Jueves, 31 de mayo, 2018
AIVEN, Equipo de Documentación

Ender González, de 17 años de edad, fue detenido por funcionarios del SEBIN el día 10 de enero de 2018, le imputaron el delito de Incitación al Odio, contemplado en la Ley contra el Odio, al haber enviado cadenas de llamado a la protesta por Facebook. El Juez emitió boleta de liberación el 05 de marzo de 2018, sin que hubiere sido liberado. Sus familiares no lo han popido ver, ni constatar sus condiciones de salud ni de reclusión. 


Ender González tenía 17 años y estudiaba el último año de secundaria cuando el miércoles 10 de enero de 2018, aproximadamente las 5 de la mañana funcionarios del Servicio Nacional Bolivariano de Inteligencia (SEBIN) lo detuvieron en su casa sin que hubieren presentado orden de aprehensión.

 Cuando el funcionario vio salir a Ender de su cuarto se quedó impactado por darse cuenta que era prácticamente un niño. No se le permitió hacer una llamada telefónica, ni nombrar a un defensor de su confianza. Se lo llevaron y sus familiares no fueron informados de su paradero.

 El 11 de enero de 2018, fue presentado ante un tribunal de Adolescentes de Caracas, con un defensor público impuesto, en cuya audiencia le imputaron el delito de Incitación al Odio, previsto y sancionado en la Ley contra el Odio por la Convivencia Pacífica y Tolerancia, cuya pena oscila entre 10 y 20 años de prisión, por haber reenviado cadenas llamando a la gente a protestar a la calle por la red social de Facebook. El Juez ordenó la designación de tres (3) fiadores como requisito para emitirle su liberación. A los 15 días los familiares cumplieron con lo solicitado por el Tribunal, sin embargo, no obtuvieron respuesta alguna.

 El día 05 de marzo de 2018, el Tribunal emitió a su favor la boleta de excarcelación y le decretó Medida Cautelar de Presentación Periódica ante el Tribunal, sin embargo, al día de hoy continúa privado de su libertad.

 El 18 de marzo de 2018, Ender González cumplió 18 años de edad, detenido arbitrariamente en el SEBIN, sede El Helicoide, con las visitas suspendidas, sin que sus familiares hayan podido verlo desde que fue aprehendido. Se desconocen sus condiciones de reclusión, así como su estado de salud e integridad física.