Lunes, 26 de noviembre, 2018

La violación está muy extendida en Europa. Por eso tenemos que hablar del consentimiento

 


Las relaciones sexuales sin consentimiento constituyen violación. Así de simple. O, al menos, deberían serlo.

Sin embargo, la realidad es que en muchos países europeos las relaciones sexuales sin consentimiento no se definen como violación. Sólo 8 países de Europa tienen leyes que establecen que tener relaciones sexuales con alguien sin su consentimiento es constitutivo de violación.

Al mismo tiempo, la prevalencia de la violación es impresionante. Las cifras de una encuesta realizada en toda la Unión Europea (UE) muestran que:

  • 1 de cada 20 mujeres en la UE ha sido violada después de los 15 años. Eso representa alrededor de 9 millones de mujeres;
  • 1 de cada 10 mujeres en la UE ha experimentado alguna forma de violencia sexual después de los 15 años.

¿Sabías que tu gobierno tiene la obligación de protegerte de la violación? Tener leyes que establecen que las relaciones sexuales sin consentimiento constituyen violación dejaría meridianamente claro que tú, y solamente tú, tienes derecho a decidir sobre tu propio cuerpo.

Lee la perspectiva general de Amnistía sobre la violación en Europa.

¿Qué es el consentimiento para mantener relaciones sexuales?

En lo que se refiere a las relaciones sexuales, el consentimiento lo es todo.

A pesar de que el concepto de consentimiento es bastante sencillo, cuando se habla de él surgen diversas preguntas:

Para tener relaciones sexuales, tienes que saber que la persona con la que deseas tenerlas también quiere tener relaciones sexuales contigo. 

Algunas personas preguntan si deben firmar un contrato para tener relaciones sexuales. La respuesta es no.

Simplemente deben comunicarse con la otra persona y asegurarse de que todos los actos sexuales que tengan se hacen con consentimiento mutuo.

El consentimiento sexual debe ser una elección voluntaria y libre para todas las partes implicadas. Guardar silencio o no decir no NO es lo mismo que dar el consentimiento.

Una regla general es: en caso de duda, pregunta. Si sigues dudando, para. 

No es incómodo preguntar y no debes seguir adelante a menos que la otra persona consienta.

Si una persona está dormida o inconsciente, esa persona no puede reaccionar, lo que significa que no puede dar su consentimiento a ninguna clase de acto sexual.

El ya famoso vídeo del té explica muy bien qué es el consentimiento.

Las relaciones AS RELACIONES SEXUALES SIN CONSENTIMIENTO CONSTITUYEN VIOLACIÓN... PERO EN MUCHOS PAÍSES EUROPEOS ESTO NO ESTÁ REFLEJADO EN LA LEY

Amnistía ha analizado la legislación sobre violación de 31 países de Europa. Hallamos que sólo 8 de 31 países tienen legislación basada en el consentimiento.

Las cosas van por buen camino, principalmente gracias a las mujeres valientes que luchan para que sus gobiernos garanticen su derecho a la autonomía sexual y las protejan de la violación. En 2018, Islandia y Suecia se convirtieron en el séptimo y el octavo país de Europa que adoptaba una legislación que define la violación basándose en la falta de consentimiento.

Los otros seis son Reino Unido, Irlanda, Luxemburgo, Alemania, Chipre y Bélgica.

En el resto de países europeos, para que el delito sea considerado violación, la ley exige, por ejemplo, el uso de la fuerza o de amenazas, pero esto no es lo que ocurre en la gran mayoría de los casos de violación. Como consecuencia, las supervivientes de violación corren el riesgo de no obtener justicia, lo que lleva a la falta de confianza en el sistema judicial. Por tanto, hay menos mujeres que deciden denunciar violencia sexual a la policía y los perpetradores quedan libres.

Lee la perspectiva general de Amnistía sobre la violación en Europa.

En Europa las cifras de denuncias de casos de violación están por debajo de la realidad.

La violación es una forma de violencia sexual y puede tener un profundo impacto emocional, físico y psicológico en la víctima. Todas las personas, independientemente de su identidad de género, pueden ser víctimas de violación. Sin embargo, es un delito que afecta desproporcionadamente a mujeres y niñas.

