Viernes, 02 de noviembre, 2018

“La escala de las detenciones de las últimas semanas es muy alarmante. El momento en el que se están practicando indica que las autoridades iraníes están utilizando el ataque de Ahvaz como excusa para arremeter contra miembros de la minoría étnica árabe ahwazí, activistas de la sociedad civil y del ámbito político incluidos, para aplastar la disidencia en la provincia de Juzestán”, afirmó Philip Luther, director de Investigación y Trabajo de Incidencia de Amnistía Internacional para Oriente Medio y el Norte de África


“Las autoridades iraníes han desencadenado una amplia represión contra la minoría árabe ahwazí en la que han detenido a centenares de personas en la provincia de Juzestán”, ha declarado Amnistía Internacional.

La oleada de detenciones se produce después de un ataque armado contra un desfile militar en la ciudad de Ahvaz el mes pasado que causó la muerte de al menos 24 personas, algunas de las cuales presenciaban el evento, y heridas a más de 60.

“La escala de las detenciones de las últimas semanas es muy alarmante. El momento en el que se están practicando indica que las autoridades iraníes están utilizando el ataque de Ahvaz como excusa para arremeter contra miembros de la minoría étnica árabe ahwazí, activistas de la sociedad civil y del ámbito político incluidos, para aplastar la disidencia en la provincia de Juzestán”, afirmó Philip Luther, director de Investigación y Trabajo de Incidencia de Amnistía Internacional para Oriente Medio y el Norte de África.

“Todas las personas presuntas responsables penales del terrible ataque de Ahvaz deben responder ante la justicia en juicios justos, pero practicar detenciones arbitrarias no es la forma de hacer justicia para las víctimas”.

Activistas árabes ahwazíes residentes fuera de Irán han enviado a Amnistía Internacional hasta ahora los nombres de 178 personas detenidas. El número real podría ser mucho mayor, pues según algunos activistas de fuera del país hay hasta 600 personas detenidas. También hay informes que indican que continúan practicándose detenciones casi a diario.

Entre las personas detenidas hay activistas del ámbito político y de los derechos de las minorías. Las detenciones se han practicado en localidades, ciudades y pueblos de toda la provincia de Juzestán, incluidos Ahvaz, Hamidiyeh, Khorramshahr (a la que la población árabe ahwazí conoce como Mohammareh) y Shush.

Las detenciones masivas han creado un clima de temor entre la comunidad árabe ahwazí, que ya sufre persecución y discriminación en Irán.

“El terrible historial de Irán de persecución y discriminación de miembros de la comunidad árabe ahwazí hace pensar que estas detenciones se están practicando de forma arbitraria y tienen motivación política”, dijo Philip Luther.

“Amnistía Internacional pide a las autoridades iraníes que dejen en libertad de inmediato y sin condiciones a todas las personas recluidas únicamente por el ejercicio pacífico de su derecho a la libertad de expresión, de asociación y de reunión pacífica o por su identidad étnica”.

Amnistía Internacional ha recibido información según la cual las detenciones las practican funcionarios del Ministerio de Inteligencia acompañados de la fuerza policial ordinaria o de la policía antidisturbios. Ni han mostrado órdenes de detención ni han comunicado a las personas afectadas el motivo de su arresto. La mayoría de las personas detenidas están en régimen de incomunicación, sin acceso a asistencia letrada ni a sus familias, en condiciones que podrían constituir desaparición forzada, y corren el riesgo de sufrir tortura y otros malos tratos.

Pese a las declaraciones del gobernador de la provincia de Juzestán, Gholamreza Shariati, de que no hay activistas de la sociedad civil entre las personas detenidas, Amnistía Internacional ha recibido información creíble de que entre las personas que han sido detenidas en su domicilio, centro de trabajo o en la calle hay estudiantes, escritores y escritoras, y activistas de la sociedad civil, de los derechos de las minorías y del ámbito político.

Una de las personas detenidas es la activista de la sociedad civil Sahba (Lamya) Hammadi, que está embarazada. Fue detenida el 6 de octubre en su domicilio en la ciudad de Susangerd (conocida como Khafajiyeh por la comunidad árabe ahwazí), en la provincia de Juzestán. Contactó el día de su detención con su familia, pero ésta no ha vuelto a tener noticias de ella desde entonces.

Zoudieh Afrawi y Gheysieh Afrawi, dos mujeres de Susangerd, fueron detenidas en sus respectivos domicilios el 22 de octubre. Sus hijos habían sido detenidos ese mismo día. Las fuerzas de seguridad volvieron después a sus casas y las detuvieron también a ellas. Ambas llamaron a familiares una semana después de su detención y les dijeron que estaban bajo custodia del Ministerio de Inteligencia. Sus familias no han tenido noticias de ellas desde entonces.

El activista de la sociedad civil Mohammad Mo’meni Timas fue detenido el 30 de septiembre. Había acudido al Tribunal Revolucionario de Ahvaz para preguntar por dos de sus hijos, que habían sido detenidos, cuando fue detenido a su vez. Desde entonces, la familia no ha tenido noticias suyas.

Información complementaria

La población árabe ahwazí de Irán sufre discriminación y restricciones arbitrarias al acceso a la educación, el empleo, una vivienda adecuada y al disfrute de sus derechos culturales y lingüísticos. Ha expresado en reiteradas ocasiones su preocupación por la imposibilidad de aprender, promover y usar su propia lengua, en privado y en público, libremente y sin injerencias ni discriminación.

El ataque armado de Ahvaz del 22 de septiembre estuvo dirigido contra un desfile militar que se estaba celebrando para conmemorar el 38 aniversario de la guerra Irán-Irak. Las autoridades iraníes anunciaron que las fuerzas de seguridad habían dado muerte durante el ataque a sus perpetradores: cuatro hombres armados que se habían disfrazado de miembros de la Guardia Revolucionaria y de la fuerza paramilitar Basij. En los días siguientes, el Ministerio de Inteligencia iraní anunció que había detenido a 22 personas sospechosas, y el canal de televisión estatal Press TV emitió un vídeo que mostraba a algunas de ellas esposadas y con los ojos vendados frente a un muro.

Varios grupos han reivindicado la responsabilidad del ataque, entre ellos la Resistencia Nacional Al Ahwazí, que se autodefine como una coordinadora integrada por varios grupos separatistas ahwazíes, y el grupo armado autodenominado Estado Islámico.