Lunes, 04 de febrero, 2019

“Ahora hemos confirmado que el atentado de esta semana en Rann, en el que han muerto más de 60 personas, es el más letal de Boko Haram hasta la fecha. Las imágenes de satélite también han confirmado la quema a gran escala de estructuras en el atentado masivo de Boko Haram en Rann, que ha quedado en su mayoría destruida”, afirmó Osai Ojigho, directora de Amnistía Internacional Nigeria


Al menos 60 personas han muerto violentamente en el devastador atentado que Boko Haram perpetró el 28 de enero en Rann, ciudad fronteriza del estado de Borno (noreste de Nigeria), según ha confirmado Amnistía Internacional.
 
La organización también analizó imágenes de satélite de la localidad que muestran cientos de estructuras quemadas. La construcción de muchas de las estructuras destruidas databa de 2017, por lo que cabe deducir que posiblemente fueran refugios para personas internamente desplazadas que habían llegado a Rann en busca de protección.
 
“Ahora hemos confirmado que el atentado de esta semana en Rann, en el que han muerto más de 60 personas, es el más letal de Boko Haram hasta la fecha. Las imágenes de satélite también han confirmado la quema a gran escala de estructuras en el atentado masivo de Boko Haram en Rann, que ha quedado en su mayoría destruida”, afirmó Osai Ojigho, directora de Amnistía Internacional Nigeria.
 
“Este atentado contra población civil ya desplazada por el sangriento conflicto podría constituir crimen de guerra, y los responsables deben rendir cuentas ante la justicia. Son preocupantes los relatos de testigos que nos contaron que los soldados nigerianos habían abandonado sus puestos la víspera del atentado, lo que demuestra la absoluta ausencia de protección de las autoridades a la población civil.”
 
Seguridad inadecuada
 
La presunta retirada de tropas desencadenó un éxodo masivo de civiles hacia Camerún, pues cundió el miedo a que Boko Haram aprovechara la situación para atacar la ciudad. Alrededor de las nueve de la mañana del 28 de enero, entró en Rann un grupo de combatientes de Boko Haram en motocicletas. Prendieron fuego a las casas y mataron a quienes quedaban. También persiguieron a quienes intentaban escapar y mataron a algunas de estas personas fuera de la ciudad. En Rann fueron hallados 11 cadáveres. Fuera de la ciudad aparecieron otros 49.
 
Según información recibida por Amnistía Internacional, hay unas 50 personas sin contabilizar. Quienes asistieron al entierro contaron lo que vieron.
 
Según un testigo presencial: “Diez de nosotros [Fuerza Civil Especial Conjunta] vinimos a Rann desde Camerún para el entierro. Cuando llegamos, encontramos y enterramos a 11 cuerpos en la ciudad, pero los soldados nos dijeron que ayer [30 de enero] habían enterrado a varios más ya en descomposición.
 
“Fuera de la ciudad recuperamos y enterramos 49 cadáveres, todos con heridas de bala".
 
Los organismos de ayuda han informado de que unas 30.000 personas civiles han huido hacia la frontera con Camerún en días recientes, sumándose a las 9.000 que ya lo habían hecho tras el anterior atentado Boko Haram en Rann el 14 de enero.
 
Pruebas de satélite de incendios masivos
 
Amnistía Internacional ha analizado imágenes de satélite del 30 de enero de 2019 en las que se ven cientos de estructuras quemadas en el este, sur y sudeste de Rann. Los sensores medioambientales detectaron fuego en la zona los días 28 y 29 de enero. 
 
En el atentado del 14 de enero, Boko Haram incendió más de 100 estructuras en otras zonas de Rann. Estos dos atentados recientes han provocado graves daños o destrucción en la mayor parte de la ciudad.
 
Amnistía Internacional pide a las autoridades nigerianas que investiguen la presunta retirada de Rann de las fuerzas de seguridad integrantes de la Fuerza de Tareas Multinacional, que puede haber dejado a decenas de miles de civiles expuestos a este último atentado mortífero.
 
“Boko Haram ha atacado de forma sistemática y deliberada a la población civil de Rann, por lo que la ausencia de protección de la población por las autoridades nigerianas es aún más inaceptable”, declaró Osai Ojigho.
 
“Las autoridades de ambos lados de la frontera deben proporcionar las provisiones y la seguridad que estas personas requieren. Las autoridades de Camerún también deben desistir de obligar a la gente a regresar hasta que las condiciones sean seguras y el retorno, voluntario.”