Lunes, 23 de julio, 2018

El domingo 8 de julio estallaron en Irak protestas como consecuencia de los altos índices de desempleo y la insuficiencia de servicios públicos en todo el sur del país. El Ministerio de Defensa iraquí ha comunicado que se calcula que hasta la fecha han resultado heridos en la protestas 274 miembros de las fuerzas de seguridad


Según ha sabido Amnistía Internacional, se teme que las autoridades estén desactivando deliberadamente el acceso a Internet cuando las fuerzas de seguridad van a atacar a personas que se manifiestan pacíficamente y a disparar contra ellas en el sur de Irak y en Bagdad.

Fuentes fidedignas han contado a la organización que creen que se está cortando el acceso a Internet para impedirles compartir grabaciones y fotografías que muestran cómo las fuerzas de seguridad hacen uso excesivo e innecesario de la fuerza, e incluso de munición real, en ciudades de las gobernaciones del sur del país, especialmente en Basora.

“Estamos vigilando atentamente la situación de creciente tensión en todo el sur de Irak y estamos sumamente preocupados por la información según la cual las fuerzas de seguridad están golpeando y deteniendo arbitrariamente a manifestantes pacíficos, e incluso disparando contra ellos”, ha afirmado Lynn Maalouf, directora adjunta de Amnistía Internacional para Oriente Medio y el Norte de África.

“Desactivar deliberadamente Internet es una restricción siniestra del derecho a la libertad de expresión e indica convincentemente que las autoridades tienen algo que ocultar. Tememos que este bloqueo sea una medida tomada deliberadamente para dar vía libre a las fuerzas de seguridad y que puedan reprimir a activistas pacíficos sin ser grabadas ni tener que rendir cuentas.”

Una fuente de Bagdad ha explicado a Amnistía Internacional: “Cuando no hay Internet, golpean y matan a la gente, porque no podemos subirlo. Los iraquíes sabemos ya lo que valen las redes sociales. Tenemos que alzar la voz."

Un joven de 21 años de Al Zubeir, localidad situada al oeste de la ciudad de Basora, contó a Amnistía Internacional que, el domingo 15 de julio, se sumó a una manifestación de protesta por la constante falta de oportunidades de empleo en la zona. Dijo que un miembro de la Unidad de Armas y Tácticas Especiales iraquí se puso delante de los manifestantes y comenzó a disparar contra ellos, para después perseguirlos y golpearlos.

Dijo: “Querían golpear a todos y no dejaron a nadie sin herir. A una persona le dispararon en la pierna, y vi a una que sangraba por el ojo. Cuando retrocedimos, uno [de los miembros de la Unidad] me agarró, y uno me golpeó. Al forcejear para escapar, lanzó la porra contra mí y me rompió el brazo. Cortan Internet para poder golpearnos.”

Otro activista de los derechos humanos de Bagdad explicó: “Ya no es sólo por el agua y la electricidad, es que nos destrozan a nosotros. Nos ofenden. ¿Hay algo peor que que te agarren, te golpeen y te destrocen y te arrojen a la calle? No recurrimos a la violencia. Somos pacíficos.”

En la última semana, testigos de lo ocurrido en la gobernación de Basora han explicado a Amnistía Internacional que las fuerzas de seguridad han estado utilizando gas lacrimógeno y munición real contra manifestantes pacíficos. Según el Ministerio de Salud iraquí, al menos ocho personas han muerto en protestas hasta ahora. Los testigos han informado también de manifestantes pacíficos golpeados con porras, cables y mangueras de plástico para intentar dispersarlos.

Según información recibida por Amnistía Internacional, en Bagdad fueron detenidas el lunes 16 de julio, alrededor de las ocho de tarde, dos personas cuando regresaban de las manifestaciones celebradas en el centro de la ciudad Unos hombres armados y vestidos de civil las abordaron y les dijeron: “Somos de las autoridades”.

Las arrastraron hasta un automóvil y, tras vendarles los ojos, las llevaron a un lugar desconocido. Posteriormente las golpearon, les aplicaron descargas con pistolas Taser y las interrogaron acerca de los organizadores de las protestas, a la vez que les preguntaban si pertenecían a grupos extremistas. Cuando, después de este trato, no veían nada, las obligaron a firmar unos papeles sin decirles lo que ponía en ellos y las dejaron en libertad.

“Las autoridades iraquíes deben poner fin de inmediato a la tortura y otros malos tratos, que incluyen palizas, hostigamiento e intimidaciones de las fuerzas de seguridad a manifestantes pacíficos, y llevar a cabo con prontitud investigaciones independientes e imparciales para poner los responsables a disposición judicial. Las autoridades tienen el deber de garantizar que toda persona puede ejercer en el país su derecho a la libertad de expresión y de manifestación pacífica sin impedimentos”, ha señalado Lynn Maalouf.

Información complementaria

El domingo 8 de julio estallaron en Irak protestas como consecuencia de los altos índices de desempleo y la insuficiencia de servicios públicos en todo el sur del país. El Ministerio de Defensa iraquí ha comunicado que se calcula que hasta la fecha han resultado heridos en la protestas 274 miembros de las fuerzas de seguridad.

El jueves 12 de julio cortaron Internet a altas horas de la noche. Aunque el acceso estaba restablecido en su mayor parte el lunes 16 de julio, según informes la señal sigue siendo débil en todo el país, y varias plataformas de redes sociales han sido bloqueadas.