Jueves, 30 de agosto, 2018

“Debe permitirse de inmediato el acceso de Nazanin a la atención médica especializada que necesita. Aparte de esto, Nazanin es presa de conciencia, está encarcelada injustamente y debe ser puesta en libertad de inmediato y sin condiciones", declaró Kate Allen, directora de Amnistía Internacional Reino Unido


Ante la información facilitada por el esposo de Nazanin Zaghari-Ratcliffe, según la cual esta trabajadora de beneficencia británica encarcelada ha sufrido ataques de pánico en la prisión de Evin, en Irán, y ha sufrido un desvanecimiento esta mañana, Kate Allen, directora de Amnistía Internacional Reino Unido, ha manifestado:

“Lo que las autoridades iraníes están haciendo a Nazanin es excepcionalmente cruel.

“No sólo le han privado de sus derechos al debido proceso al encerrarla durante meses en régimen de aislamiento, sin acceso a un abogado, y al someterla a un juicio manifiestamente injusto, sino que la han arrancado una vez más de los brazos de su hija, sometiendo a ambas a angustia mental severa y trauma.

“Debe permitirse de inmediato el acceso de Nazanin a la atención médica especializada que necesita. Aparte de esto, Nazanin es presa de conciencia, está encarcelada injustamente y debe ser puesta en libertad de inmediato y sin condiciones.

“Cuanto antes quede en libertad y pueda regresar a Reino Unido con su hija pequeña Gabriella, mejor.

“Tras la devastadora decepción de ser enviada de nuevo a prisión tras haber estado en libertad con un permiso, ahora es más imperativo si cabe que Jeremy Hunt y los demás ministros aceleren todos los esfuerzos para conseguir la liberación de Nazanin.”

Ataques de pánico desde que regresó a prisión

Nazanin Zaghari-Ratcliffe sufre ataques de pánico desde que se vio obligada a regresar el domingo a la prisión de Evin, en Teherán, después de estar en libertad durante tres días.

Esta mañana un ataque de pánico le hizo sufrir un desvanecimiento. La llevaron a la clínica de la prisión de Evin, que no dispone de instalaciones médicas especializadas adecuadas para que reciba tratamiento.

Durante los ataques de pánico experimentó baja presión arterial, fuertes dolores de cabeza, una erupción cutánea que le afectó a todo el cuerpo y entumecimiento en las piernas y el brazo derecho.

Aunque la llevaron a la clínica de la prisión tras el ataque de pánico que sufrió ayer, la enviaron de nuevo al pabellón de mujeres donde está encarcelada, aun cuando el doctor de la clínica le había dicho que necesitaba visitar con urgencia a un especialista fuera de la prisión.

Su familia ha presentado una petición a la fiscalía en la prisión de Evin para que se permita su traslado a un hospital fuera de la prisión para que pueda recibir la atención médica especializada que necesita.

Nazanin se vio obligada a regresar a la prisión en el fin de semana después de que las autoridades se negaran a prorrogar su permiso de tres días. Su esposo, RichardRatcliffe, ha dicho a Amnistía que estaba destrozada por tener que regresar a la prisión y lloró todo el día y la noche que regresó.