Jueves, 04 de abril, 2019

“Hace demasiado tiempo que la violencia y los abusos policiales quedan impunes en Túnez. Estos cuatro casos ilustran un patrón más amplio de impunidad en el seno de las fuerzas de seguridad. Es hora de que el gobierno tunecino reconozca que proteger de la justicia a los responsables de brutalidad policial y paralizar las investigaciones sólo servirá para mantener el círculo de abusos”, ha manifestado Magdalena Mughrabi, directora adjunta de Amnistía Internacional para Oriente Medio y el Norte de África


Las autoridades tunecinas deben realizar una reforma fundamental de las fuerzas de seguridad del país y poner fin a la impunidad para los policías responsables de violaciones graves de derechos humanos, tales como homicidios ilegítimos, tortura y otros malos tratos. Así lo ha manifestado Amnistía Internacional en unas conclusiones publicadas hoy.

Tunisia: Where running from police can be deadly, destaca cuatro casos de violaciones de derechos humanos cometidas por la policía en las que las víctimas y sus familias siguen esperando justicia. En dos de los casos, el uso de fuerza innecesaria o excesiva por parte de la policía causó la muerte de las víctimas.

“Hace demasiado tiempo que la violencia y los abusos policiales quedan impunes en Túnez. Estos cuatro casos ilustran un patrón más amplio de impunidad en el seno de las fuerzas de seguridad. Es hora de que el gobierno tunecino reconozca que proteger de la justicia a los responsables de brutalidad policial y paralizar las investigaciones sólo servirá para mantener el círculo de abusos”, ha manifestado Magdalena Mughrabi, directora adjunta de Amnistía Internacional para Oriente Medio y el Norte de África.

“Las autoridades de Túnez deben realizar reformas fundamentales en la policía y el aparato de seguridad para conformarlos al derecho y las normas internacionales de derechos humanos. Sin investigaciones independientes e imparciales sobre las violaciones de derechos humanos cometidas por las fuerzas de seguridad, cientos de víctimas de esos abusos en todo el país seguirán viendo cómo les niegan la justicia.”

La inmensa mayoría de las investigaciones que implican como sospechosos a miembros de las fuerzas de seguridad no conducen a que los responsables sean procesados con éxito. También existen serias dudas sobre la independencia e imparcialidad de esas investigaciones.

Uno de los casos documentados es el de Omar Labidi, de 19 años, que se ahogó el 31 de marzo de 2018 tras haber sido perseguido desde un estadio de fútbol por unos policías que finalmente lo empujaron a un río, haciendo caso omiso de sus protestas respecto a que no sabía nadar. Un año después, nadie ha rendido cuentas, y las autoridades judiciales parecen estar paralizando la investigación sobre su muerte.

En otro caso, dos hermanos, Aly y Youssef Bouzwida, fueron golpeados con brutalidad por la policía después de un partido de baloncesto en un barrio del sur de la ciudad de Túnez en mayo de 2018. Aún esperan que su agresión sea investigada.

También se ha destacado el caso de Ayman Othmani, de 19 años, muerto a tiros durante una operación de agentes de aduanas en un almacén de la ciudad de Túnez en octubre de 2018.

Ese mismo mes, otro joven de 19 años, Iheb, fue golpeado brutalmente bajo custodia y sufrió lesiones graves tras ser detenido cuando salía de un partido de fútbol.