Lunes, 08 de mayo, 2017

Es inhumano el solo hecho de tolerar que algunos niños y niñas deban recurrir al tráfico de personas para ingrasar en el Reino Unido, esto sin garantía de que lograron entrar, muchos quedaron en el intento. Esta es solo una de las opciones terribles que tienen migrantes en general que desean ingresar al Reino Unido, uno de los destinos menos favoritos por la complejidad de la ruta de acceso.


Cuando se anunció el pasado mes de febrero que el Gobierno de Reino Unido había puesto fin a su esquema para llevar a los niños y niñas refugiados en Europa al Reino Unido, afirmaron que tuvo que ser eliminado porque exponía a los niños a hacer viajes peligrosos y beneficiaría al tráfico de personas. Esto no podría estar más lejos de la verdad, ya que por haber sido descartado ese proyecto del Gobierno, los jóvenes vulnerables que viven en situaciones precarias, inseguras y de mucho frío en los campos, edificios abandonados y en las calles de pueblos y ciudades de toda Europa, han sido obligados a permanecer en las mismas condiciones, e incluso de forma directa; empujados a manos de los traficantes.

 Es necesario que existan garantías de ciertas condiciones para los traslados; como rutas seguras, legales y cercanas, ya que los viajes que estos niños deben tomar para encontrar refugio y la oportunidad de seguir adelante con sus vidas se vuelven cada vez más peligrosos.

Sabemos esto porque antes de la introducción del esquema por parte del Gobierno, los niños refugiados viajando no acompañados en Grecia, Italia y Francia tenían una sola opción para escapar de la miseria y del miedo provocado por las circunstancias inseguras, en la búsqueda constante de seguridad en el Reino Unido o en otro lugar, también de  una banda de contrabando que los forzaba a tratar de encontrar dinero para pagarles. Algunos niños perdieron la vida porque era la única opción disponible para ellos, otros han sido explotados y abusados. El cierre del esquema significa que una vez más no hay una forma segura para que puedan encontrar refugio en Reino Unido.

Absurdo y todavía predecible

Lamentablemente, este movimiento viene como una pequeña sorpresa de un gobierno que ha fallado en compartir la responsabilidad de acoger a los refugiados con sus vecinos europeos, a pesar del hecho de que estamos viviendo la peor crisis de refugiados desde la Segunda Guerra Mundial. Conflictos y la persecución han obligado a más de 21 millones de personas en todo el mundo a buscar asilo en otros países, a veces en algunos de los más pobres y por lo tanto con menos capacidad de recursos para hacer frente.

Obligados a recurrir a los traficantes

Es importante mencionar una condición particular de las políticas de asilo de Reino Unido, es que nadie puede hacer una solicitud de asilo en este país a menos que ya esté dentro de su territorio. Eso significa que muchos se ven obligados a recurrir a contrabandistas con el fin de poder hacer la solicitud a cualquier precio.

Para aquellos que lo hacen, hay por lo menos la posibilidad de que si se les concede el asilo, que no sólo estarán autorizados a quedarse, pero podrán disfrutar nuevamente de la vida familiar. Mientras que los refugiados adultos tienen  derecho a traer a sus familiares inmediatos a unirse a ellos, pero los niños refugiados no acompañados no. La política del gobierno británico les niega la oportunidad de crecer con el amor y el cuidado de sus padres y hermanos.

Una proporción relativamente pequeña de los refugiados del mundo buscan asilo en Europa, de ellos muy pocos están buscando a ir al Reino Unido. Los que lo hacen, a menudo han experimentado la miseria, el abuso y la violencia en las regiones más cercanas de sus lugares de origen y la explotación y el trauma en los viajes en busca de un lugar seguro.

Mientras que algunos buscan lugares donde esperan reunirse con la familia o compatriotas, muchos tienen poca noción de los destinos ofrecidos por contrabandistas y menos aún de los sistemas de asilo que esperan.

Verdades incómodas

En octubre del año pasado, en la Conferencia del Partido Conservador, la Ministra de Interior, Amber Rudd hizo hincapié en su compromiso personal para proteger a las víctimas de la violencia, el abuso y la esclavitud. Al hacerlo, ella se comprometió a enfrentar verdades incómodas.

Es cuestión de tiempo lo que obliga a su propio departamento a hacer frente al hecho de que aumenta las barreras a los niños refugiados no los pone en peligro de la violencia, el abuso y la esclavitud, hace precisamente lo contrario y les niega el reencuentro con sus padres y hermanos, incluso después de que hayan experimentado cuentos horribles traumaticos para llegar hasta allá y que se hayan reconocido el derecho de asilo en ese país, es una respuesta cruel de la que nadie puede estar orgulloso.