Jueves, 21 de enero, 2021

Agentes encargados de hacer cumplir la ley no uniformados utilizaron gases lacrimógenos contra la multitud –unas 500 personas–, en general, pacífica, y varios manifestantes fueron detenidos en suelo durante breves periodos


El 4 de enero, la policía empleó gases lacrimógenos y cañones de agua para disolver una manifestación, abrumadoramente pacífica, celebrada en la Universidad de Boğaziçi (Estambul). Entre el 5 y el 7 de enero, se detuvo, al menos, a 45 estudiantes por su presunta participación en la protesta, en redadas efectuadas de madrugada. Muchos de ellos, han denunciado torturas u otros malos tratos, como haber sido golpeados o esposados con las manos en la espalda y, en el caso de ciertos estudiantes LGBTI+, haber sido amenazados con violación e insultados. La Fiscalía debe investigar esas denuncias y llevar ante la justicia a los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley responsables.

Actúen: Redacten su propio llamamiento o utilicen esta carta modelo 

Fiscal jefe de Estambul / IstanbulChiefProsecutor

MrŞabanYılmaz

ÇağlayanMeydanı

ŞişliMerkezMah.

Abide-iHürriyet Cad. No: 223

Şişli / Estambul

Fax: +90 212 3757148 - +90 212 3757585

Correo-e: istanbulcbs@adalet.gov.tr

Señor Yılmaz,

Le escribo en relación con los presuntos actos de tortura y otros malos tratos infligidos a estudiantes detenidos durante las redadas efectuadas de madrugada por agentes de las Fuerzas Especiales (OzelHarekat) entre los días 5 y 7 de enero. Dichas operaciones se llevaron a cabo por la presunta violación del artículo 32.1 de la Ley sobre Reuniones y Manifestaciones, durante una concentración, abrumadoramente pacífica, que tuvo lugar en la Universidad de Boğaziçi (Estambul) el 4 de enero, en protesta por la designación del profesor MelihBulu como rector de la universidad. Los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley utilizaron, de manera indiscriminada, gas lacrimógeno y cañones de agua para dispersar a los manifestantes, en su mayoría pacíficos, y algunos estudiantes fueron arrastrados por el suelo, golpeados y brevemente detenidos.

Según sus representantes legales y otros estudiantes con los que ha hablado Amnistía Internacional, los estudiantes detenidos durante las redadas fueron, al parecer, sometidos a malos tratos. Así, por ejemplo, fueron empujados, obligados a echarse en el suelo con las manos esposadas en la espalda y mantenidos en esa postura durante hora y media. Asimismo, otra persona —igualmente estudiante— fue presuntamente golpeada con un casco de policía en la cabeza, mientras que otra afirmó que, poco después de haber entrado en su casa, la policía le había puesto una pistola en la cabeza. Al menos ocho estudiantes afirmaron haber sufrido registros corporales sin ropa, en algunos casos en más de una ocasión, y dos estudiantes LGBTI+ recibieron amenazas de violación con porras e insultos relativos a su orientación sexual e identidad de género. Durante su detención, todos los estudiantes fueron esposados con las manos en la espalda, mientras permanecían tendidos en el suelo. Hasta la fecha, al menos 15 estudiantes han denunciado malos tratos en los complejos hospitalarios a los que fueron conducidos para ser sometidos a examen médico y, en al menos un caso, la persona en cuestión cree que alguien filmó los malos tratos que le infligieron en el hospital.

De conformidad con los dos convenios de derecho internacional de los derechos humanos en los que Turquía es Estado Parte, y con su propia legislación nacional, no se puede obstaculizar, de manera arbitraria, el ejercicio del derecho de reunión pacífica. Tanto las leyes turcas como el derecho internacional prohíben la tortura y otros malos tratos en toda circunstancia.

Todas las personas detenidas durante la protesta y en las redadas han quedado ya en libertad, la mayoría bajo control policial, pero continúan en peligro de ser procesadas si se presentan cargos en su contra.