A pesar de la gravedad de la infracción, en Europa las cifras de denuncias de casos de violación siguen estando muy por debajo de la realidad El miedo a no ser creída, la desconfianza en el sistema de justicia o el estigma disuaden a demasiadas mujeres de denunciar una violación.

Y cuando denuncian, la probabilidad de que los hechos sean juzgados es pequeña. A menudo los casos se archivan en diversas etapas de las actuaciones judiciales sin llegar siquiera a juicio. Esto significa que los perpetradores no rinden cuentas.

Los mitos nocivos y los estereotipos de género sobre lo que constituye violación y consentimiento están generalizados tanto en los sistemas de justicia como en las sociedades en general.

Cambiar las leyes contribuirá a cambiar actitudes

Tener leyes sobre la violación compatibles con los derechos humanos no resolverá todo, pero es un paso importante para cambiar actitudes y lograr justicia, al dejar claro que las relaciones sexuales sin consentimiento constituyen violación y que no puede seguir quedando impune.

Una encuesta reciente reveló algunas actitudes preocupantes entre la población de la UE:

  • más de 1 de cada 4 personas en la UE cree que las relaciones sexuales sin consentimiento podrían estar justificadas en ciertas circunstancias, como por ejemplo, si la víctima está borracha o bajo los efectos de drogas, va voluntariamente a casa con alguien, lleva ropa sugerente, no dice claramente que no o no se resiste físicamente;
  • más de 1 de cada 5 personas en la UE cree que las mujeres a menudo inventan o exageran las denuncias de abusos o violación.

Todo lo anterior es erróneo y está enraizado en estereotipos nocivos y sexistas sobre las víctimas de violación. El único responsable de una violación es el perpetrador.

Estos estereotipos están tan generalizados en la sociedad como en los tribunales. En 2013, en Suecia, tres jóvenes varones fueron absueltos de violar a una niña de 15 años con una botella hasta provocarle una hemorragia. La sentencia decía: “Las personas que mantienen relaciones sexuales hacen cosas de forma natural con el cuerpo de las demás de forma espontánea, sin pedir consentimiento”. Los jueces insinuaron también que la negativa de la niña a abrir las piernas podía haber sido signo de “timidez”.

Este caso desencadenó la creación del nuevo movimiento nacional, FATTA (“Entérate”), uno de los principales factores del reciente cambio legislativo en Suecia, donde la ley reconoce ahora el simple hecho de que las relaciones sexuales sin consentimiento constituyen violación.

No ser objeto de violación es un derecho humano

La definición legal de la violación basada en la ausencia de consentimiento no es nueva ni innovadora. El derecho internacional de los derechos humanos y el derecho europeo exigen que los Estados protejan a todas las personas de la violación.

Esto incluye también combatir las causas subyacentes de la violencia sexual mediante la transformación de las leyes, políticas y actitudes que hacen que las personas, y en concreto las mujeres y niñas, corran riesgo de violación. 

El año 2014 fue histórico para todas las personas que luchan contra la violencia sexual contra las mujeres en Europa, pues entró en vigor el Convenio del Consejo de Europa sobre prevención y lucha contra la violencia contra las mujeres y la violencia doméstica. El objetivo de este tratado, conocido como el Convenio de Estambul, es asegurarse de que los gobiernos garantizan los derechos de todas las mujeres y niñas, y de todas las personas, a una vida privada y pública exenta de violencia, incluida la violencia sexual.

El Convenio de Estambul establece claramente que la ausencia de consentimiento ha de estar en el centro de cualquier definición legal de violación y otras formas de violencia sexual. Ha sido ratificado por más de 20 Estados europeos, pero la mayoría de ellos no han modificado aún en consecuencia sus definiciones legales de violación.

En los últimos cinco años, el Comité de la ONU para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer (Comité de la CEDAW) ha instado a varios Estados europeos a armonizar su legislación sobre la violación con las normas internacionales, incluido el Convenio de Estambul, y a definir la violación sobre la base de la ausencia de consentimiento.

Las mujeres están generando el cambio en toda Europa al exigir no ser objeto de violación. Seguiremos luchando para que los Estados asuman su responsabilidad, trabajen para cambiar las actitudes públicas y reconozcan en la ley y en la práctica que las relaciones sexuales o sin consentimiento constituyen violación.