Viernes, 26 de octubre, 2018
AIVEN, Equipo de Documentación

El estudiante de 22 años Nelson Arévalo estaba protestando en la Urbanización Club Hípico de Barquisimeto cuando recibió un impacto de bala en el cuello proveniente de una sede del Servicio Administrativo de Identificación, Migración y Extranjería (SAIME), donde funcionarios de la Guardia Nacional (GNB) estaban disparando. Sus familiares desmintieron públicamente que hubiere fallecido por la manipulación de un mortero, ellos piden a las autoridades que su muerte no quede impune. Pese al tiempo transcurrido la investigación no ha avanzado y ningún funcionario ha sido sancionado. 


En horas de la tarde del día 16 de junio de 2017, Nelson Daniel Arévalo Avendaño, estudiante de 22 años de edad, se encontraba protestando en la urbanización Club Hípico del sector Las Trinitarias, ubicado en la ciudad de Barquisimeto, cuando recibió un impacto de bala en el cuello, cuyos disparos provenían de una sede del Servicio Administrativo de Identificación, Migración y Extranjería (SAIME), donde estaban funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), según afirmaron sus familiares a Amnistía Internacional.

El joven fue auxiliado inmediatamente en el lugar pero minutos después lo trasladaron a la Clínica Razetti, donde ingresó sin signos vitales. Nelson Arévalo estaba estudiando primer año de Derecho en la Universidad Fermín Toro.

Versiones oficiales aseguraron a escasas horas del hecho que su fallecimiento fue causado por la manipulación de un explosivo de fabricación casera tipo mortero, y ante tal afirmación sus familiares publicaron el certificado de defunción en distintos medios donde se indica que el disparo provenía de un arma de fuego.

A pesar que el Ministerio Público inició la investigación penal correspondiente, no se ha tenido conocimiento de ningún avance significativo ni actualización de información pese a la insistencia de sus familiares y abogados ante las autoridades.

El Estado tiene la responsabilidad de realizar una investigación imparcial, con celeridad y asegurar que los responsables sean llevados ante la justicia.

Los hechos que ocasionaron la muerte de Nelson Daniel Arévalo Avendaño no deben volver a repetirse.