En vista de lo anterior, le insto a garantizar una investigación inmediata, exhaustiva e imparcial sobre todas las denuncias de tortura u otros malos tratos y de amenazas y abusos perpetrados por funcionarios encargados de hacer cumplir la ley contra manifestantes de la Universidad de Boğaziçi, a cerciorarse de que las personas halladas culpables de tales actos de tortura, malos tratos y amenazas comparezcan ante la justicia y a proteger el derecho a la libertad de reunión pacífica.

Atentamente,

Información complementaria

El anuncio, el 1 de enero, de la designación del profesor MelihBulu como rector de la Universidad de Boğaziçi por el presidente desencadenó protestas generalizadas entre el alumnado y el personal académico de la universidad, tanto dentro como fuera de las redes sociales. El 4 de enero, un grupo formado, en su mayoría, por estudiantes de la Universidad de Boğaziçi –aunque también asistieron estudiantes de otras universidades para solidarizarse– celebraron una protesta, abrumadoramente pacífica, a la entrada del campus de la Universidad de Boğaziçi. Según testimonios de estudiantes e imágenes de las protestas que Amnistía Internacional ha visto, éstas fueron de carácter rotundamente pacífico. Se produjeron incidentes aislados y muy leves de violencia, como el caso de una persona manifestante, que propinó una patada al escudo de un policía. Agentes encargados de hacer cumplir la ley no uniformados utilizaron gases lacrimógenos contra la multitud –unas 500 personas–, en general, pacífica, y varios manifestantes fueron detenidos en suelo durante breves periodos.

El derecho de reunión pacífica no puede ser obstaculizado de manera arbitraria. Las Directrices sobre la Libertad de Reunión Pacífica de la OSCE establecen que “el empleo de la violencia por un número reducido de participantes en una reunión (incluido el uso de lenguaje incitador) no convierte automáticamente una reunión por lo demás pacífica en una no pacífica, por lo que las posibles intervenciones deberán centrarse en las personas concretas responsables y no en la disolución del acto . […] Por tanto, no se debe recurrir a la disolución cuando un grupo reducido de participantes en una reunión actúa de manera violenta. En esos casos, toda acción deberá ir dirigida contra esas personas en particular. De igual modo, si agentes provocadores se infiltran en una reunión por lo demás pacífica, las autoridades deberán tomar las medidas necesarias para extraer a esas personas del acto, y no abortar ni dispersar la reunión, declarándola ilegal”. A continuación, se añade que “no se deberá procesar judicialmente a ninguna persona participante en una reunión que no haya cometido ningún acto violento, aunque otras personas de la reunión hayan recurrido a la violencia o causado disturbios”.

El 5 de enero, se detuvo al menos a 17 estudiantes en redadas efectuadas al amanecer. Para entrar en el domicilio de una persona estudiante que, en ese momento, se encontraba ausente, los agentes utilizaron la fuerza, rompiendo el muro que se encontraba junto a la puerta para acceder al inmueble. También se detuvo a otra persona –también estudiante– contra la que no había orden de arresto, pero que se encontraban en el lugar cuando se llevó a cabo la redada. Asimismo una serie de estudiantes afirmaron que les había enseñado las órdenes de arresto en un momento posterior, no cuando se llevaron a cabo las redadas en sus domicilios, y que los habían esposado con las manos en la espalda.

Los días 7 y 8 de enero, quedaron en libertad 35 estudiantes aunque sometidos, en su mayoría, a control judicial.

Pueden escribir llamamientos en: inglés, turco. También pueden escribir en su propio idioma.

Envíen llamamientos lo antes posible y no más tarde del: 10 de marzo de 2021. Consulten con la oficina de Amnistía Internacional de su país si desean enviar llamamientos después de la fecha indicada.

Nombre y género gramatical preferido: Manifestantes de la Universidad de Boğaziçi(género no especificado).