172/2018