Viernes, 02 de agosto, 2019

“El homicidio de Sabah Njourni parece haber sido consecuencia directa de la falta de moderación de la policía. Es esencial que la investigación anunciada por las autoridades marroquíes sobre su muerte sea exhaustiva, imparcial y efectiva y que sus resultados se hagan públicos. Todos los miembros de las fuerzas de seguridad presuntamente responsables de su muerte deben ser llevados ante la justicia”, ha afirmado Magdalena Mughrabi, directora adjunta de Amnistía Internacional para Oriente Medio y el Norte de África


Las autoridades marroquíes deben investigar de manera imparcial y efectiva la fuerza excesiva ejercida por las fuerzas de seguridad en El Aaiún contra manifestantes saharauis que celebraban la victoria futbolística de Argelia en la Copa Africana de Naciones de África el 19 de julio, ha manifestado Amnistía Internacional hoy.

La organización ha verificado vídeos y recopilado testimonios de testigos, que indican que las fuerzas de seguridad, de las que hubo una fuerte presencia en las calles y cafeterías durante el partido de fútbol, hicieron uso excesivo de la fuerza, arrojando piedras para dispersar a quienes se manifestaban multitudinariamente y provocando enfrentamientos. Según dos testigos presenciales, la joven de 24 años Sabah Njourni resultó muerta al ser atropellada por dos vehículos de las fuerzas auxiliares marroquíes.

“Hay indicios claros de que la respuesta inicial de las fuerzas de seguridad marroquíes a las protestas saharauis, que comenzaron siendo pacíficas, fue excesiva y provocó violentos enfrentamientos que podían y debían haberse evitado. Las autoridades deben investigar de manera imparcial y efectiva las agresiones a manifestantes y llevar ante la justicia a los presuntos responsables para que sean sometidos a un juicio justo”, ha señalado Magdalena Mughrabi, directora adjunta de Amnistía Internacional para Oriente Medio y el Norte de África.

Los enfrentamientos entre manifestantes saharauis y las fuerzas de seguridad marroquíes estallaron poco después de que la población saharaui se echara a la calle en El Aaiún, ondeando banderas argelinas y saharauis, coreando lemas de celebración de la victoria futbolística de Argelia y pidiendo la libre determinación del pueblo saharaui. Los testimonios de testigos y los vídeos examinados indican que las fuerzas de seguridad marroquíes intervinieron con medios como arrojar piedras, disparar balas de goma y lanzar gas lacrimógeno y agua para dispersar las protestas. Las personas participantes en éstas respondieron arrojando a su vez piedras a la policía.

En una declaración oficial, las autoridades locales de El Aaiún explicaron que un grupo “dirigido por elementos hostiles” aprovechó las celebraciones para perpetrar actos de vandalismo y saqueo, por lo que las fuerzas de seguridad se vieron obligadas a intervenir a fin de proteger los bienes públicos y privados. Dijeron también que se había prendido fuego a un banco y que habían resultado heridos decenas de miembros de las fuerzas de seguridad, cuatro de los cuales se hallaban en estado crítico.

De acuerdo con la información proporcionada por activistas, se cree que resultaron también heridos gran número de manifestantes, aficionados al fútbol y simples transeúntes saharauis. Algunas fuentes afirman que podrían haber resultado heridas hasta 80 personas, pero no se conoce el número exacto, porque muchas no fueron al hospital para ser atendidas por temor a sufrir represalias.

En un vídeo analizado por Amnistía Internacional, un agente de las fuerzas de seguridad levanta los brazos en “posición Weaver”, postura corporal que adoptan los agentes de policía para estabilizarse al disparar sus armas, y parece disparar su pistola contra la multitud. Los Principios Básicos de la ONU sobre el Empleo de la Fuerza y de Armas de Fuego por los Funcionarios Encargados de Hacer Cumplir la Ley disponen que las fuerzas de seguridad deben agotar todos los medios no violentos antes de recurrir a la fuerza. Estos principios establecen también que las autoridades deben ejercer moderación y recurrir al empleo de armas de fuego sólo para protegerse contra un riesgo inminente de muerte o lesión grave.

Testigos presenciales han contado también que las fuerzas auxiliares marroquíes comenzaron a perseguir a manifestantes con vehículos policiales y, según un testimonio, atropellaron al menos a tres personas. A menos dos personas que presenciaron la muerte de Sabah Njourni han explicado que fue atropellada por dos vehículos de las fuerzas auxiliares que avanzaron acelerando hacia ella y no se detuvieron para socorrerla o ver cómo estaba. Imágenes de satélite analizadas por Amnistía Internacional y contrastadas con vídeos grabados en el momento en que la joven fue atropellada por los vehículos de las fuerzas de seguridad muestran que estaba en un paso de peatones o junto a él.

“El homicidio de Sabah Njourni parece haber sido consecuencia directa de la falta de moderación de la policía. Es esencial que la investigación anunciada por las autoridades marroquíes sobre su muerte sea exhaustiva, imparcial y efectiva y que sus resultados se hagan públicos. Todos los miembros de las fuerzas de seguridad presuntamente responsables de su muerte deben ser llevados ante la justicia”, ha afirmado Magdalena Mughrabi.

Una de las dos personas que fueron testigos presenciales, activista saharaui que ha pedido que se mantenga su anonimato por razones de seguridad, describe así el momento en que Sabah Njourni fue atropellada por los vehículos de las fuerzas de seguridad:

“Si hubieran querido reducir la velocidad podrían haberlo hecho; la calle estaba casi vacía. “La chica venía corriendo de otra calle y estaba en el paso de cebra, pero esos dos vehículos de las fuerzas auxiliares iban a una velocidad demencial; es una zona residencial, así que no debían ir tan rápido".

La persona que fue testigo ha explicado que el primer vehículo atropelló a Sabah Njourni, lanzándola al aire, y que el segundo volvió a atropellarla. Sabah Njourni murió a causa de las heridas poco después de llegar al hospital. La persona testigo ha dicho, además, que otra persona atropellada también por un vehículo no acudió al hospital por temor a sufrir represalias de las autoridades.

Otra persona también activista ha contado a Amnistía Internacional que fue testigo de otro incidente en el que otra persona participante en las protestas fue atropellada también por un vehículo de las fuerzas auxiliares y resultó herida de gravedad, con fracturas de pierna hombro. La víctima no quiso ser identificada por temor a sufrir represalias.

Un tercer testigo ha explicado a Amnistía Internacional que él mismo estuvo a punto de ser atropellado por un vehículo policial que avanzó zigzagueando y a gran velocidad hacia él. Ha dicho también que los vehículos de las fuerzas auxiliares circulaban por la aceras y en sentido contrario al tráfico para intentar intimidar y hostigar a la gente.

Según activistas, al menos 13 personas fueron detenidas durante las protestas: 9 de edad adulta y 4 menores de entre 14 y 17 años. Las nueve personas adultas han sido acusadas de vandalismo, uso de la fuerza, interrupción del tráfico en la vía pública, hostigamiento e insultos a las autoridades, así como de derramamiento premeditado de sangre. Las cuatro menores de edad serán juzgadas en septiembre.

Las autoridades marroquíes, que administran el Sáhara Occidental, continúan imponiendo restricciones arbitrarias del derecho de la población saharaui a la libertad de expresión, reunión pacífica y asociación. Las fuerzas de seguridad marroquíes han hecho uso excesivo de la fuerza para dispersar manifestaciones pacíficas, y se ha sometido a activistas saharauis a hostigamiento, intimidación y procesamiento únicamente por la expresión pacífica de sus opiniones y el ejercicio de sus demás derechos humanos.