Lunes, 27 de mayo, 2019

En el periodo previo a estas elecciones, la juventud ha alzado la voz para decirnos que quiere una Europa libre y justa, que proteja a las personas y el medio ambiente. Hay cinco cosas que el nuevo Parlamento Europeo puede hacer para conseguir que sea así


Celebradas ya las elecciones, ahora comienza el verdadero trabajo para el nuevo Parlamento Europeo. La nueva Cámara se constituye en un momento de grandes turbulencias en Europa y en el mundo. Hay líderes que propagan el odio y el miedo, políticos que reprimen el activismo pacífico y gente poderosa que presiona en favor de políticas que aumentan la pobreza y destruyen nuestro medio ambiente. Cuando ocupen sus escaños para los próximos cinco años, los nuevos miembros del Parlamento Europeo tendrán trabajo que hacer para garantizar que en la UE y en el mundo se respetan los derechos de todas las personas.

En el periodo previo a estas elecciones, la juventud ha alzado la voz para decirnos que quiere una Europa libre y justa, que proteja a las personas y el medio ambiente. Hay cinco cosas que el nuevo Parlamento Europeo puede hacer para conseguir que sea así:

  1. Reconocer la situación de emergencia climática y tomar medidas

Hemos llegado a un punto crítico en lo que se refiere a abordar el cambio climático: si no actuamos ya, será demasiado tarde. Queremos un Parlamento Europeo que reconozca la urgencia de la crisis climática no sólo con palabras, sino también con actos. El Parlamento Europeo tiene que revisar los objetivos climáticos para 2030 y adoptar una estrategia para garantizar una UE sin emisiones de carbono en 2040. Los parlamentarios y parlamentarias deben propugnar y apoyar iniciativas que contribuyan a una rápida reducción gradual de todos los combustibles fósiles y prescindir de las alternativas perjudiciales. Si se hace bien, la transición traerá consigo trabajos de calidad para todas las personas y protegerá sus derechos laborales.

  1. Reconocer los derechos de las personas refugiadas y migrantes

Europa ha acogido siempre a personas de otros países, y esta bienvenida ha contribuido a enriquecer nuestro continente en materia de cultura, arquitectura, economía y alimentación. Quienes huyen de la guerra o la persecución y buscan seguridad en Europa necesitan y merecen dignidad y compasión, pero ahora muchos líderes de la UE están convirtiendo Europa en una fortaleza para impedirles entrar. Son muchos los gobiernos cuyas políticas no sólo ponen a las personas refugiadas y solicitantes de asilo en situación de riesgo, sino que también incumplen la obligación que imponen los tratados de la UE de mostrar solidaridad con otros países.

Por ejemplo, el acuerdo UE-Turquía ha dejado a miles de personas refugiadas y migrantes atrapadas en espantosas condiciones en las islas griegas. La UE está también financiando medidas de control de la migración con Libia, como impartir formación a la guardia costera libia para interceptar a personas refugiadas y migrantes en el mar y devolverlas a Libia, donde sufren abusos terribles.

El Parlamento Europeo debe someter a un examen profundo y riguroso tales medidas y garantizar que todas las leyes y políticas de la UE hacen valer los derechos humanos de las personas migrantes, solicitantes de asilo y refugiadas.

  1. Alzar la voz cuando los derechos humanos estén en peligro en la UE

El respeto de los derechos humanos es un principio básico de la UE, pero los derechos humanos están amenazados en toda Europa. En Polonia se está menoscabando la independencia del poder judicial. En Hungría se demoniza y convierte en chivos expiatorios a las ONG, y en todo el continente se penaliza a las personas que prestan ayuda a quienes buscan seguridad.

Queremos que Europa siga siendo un lugar donde todas las personas, con independencia de su género, identidad de género u orientación sexual, pueden vivir sin sufrir discriminación y violencia, pero algunos políticos quieren volver al pasado. El Parlamento Europeo tiene un sólido historial en lo que respecta a promover la igualdad de género y abordar la violencia contra las mujeres y las personas LGBTI y debe mantenerlo.

Los parlamentarios y parlamentarias electos deben alzar la voz cuando se anulen nuestras libertades y se cometan violaciones de derechos humanos dentro de la UE y, junto con la Comisión y el Consejo, hacer respetar los valores europeos de igualdad, tolerancia y respeto.

  1. Proteger los derechos humanos y a quienes los defienden más allá de nuestras fronteras

Estamos siendo testigos de un retroceso global con respecto a los logros alcanzados en materia de derechos humanos, con hechos como la salida de Estados Unidos del Consejo de Derechos Humanos de la ONU y la retirada de otros países de tribunales internacionales.

Aprovechando este vacío, países como China y Rusia se oponen abiertamente a la universalidad de los derechos humanos e intentan silenciar a quienes los defienden. Este retroceso de los derechos humanos ha hecho posible la comisión descontrolada de terribles abusos en lugares como Myanmar, Yemen, Siria y la región del noroeste de China de Sinkiang.

El Parlamento Europeo debe hacer cumplir a la UE su promesa de promover los derechos humanos en todas partes por medio de su política exterior.

En todo el mundo, la gente está alzando la voz para defender sus derechos humanos. Queremos un Parlamento Europeo que le muestre públicamente su apoyo, la empodere y la proteja.

  1. Garantizar que todas las empresas respetan los derechos humanos

Las empresas tienen la responsabilidad de respetar los derechos humanos. Pero muchas causan o contribuyen a causar violaciones de derechos humanos con sus operaciones en todo mundo. El Parlamento Europeo debe trabajar en colaboración con otras instituciones de la UE para hacer que estas empresas rindan cuentas.

El Parlamento Europeo debe también liderar la elaboración de normas que obliguen a las empresas a desarrollar sus actividades con responsabilidad. Entre sus facultades figura la de generar el apoyo político necesario para lograrlo.

Queremos ver normas europeas vinculantes que las obliguen a respetar los derechos humanos.