Lunes, 12 de agosto, 2019

Por eso, hoy 12 de agosto se celebra el Día Internacional de la juventud, es un día para apostar y conmemorar el trabajo que realizan los jóvenes, que desafían a la crisis humanitaria, la globalización, la acción climática, entre otros temas que impactan a la comunidad internacional construyendo desde sus zonas de acción y con las medidas que tienen a la mano por un futuro mejor.


Los “líderes mundiales” han cambiado la percepción que se tiene ante los temas y acontecimientos globales, dando así apertura a los espacios para opiniones de la generación que sufre el mayor impacto de las catástrofes y violaciones de derechos humanos en la historia de la humanidad, esto se debe a la cantidad de población juvenil que demográficamente tiene incidencia global.

Este nuevo enfoque o rumbo de la comunidad internacional ha decidido apostar por los líderes juveniles, reflejando a su vez las causas sociales más demandadas, que no solo  toman la decisión de actuar por el presente; si no la responsabilidad de actuar con un enfoque que los prepara para los retos y desafíos que se avecinan en el futuro, donde los derechos humanos para los jóvenes sean garantizados y los Estados puedan apostar a las plataformas juveniles sostenible como lo es la agenda 2030 para alcanzar su máximo desarrollo y aporte a la sociedad. 

Actualmente, existen en el mundo 1800 millones de jóvenes entre los 10 y 24 años de edad. De los cuales cerca del 90% viven en países vías en desarrollo, ellos constituyen una gran parte de la población. Cifra otorgada en el documento “Estrategia de las Naciones Unidas para la Juventud”. El secretario de la ONU, Antonio Guterres, anunció que se tiene la población juvenil más grande de la historia y que son ellos quienes están atendiendo las problemáticas globales.

Por eso, hoy 12 de agosto se celebra el Día Internacional de la juventud, es un día para apostar y conmemorar el trabajo que realizan los jóvenes, que desafían a la crisis humanitaria, la globalización, la acción climática, entre otros temas que impactan a la comunidad internacional construyendo desde sus zonas de acción y con las medidas que tienen a la mano por un futuro mejor.

Con la entrada del decenio es importante destacar el papel principal que se ha generado en la comunidad internacional de miles de jóvenes, visualizando un futuro con unos retos mundiales como los anteriormente mencionados, bastante considerables, sin embargo, el papel protagónico que están dispuesto a asumir alzando su voz, movilizándose ante las injusticias y promoviendo los derechos humanos para todos es admirable.

El respeto y el resguardo de los derechos humanos como garantía para afrontar cualquier problemática actual o futura, se ve reforzado junto con la seguridad de que los estados harán su máximo esfuerzo de lograr los objetivos de la agenda 2030, mitigando los próximos desafíos globales planteados en los Objetivos de Desarrollo Sustentable. 

No obstante, la visibilidad de millones de jóvenes que llevan adelante proyectos en las Organizaciones de la Sociedad Civil, Fundaciones y diferentes Organizaciones no gubernamentales, dan un ante y un después en la panorámica de los nuevos proyectos mundiales.

El Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de las Naciones Unidas (DESA), que organiza en conjunto con la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) la celebración de este día, enuncian una descripción de las estadísticas donde se demuestra que aún se requieren transformaciones significativas en las plataformas educativas, un sistema más inclusivos y accesibles.

UNESCO emite cifras altamente preocupantes como lo es que solo el 10% de las personas jóvenes han completado la educación secundaria superior en países de bajos ingresos; al 40% de la población mundial no se le enseña en un idioma que hablen o entiendan completamente; y más del 75% de los refugiados en edad escolar secundaria están fuera del sistema donde su derecho humano a la educación no se ve garantizado.  

Para finalizar es importante que los Estados atiendan las necesidades juveniles, amplíen las plataformas de apoyo a nivel global y garanticen el desarrollo pleno, capaz y sostenible de la juventud en el mundo.