Martes, 10 de octubre, 2023
Hernández, Daniel

Los casos de represión han disminuído, pero la maquinaria represiva del gobierno venezolano sigue ahí con nuevas tácticas blandas. Los funcionarios de la FAES continúan operando y violando derechos bajo el nombre de la DAET


Amnistía Internacional realizó un X Space para analizar varios aspectos del cuarto informe publicado recientemente por la Misión de Determinación de los Hechos de la ONU en Venezuela, en conjunto con Francisco Cox miembro de la FMM, Clara del Campo de Amnistía Internacional y Beatriz Borges directora de Cepaz.

Escucha el Space completo aquí 

Clara del Campo comentó que el espacio cívico está siendo atacado por el Estado venezolano con una política de represión constituida por detenciones arbitrarias, ejecuciones extrajudiciales, uso excesivo de la fuerza, tortura y otros tratos crueles, humillantes y degradantes y hostigamiento. “Cuantitativamente puede que los casos se hayan ido reduciendo, pero las estructuras que permiten que estas violaciones sucedan siguen intactas. La situación no es diferente y existe el riesgo latente de que los números regresen”. 

Cox aclaró que han recibido menos números de denuncias porque el perfil de víctima cambió a líderes sociales y sindicalistas, lo que significa que son represiones más selectivas, esto causa menos protestas masivas y más sectoriales. La maquinaria represiva del Estado está compuesta de represiones duras, que afectan la integridad física e incluso puede atentar contra la vida, y otros mecanismos como ataques, amenazas, vigilancias y acoso a personas con ciertas características, como gente vinculada con la defensa de los derechos humanos, quienes son sometidos a difamación mediante los medios de comunicación, lo que los deja vulnerables a la estigmatización.

De la FAES, disuelta por el gobierno nacional después de varias denuncias como mecanismo represor, se creó la DAET, cuyo modus operandi es exactamente el mismo, e incluso hubo un traslado de operativos a este nuevo cuerpo, lo que es prácticamente un renombramiento del grupo, puntualizó Cox.

Recalcó que la censura y limitación de funcionamiento de los medios de comunicación también está presente, con palabras o temas que no se pueden hablar, como los derechos humanos, o personas que no pueden ser entrevistadas porque el medio corre el riesgo de ser cerrado por la Comisión Nacional de Telecomunicaciones de Venezuela (CONATEL), como todas las emisoras de radio que han sido cerradas entre 2021 y 2022. Observando estos dos engranajes del aparato represivo se puede notar que se restringe el espacio cívico y democrático y, asimismo, se produce un efecto inhibitorio a los medios de comunicación, a los defensores de derechos humanos y de líderes sociales por miedo a represión de cualquier tipo.

La Misión de la ONU ha tenido un rol fundamental, destacó Cox, porque le da una explicación a estas estructuras y ayuda a dar una respuesta coordinada entre los organismos internacionales; además de crear conciencia internacional sobre lo que puede verse en el período electoral venidero en Venezuela. Aunque los números de víctimas bajaron, claramente hubo una adaptación al riesgo inminente de ser criminalizado. El informe es necesario para dar a conocer la situación del país a los organismos internacionales.

“Hay un derecho a elegir y ser elegido, y se observó que hay muchas inhabilitaciones políticas sin sustento legal determinado, sin debido proceso ni oportunidad de defenderse de dichas imputaciones”, subrayó Borges. Asimismo añadió que por la presión de la Fiscalía de la Corte Penal Internacional, la Oficina del Alto Comisionado de la ONU y la Sala de asuntos preliminares de la CPI, junto con la documentación, parece que ha disminuido la operación del aparato represor, pero la situación de Venezuela sobre la grave crisis de derechos humanos no ha mejorado.

Por su parte, Del Campo subrayó que la importancia del “triunvirato virtuoso” es que se permita la cooperación en el terreno, ya que cada una se complementa y presenta apoyo para reportar diferentes situaciones.

Borges comentó que los informes que documentan las violaciones sirven para saber si hay mejoras o no en Venezuela y que los organismos internacionales lo sepan y que no olviden su labor, ya que ellos son la voz de quienes están desaparecidos o siendo torturados en el país. Los derechos humanos deben estar en el centro de la acción y centrarse en ellos y en la dignidad. "Esto es lo que realmente puede conducir a una salida efectiva de la crisis en Venezuela".

 

Lee el cuarto informe de Misión Internacional Independiente de Determinación de los Hechos sobre Venezuela aquí: https://www.ohchr.org/sites/default/files/documents/hrbodies/hrcouncil/sessions-regular/session54/advance-versions/A_HRC_54_CRP8_CleanVersion.pdf