Martes, 20 de junio, 2017
Red de jóvenes, Red de jóvenes

No puedo saber con certeza qué siente una persona que se ha visto obligada a jugar un papel de refugiada, pero sí puedo imaginarme los sacrificios a los que se enfrenta y las oportunidades cuyo acceso le será dificultoso. Desde hace 66 años se han realizado acuerdos para brindarles, a quienes han tenido que salir de su país para proteger la vida, lo que no deberían tener necesidad de pedir: que se reconozca y se garantice su dignidad humana... pero la realidad es otra.


“Los supuestos líderes del planeta van muy por detrás del mundo en desarrollo en lo que se refiere a soportar la carga de la crisis mundial de refugiados”

-Sherif Elsayed-Ali

 

           Dejar la casa, tomar un bolso con lo imprescindible y encaminarse con los seres queridos (que queden) a una travesía cuyo objetivo es claro pero su desenlace es incierto y propenso a acarrear violencia, y abusos de poder. No puedo saber con certeza qué siente una persona que se ha visto obligada a jugar un papel de refugiada, pero sí puedo imaginarme los sacrificios a los que se enfrenta y las oportunidades cuyo acceso le será dificultoso. Desde hace 66 años se han realizado acuerdos para brindarles, a quienes han tenido que salir de su país para proteger la vida, lo que no deberían tener necesidad de pedir: que se reconozca y se garantice su dignidad humana... pero la realidad es otra.

             Como joven, considero que debemos conocer del tema para poder forjarnos una opinión y actuar acertadamente. Contrario a la actuación de la mayor parte de los Estados, es necesario que hagamos las cosas bien.

 

  1. ¿Qué significa el término <<refugiada/o>>?

              Según el artículo 1º de la Convención sobre el Estatuto de los refugiados, una persona refugiada es aquella:

 “...que, debido  a  fundados  temores  de  ser  perseguida  por  motivos  de  raza,  religión,  nacionalidad,  pertenencia  a  determinado  grupo  social  u  opiniones  políticas,  se  encuentre  fuera  del  país  de  su  nacionalidad  y  no  pueda  o,  a  causa  de  dichos  temores,  no  quiera  acogerse  a  la  protección  de  tal  país;  o  que,  careciendo  de  nacionalidad  y  hallándose,  a  consecuencia  de  tales  acontecimientos,  fuera  del  país  donde  antes  tuviera  su  residencia  habitual,  no  pueda  o,  a  causa  de  dichos  temores,  no  quiera  regresar a él.”

 

         Sin embargo, existe en la esfera internacional un interesante debate acerca de si las personas que se han visto obligadas a salir de su país por razones medioambientales deben ser incluidas o no dentro de esta definición (puedes seguir esta discusión aquí).

       Según cifras del ACNUR, para 2016 había 21 millones de personas en esta condición sin ser acogidas adecuadamente, de las cuales más del 50% son jóvenes de entre los 0-25 años y 75% en edad de educación secundaria no va a la escuela.

 

  1. ¿Con qué herramientas cuentan los Estados para garantizar los DDHH de una persona refugiada?

           En principio, en el sistema de la ONU se encuentra la Convención sobre el Estatuto de los refugiados de 1951, que dio origen al ACNUR, seguida por su respectivo protocolo, 33 resoluciones de la Asamblea General y 15 resoluciones del ECOSOC. Todos estos instrumentos poseen propuestas de soluciones y acuerdos no vinculantes para afrontar la crisis. Adicionalmente, hay 27 informes de la Secretaría General sobre la situación de las personas refugiadas en el mundo.

 

    3. ¿Recientemente, qué se ha hecho por las personas refugiadas y qué se ha logrado?

         En 2016 el ACNUR lanzó la campaña ¿Estás #ConLosRefugiados? Para concientizar y presionar a los gobernantes de los Estados a tomar parte en la solución de la crisis.

              Adicionalmente, Amnistía Internacional desde 2016 y hasta la actualidad mantiene la campaña #TeDoyLaBienvenida, con múltiples informes, propuestas y peticiones a gobernantes Estados (y a particulares) para ocuparse y solventar la crisis.

 

   4. ¿Qué falta por lograr?

Aunque son varios los Estados que merecen reconocimiento por afrontar el problema con soluciones que mejorarán las condiciones de vida de estas personas; llama la atención que países desarrollados, principalmente de Europa y Norteamérica han realizado esfuerzos menores y poco equiparables con la capacidad con la que cuentan.

Un primer paso fue lograr que, entre 2014 y 2015 los Estados se preocuparan por la crisis de personas refugiadas que afecta a los 5 continentes y llevaran propuestas de soluciones a discusión. Ahora, es necesario que los compromisos que se hicieron se mantengan y que aquellos Estados cuyos gobiernos están desviando la mirada (aunque cuentan con el desarrollo suficiente para apoyar) se pongan manos a la obra.

 

  5. ¿Qué puedo hacer desde mi posición de civil?

Puedes actuar.

              Tú tienes el poder de presionar a gobernantes y lograr, junto a todas las demás personas que decidan sumarse, que se mejore y se protejan esas  21 millones de vidas cuyo camino actual es incierto por causa de políticas internacionales erróneas; especialmente de las personas jóvenes, entre las cuales muchas viajan solas.

Apoya la campaña #TeDoyLaBienvenida (#IWelcome). Infórmate sobre las personas refugiadas y desplazadas en América a través del informe “Enfrentando muros” y actúa en favor de ellas aquí.

Conoce más de nuestra labor y ayúdanos apoyando otros casos de esta y otras campañas entrando aquí.

¡Actívate!

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Es nuestro deber, como jóvenes, tomar conciencia de lo que pasa alrededor del mundo, formarnos, promover el conocimiento y defensa de los DDHH, para que quienes se desempeñen como autoridades el día de mañana, no cometan los mismos errores que sus antecesores en pleno siglo XXI, haciendo de los abusos de la historia un ciclo repetitivo.

Sofía Rojas U.