Martes, 10 de noviembre, 2020

De acuerdo con el grupo de derechos humanos Viasna, las fuerzas de seguridad detuvieron al menos a 1.053 personas durante el fin de semana en Minsk y otras grandes ciudades bielorrusas cuando la población salió a la calle para manifestarse por decimocuarto domingo consecutivo


Ante la detención de más de 1.000 personas el mismo día en protestas pacíficas celebradas en Minsk y otras ciudades bielorrusas, Marie Struthers, directora de Amnistía Internacional para Europa Oriental y Asia Central, ha manifestado:

“Durante el fin de semana, las fuerzas de seguridad dirigidas por el presidente Alexander Lukashenko incrementaron las medidas de represalia contra la disidencia pacífica y agravaron la crisis de derechos humanos en Bielorrusia, con imágenes terribles de la policía antidisturbios golpeando a manifestantes indefensos y empujando a personas mayores al interior de furgones policiales.

Estos actos vienen a engrosar el abultado expediente de las violaciones de derechos humanos cometidas por el gobierno, que incluyen uso ilegítimo de la fuerza, detenciones arbitrarias multitudinarias, y tortura y malos tratos a personas que se pronuncian contra el gobierno de Lukashenko. Cientos de personas detenidas podrían tener que cumplir hasta 15 días de detención administrativa, que puede aplicarse múltiples veces —lo que equivale a prisión prolongada— con la intención de intimidar y silenciar.

Cientos de miles de simpatizantes de Amnistía Internacional en todo el mundo reclaman a las autoridades bielorrusas que pongan fin a la represión y empiecen a respetar los derechos humanos. Como movimiento global, nos aseguraremos de que algún día comparezcan ante la justicia quienes cometieron violaciones de derechos humanos contra manifestantes pacíficos o dieron orden de hacerlo.

Información complementaria

De acuerdo con el grupo de derechos humanos Viasna, las fuerzas de seguridad detuvieron al menos a 1.053 personas durante el fin de semana en Minsk y otras grandes ciudades bielorrusas cuando la población salió a la calle para manifestarse por decimocuarto domingo consecutivo. Se detuvo a al menos nueve periodistas cuando ejercían su labor, según la Asociación de Periodistas de Bielorrusia.

En Minsk, la policía evitó que se formara una sola columna de manifestantes; dividió a la gente en varios grupos y los persiguió activamente. Las detenciones continuaron por la tarde en Minsk, después de concluidas las protestas. A tenor del relato de testigos presenciales y de imágenes de vídeo, la policía usó la fuerza de manera indiscriminada y golpeó a manifestantes y transeúntes.